TP-Link simplifica con Omada la creación, la configuración y el mantenimiento de una red inalámbrica
Dotar de conectividad de red a un negocio o una pyme es una tarea prácticamente imprescindible en los tiempos que corren.
Ya sea para dotar de conectividad de red a los departamentos operativos de las organizaciones, para ofrecer servicios de conexión a Internet a los clientes, o para ambos propósitos a la vez, el despliegue de una infraestructura de conectividad segura, fiable y veloz es un paso vital para el buen funcionamiento de una empresa o un negocio.
Para un hogar, las configuraciones de conectividad a Internet no suelen precisar de una gran complejidad. Con el nombre de la red inalámbrica (SSID) y la contraseña que viene en el router, o el código QR si nos decantamos por esa opción, podremos conectar los dispositivos de la casa a la red Wi-Fi sin problemas. O al router de forma cableada si se prefiere o es más conveniente.
Las necesidades de conectividad para usos profesionales
En las aplicaciones profesionales, sin embargo, es necesario ir más allá a la hora de configurar la conectividad de Internet, tanto de los propios empleados como de los clientes o visitantes, creando redes específicas para cada tipo de usuario de la red, definiendo límites de tiempo para las conexiones, o de velocidad, o de ambas variables.
También es interesante crear redes de invitados o incluso poner en práctica modalidades de conexión mediante tickets o cupones que asignan un nombre de usuario y contraseña temporales, así como un tiempo de conectividad o un límite de velocidad. O todo a la vez.
También es importante tener un registro detallado de los clientes conectados, con opciones para desconectarlos o bloquearlos llegado el caso. Y también es muy interesante disponer de opciones de configuración y monitorización/gestión remota de la red y en tiempo real.
Qué sectores se benefician de una conectividad de Internet profesional
Hay algunos sectores de actividad que se benefician especialmente de la instalación de una conectividad de red bien planeada, desplegada, monitorizada y gestionada.
En hostelería, educación, tiendas retail y puntos de atención al cliente o en oficinas, la calidad de los servicios, la productividad o la experiencia de los usuarios depende directamente de la calidad de la conexión de Internet.
En espacios públicos tales como bibliotecas o museos o incluso en instalaciones deportivas, donde la cobertura de red no sea buena. También en aeropuertos o estaciones de cualquier tipo.
En academias de formación, pequeños comercios, supermercados, cafeterías, alojamientos turísticos, bares e infinidad de lugares más, es vital, en ocasiones, ofrecer una conectividad segura, fiable, rápida y robusta. Es el tiempo de los nómadas digitales, además. Una audiencia muy exigente en cuanto a la velocidad, seguridad y fiabilidad de las conexiones.
A quién va dirigido TP-Link Omada
Las grandes empresa y organizaciones suelen tener departamentos IT que se encargan, entre otras tareas, de poner a punto y mantener la conectividad de Internet. Pero, las pequeñas organizaciones y empresas, en no pocas ocasiones se tienen que hacer cargo ellas mismas del despliegue de la red.
Las compañías operadoras del sector de las telecomunicaciones, en ocasiones, ofrecen a sus clientes profesionales servicios de valor añadido relacionados con la conectividad de Internet como extensión de sus planes de conectividad de banda ancha y telefonía.
Sin ánimo de generalizar, sin embargo, puede suceder que las pequeñas empresas y organizaciones estén pagando cuotas de mantenimiento por encima de lo que costaría desplegar una solución como Omada de TP-Link.
Omada de TP-Link, por supuesto, también es una solución tecnológica adecuada para grandes cuentas. Aunque las grandes empresas suelen contar con departamentos TI que están al tanto de las propuestas tecnológicas a su alcance, para los cuales un artículo como este no deja de ser una pieza informativa con más o menos interés, pero sin aportar una información que sea especialmente inédita.
Para una pequeña empresa u organización, sin embargo, este artículo puede suponer la oportunidad de adentrarse en la tarea de gestionar de forma autónoma un despliegue de conexión de Internet fiable, seguro, robusto y dimensionado a la medida exacta de las necesidades de conectividad de un negocio.
Por ejemplo, para una academia de idiomas, como es el caso que proponemos como ejemplo práctico de implementación de una red Omada, de poco sirve estar pagando por un servicio de backup basado en tecnologías 4G o 5G, con un ancho de banda insuficiente para sostener las transmisiones en streaming de las aulas en el caso de caída momentánea de la red de fibra.
Sin embargo, para un eCommerce, por ejemplo, sí es interesante disponer de un backup de conectividad móvil para mantener los TPVs en activo en caso de una caída de la red de fibra. Mejor aún es disponer de una segunda línea de banda ancha, gestionada mediante balanceo de carga automático.
Qué es Omada de TP-Link
Omada de TP-Link es una solución/plataforma SDN (Software Defined Network) con gestión cloud en la nube, para planificar y desplegar conectividad de Internet allí donde sea preciso.
Ofrece una escalabilidad y flexibilidad excepcionales de cara a dimensionar con precisión milimétrica el número y tipo de equipos que intervengan en el despliegue, así como el desembolso económico necesario para ello.
Lo que tiene que poner el cliente, eso sí, es la conectividad de Internet. En nuestro caso, nos dirigimos a profesionales que ya tengan conectividad de Internet en sus negocios, pero más cercana a una conexión doméstica adaptada a un uso profesional.
Hablamos de profesionales que tengan contratados servicios gestionados para tal fin y quieran dar el paso de entender qué necesitan para hacerse cargo ellos mismos de este apartado o a profesionales que quieran montar su propio negocio y quieran conocer qué soluciones tecnológicas tienen para llevar Internet a sus instalaciones y clientela.
También es un artículo que puede ayudar a pequeñas empresas de servicios o de canal a conocer una solución fácilmente integrable en sus propuestas comerciales de consultoría o servicios IT de valor añadido. Nunca está de más ser conocedor de sistemas tecnológicos fáciles de desplegar y mantener, que supongan un beneficio tanto para los clientes como para las empresas de servicios TI.
Los componentes de una solución Omada de TP-Link
Omada de TP-Link está integrada por diferentes tipos de componentes y equipamiento. Los puntos de acceso inalámbricos Omada serán los componentes más visibles y evidentes, pero hay muchos más.
También contempla switches Omada con diferente número de puertos y tecnologías de gestión o routers (gateways) con rendimientos variables según el número estimado de usuarios conectados o según sus necesidades: acceso a través de VPN, enlaces punto a punto para cubrir grandes distancias o los controladores que se encargan de monitorizar e interactuar con los diferentes componentes de la red desplegada.
El controlador Omada
El centro neurálgico es el controlador Omada, que puede ser hardware o software. El controlador software se descarga gratuitamente desde la web de Omada y puede instalarse en un equipo Windows o Linux que tengamos libre en nuestra red para que se encargue de monitorizar y gestionar los dispositivos de red existentes en nuestra red.
Son más interesantes, sin embargo, los controladores Omada de hardware. Appliances comedidos en tamaño, que pueden venir integrados en un router/switch o como dispositivos independientes.
El controlador es una especie de agente supervisor que cumple varias funciones. En el momento de desplegar la solución de conectividad, identifica los dispositivos Omada compatibles y permite llevar a cabo una primera puesta a punto del despliegue.
Después, es el componente que se comunica con la plataforma cloud Omada y con los dispositivos, que habilita la gestión y el mantenimiento remotos de la plataforma de conectividad.
El router o gateway
Después tenemos el router o gateway. Este dispositivo, para empresas pequeñas con modestas necesidades en apartados como el acceso a través de VPN, el filtrado o la segmentación de la red, puede ser obviado para quedarnos con el router que ya tengamos por parte del proveedor de servicios de Internet.
Tendremos más control y opciones de configuración si disponemos del gateway, claro está, pero no es vital.
También es importante tener en cuenta cuántas personas se van a conectar simultáneamente a la red en un momento dado: los servidores DHCP de direcciones IP de los router convencionales no siempre servirán si vamos a conectar a un número elevado de usuarios a la vez.
Hay varios modelos de routers con diferente rendimiento o diferentes tecnologías. Los hay que vienen con WiFi integrado, o con conectividad 4G. Incluso los hay que vienen con el controlador Omada y un switch PoE incorporado, además del router propiamente dicho.
También encontramos propuestas compatibles con múltiples redes WAN con balanceo de tráfico entre las diferentes conexiones de Internet que tuviésemos contratadas, o bien para aumentar la capacidad de tráfico de red o para disponer de backup en caso de fallo en alguna de ellas.
El switch o conmutador
El papel del switch o conmutador es el de interconectar los dispositivos que conforman el despliegue de nuestra infraestructura de conectividad de Internet.
Dependiendo del número de puntos de acceso que necesitemos instalar, así como de qué dispositivos de red adicionales tengamos que configurar, tales como impresoras en red, cámaras de videovigilancia, equipos para entretenimiento en hoteles, TPVs en retail u hostelería, etcétera, elegiremos switches con mayor o menor número de puertos, así como un mayor o menor número de switches.
Para el caso que nos ocupa, orientado a pequeños negocios, casas rurales, establecimientos de hostelería con aforos limitados, academias de formación, pequeños coworking u oficinas, con un único switch será suficiente en general.
Además de los puntos de acceso WiFi, los switches permiten la conexión de otros equipos de nuestra red que cuenten con conectividad mediante cables de red, como impresoras, PCs, TPVs o cámaras de videovigilancia. Pueden ser equipos que se alimenten a través de Ethernet (PoE) o dispositivos con su propia fuente de alimentación.
Los puntos de acceso o APs
Los puntos de acceso son los encargados de convertir la conexión de Internet de banda ancha, preferiblemente de fibra, en tecnologías inalámbricas WiFi para conectar los diferentes dispositivos que precisen acceder a Internet.
TP-Link cuenta con una amplia variedad de tipos de APs. Los hay de pared, de techo, para exteriores o con tecnologías tan avanzadas como WiFi 7. Tenemos todas las tecnologías de conectividad a nuestra disposición, así como características compatibles con despliegues en exteriores, interiores o con mayor o menor potencia de emisión.
TP-Link también cuenta en su repertorio de soluciones Omada con dispositivos de ampliación de las redes inalámbricas en zonas rurales, sin ir más lejos, mediante enlaces de radio punto a punto con alcances de hasta 5 km.
De este modo, en escenarios tales como estaciones de sky, miradores turísticos o incluso festivales de música y otras actividades al aire libre con limitada cobertura de datos móviles, es posible ofrecer cobertura de Internet sin necesidad de recurrir al satélite.
El portal Omada Cloud
Tan importante como los dispositivos hardware es el portal de configuración y gestión Omada Cloud. Este portal recibe los datos desde el controlador hardware o software que hayamos configurado en nuestra oficina, academia, sucursal o cualquier otro despliegue de conectividad a Internet que hayamos desplegado.
Nos muestra todo tipo de estadísticas e información sobre la red, al tiempo que permite que configuremos todos los parámetros de funcionamiento en cada uno de los dispositivos que tengamos instalados.
Es un portal al que se accede con las credenciales que hayamos definido en el momento de la puesta a punto de la infraestructura, y donde podemos tener definidos diferentes despliegues con diferentes controladores. De este modo, es posible llevar la gestión de diferentes redes con la máxima comodidad.
Hay un balance bien calculado entre datos en la nube y datos almacenados en los propios dispositivos, para ser más precisos. El objetivo es mantener las redes en activo incluso aunque se pierda en algún momento la conexión con los dispositivos a través del portal, como en los momentos en los que se actualiza el controlador.
¿Cómo pongo a funcionar una red basada en Omada?
Lo más interesante, una vez presentada la solución y sus componentes, es pasar a la acción. Es decir, cómo despliego y configuro una infraestructura de red robusta, segura, rápida y totalmente configurable a partir de las soluciones de Omada.
Como dijimos al principio, es posible desplegar una infraestructura de red a partir de un controlador software Omada instalado en un ordenador que tengamos conectado dentro de la red que queramos desplegar a partir de un proveedor de Internet.
Con todo, es bastante más interesante y práctico partir de un controlador Omada de hardware. TP-Link cuenta con varios modelos como el OC-200, OC-300 o el OC-400.
Nosotros hemos probado el OC-200 y el OC-300. Para redes sencillas, el OC-200 será suficiente con capacidad hasta 130 dispositivos. El OC-300 llega a 700 y el OC-400 llega hasta 1.000 dispositivos.
Por el precio de un OC-200, sin ir más lejos, no merece la pena quedarnos con el controlador software. Las opciones de configuración cambian dependiendo del controlador que tengamos, pero esencialmente permiten realizar los mismos ajustes y seguimiento de las redes.
Tendremos que conectar el controlador al switch y, a su vez, el router (si es que vamos a optar por el router de TP-Link), a la conexión de Internet WAN que tengamos y al switch para que el controlador sea visible en Internet.
Los puntos de acceso, así como otros dispositivos que podamos tener en nuestra red, como cámaras de vigilancia, se conectarán preferiblemente a los puertos PoE del switch. Recuerda que el controlador tiene que ver a todos los dispositivos de la red para monitorizarlos y configurarlos.
Tan fácil como introducir una clave numérica en un asistente
Una vez tengamos conectados los dispositivos, iremos al portal cloud de Omada y, tras crear una cuenta de usuario, añadiremos un site u organización. En el controlador viene una clave numérica que es la que nos pedirán como primer paso en el asistente.
Una vez que la plataforma cloud Omada hable con el controlador, ya tendremos en nuestras manos todas las opciones de puesta a punto y configuración para los equipos conectados, ya sea el switch, el router o los puntos de acceso.
De las cámaras de vigilancia Vigi de TP-Link no hablaremos en esta ocasión. TP-Link cuenta también con una plataforma de gestión propia para las cámaras y los equipos de grabación o procesamiento de imagen. Nos quedaremos con la parte de la red inalámbrica para ofrecer conectividad de Internet.
El acceso a la plataforma cloud de Omada puede llevarse a cabo tanto desde un navegador web como desde la app correspondiente en smartphones y tabletas Android o iOS.
Opciones de configuración totales
La interfaz de la plataforma Omada Cloud pone en nuestras manos todas las posibilidades que podamos imaginar de cara a configurar nuestra infraestructura de conectividad a Internet.
Cuando usamos la palabra todas, la realidad es que son todas. Hemos de decir que es precisamente en este inmenso abanico de posibilidades donde radica la mayor complejidad de Omada.
Aunque si usamos convenientemente el botón de información que acompaña a casi todas las opciones de configuración, obtendremos respuestas para muchas dudas que puedan surgir en el momento de configurar nuestra infraestructura de conectividad de red.
En nuestro caso, para la academia de idiomas, hemos creado varias redes inalámbricas. Las de alumnos, en modalidad de invitados, de modo que no tengan acceso a los equipos de red con los que trabaja administración y otros departamentos.
También hemos definido límites para el ancho de banda de subida y bajada de los alumnos. De este modo, no habrá problemas de consumo excesivo de la conexión de 1 Gbps que tiene contratada la academia.
Para los profesores tenemos otra red, esta vez con un límite de datos mayor y con acceso a la intranet de la academia. Tienen que hacer streaming de las clases, por lo que es conveniente que su red priorice la estabilidad frente a la velocidad. Administración tiene su propia red también.
En su momento se estudió la posibilidad de crear un portal de acceso para la conectividad de los alumnos. De todos modos, se desechó para favorecer la inmediatez. En un bar o en otros negocios, donde la conectividad de Internet es un servicio en sí mismo, sí es interesante crear un portal de registro para los clientes donde se recojan datos sobre, por ejemplo, el correo o las redes sociales.
También es posible crear sistemas de asignación de cupones para acceso por un tiempo limitado. De nuevo, para la academia, donde la conexión de Internet es una herramienta complementaria o un servicio de valor añadido, no era interesante. Pero, para un bar o una biblioteca, o una estación de tren o autobús, sí que es una opción útil.
También podemos crear temporizadores para los propios puntos de acceso que estén alineados con los horarios de trabajo de los negocios. De este modo, la red se apagará cuando no haya nadie en la oficina, lo cual reduce los riesgos de intrusiones o hackeo, por ejemplo.
En cada punto de acceso podemos definir qué redes inalámbricas se van a encontrar accesibles, sin olvidar una opción de optimización automática de la red WiFi que recomienda ajustes para hacer que la red funcione sin problemas de interferencias entre los puntos de acceso y redes vecinas.
Después, podemos decidir qué ajustes aplicamos y cuáles no, siempre a través de un proceso donde se describen con gran detalle las acciones que se van a llevar a cabo.
Registros, datos e información
Otro capítulo importante dentro de la plataforma Omada de TP-Link está en los datos recogidos acerca del uso de la red por parte de los clientes, así como por parte de los diferentes dispositivos que conforman nuestra red. Es posible saber qué dispositivos están conectados, qué uso hacen de los datos o en qué periodos de tiempo.
El control sobre la actividad de los diferentes dispositivos es completo, con herramientas como el diseño de reglas para el firewall o el filtrado por direcciones MAC. También podemos bloquear dispositivos concretos dentro de la red en un momento dado, si tenemos la sospecha de que hay riesgos para la seguridad de la red.
Se pueden activar alertas que llegarán a las direcciones de correo especificadas en caso de que se den situaciones que precisen de una atención inmediata.
Tenemos también datos de uso de los puntos de acceso, así como del ancho de banda utilizado por los dispositivos Omada y por los clientes. Si la red se queda pequeña, lo sabremos con anticipación para añadir más dispositivos o para contratar más ancho de banda.
Y todo está unos pocos clics de distancia dentro del portal Omada Cloud. Además, en caso de problemas con algún dispositivo, es muy sencillo provisionarlos y reemplazarlos. Tenemos opciones para exportar e importar la configuración de cada dispositivo Omada llegado el caso.
Redes robustas, seguras, fiables y fáciles
Las redes Omada de TP-Link son sumamente fiables y robustas. Los dispositivos apenas sí sufren caídas más allá de las que podamos originar con las actualizaciones de firmware, que pueden programarse fácilmente en horarios en los que no se haga uso de la red, o de forma escalonada, de modo que no se actualicen todos los dispositivos a la vez.
En el caso de las actualizaciones de los switches o el gateway, sí tendremos que experimentar cortes en la conectividad de Internet, salvo que tengamos una red de backup configurada. En cualquier caso, la actualización del firmware se lleva a cabo en periodos de tiempo cortos.
De nuevo, es recomendable optar por el controlador hardware de Omada en vez de dedicar un equipo de nuestra red para instalar el controlador software. En el caso de la academia de idiomas, los dispositivos no han mostrado la menor señal de fatiga durante años de funcionamiento continuado y sin que dejen de tener actualizaciones de firmware.
La facilidad con la que se despliegan, configuran, gestionan y mantienen las redes Omada TP-Link es otro de sus mayores atractivos. Es cierto que, para usuarios que no tengan un conocimiento previo de las tecnologías de red, habrá que adquirir algunos conceptos básicos antes de dar el salto a la administración por cuenta propia de un despliegue Omada, pero no reviste una complicación excesiva.
En cualquier caso, para un proveedor de servicios TI o un consultor independiente, es sencillo desplegar y mantener una red Omada para clientes que no cuenten con departamentos TI propios y opten por contratar servicios TI cuando se necesiten. Las incidencias serán mínimas y fáciles de resolver una vez esté configurada y desplegada la red. Y el mantenimiento se limitará a actualizaciones de firmware y poco más.
En el caso de la academia de idiomas Bunkyo, sin ir más lejos, el mantenimiento de la red supone un trabajo mínimo, al tiempo que el despliegue de más puntos de acceso a medida que aumenta el número de alumnos y el número de aulas, es una cuestión de añadir más puntos de acceso y provisionarlos.
Tareas que llevan minutos e incluso se pueden realizar de forma remota sin más que conectar un cable de red desde el switch hasta el punto de acceso correspondiente.
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