Muchos usuarios se preguntan si WhatsApp Telegram será el siguiente tras Telegram Premium en ofrecer una suscripción de pago opcional. Aunque no sea posible conocer los planes exactos de WhatsApp a medio y largo plazo, sí tenemos datos para sacar conclusiones bastante fiables.
Ya hemos explicado a fondo los detalles de Telegram Premium, que amplía muchos de los límites de la aplicación: envío de archivos más grandes hasta 4 GB con descarga más rápida, conversión de audio a texto, fotos de perfil animadas, stickers y reacciones exclusivas, etc.
Por ahora, desde WhatsApp no hay planes oficiales para cobrar a los usuarios finales, ni siquiera de manera opcional. Esto concuerda con la estrategia general de Meta, cuyos ingresos en Facebook e Instagram dependen básicamente de la publicidad de empresas y pequeños negocios.
Sí que sabemos que WhatsApp prepara una suscripción premium de pago para empresas, pero no estará disponible para el público general. La idea es que las cuentas de WhatsApp Business sean las que generen dinero, no los usuarios.
De hecho, WhatsApp canceló hace tiempo los planes de mostrar anuncios en los Estados, tras experimentos para integrar una publicidad similar la vista en Instagram Stories.
Es cierto que WhatsApp Premium podría parecer tentador, porque la compra de WhatsApp no ha generado la rentabilidad esperada. Tras pagar 16.000 millones de dólares para evitar que acabase en manos de un rival, las dificultades de Facebook al recuperar la inversión se convirtieron en un problema.
La situación es muy diferente con Telegram Premium, cuyo elevado precio de 5,49 parece apuntar a los entusiastas de la plataforma que quieran apoyarla, en vez de al gran público.
Desde su nacimiento en 2013, Telegram ha sido financiada por Pavel y Nikolai Durov, sin buscar ingresos externos. Millonarios tras haber fundado la red social rusa VK, prometieron una alternativa a WhatsApp que sería gratis para siempre.
El paso de los años y el crecimiento de usuarios ha llevado a la necesidad de incluir publicidad en la aplicación y lanzar Telegram Premium para dejar de depender de los hermanos Durov. Aunque se han incumplido promesas, en último término este nuevo enfoque garantiza la sostenibilidad a largo plazo del servicio.
Respecto a WhatsApp, en 2013 intentó cobrar 1 euro anual a todos sus usuarios por el servicio, lo que generó un enorme rechazo, y precisamente dio una oportunidad a Telegram para popularizarse.
Esta mala experiencia es una poderosa razón para evitar WhatsApp Premium. La plataforma de mensajería vivió hace poco una polémica por su intento de compartir los datos personales con Facebook, lo que benefició de nuevo a Telegram y dio visibilidad a Signal como app segura para comunicarse.
En conclusión, no existen indicios ni razones para pensar en que habrá WhatsApp Premium, al menos por el momento. Si Telegram Premium fuera un gran éxito, quizá WhatsApp podría replanteárselo, pero no parece demasiado probable.
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