Airbnb ha vuelto mucho más asequible el alojamiento turístico, pero la economía colaborativa tiene todavía detalles por resolver. Un ejemplo es la encuesta que indica que 1 de cada 10 usuarios ha localizado cámaras ocultas en alguno de los alojamientos concertado mediante Airbnb.
Airbnb es una plataforma para que los particulares alquilen sus casas y pisos por períodos cortos, algo que puede ser muy rentable. Claro que supone el riesgo de que los huéspedes dañen el alojamiento, así que muchos propietarios instalan cámaras de seguridad, incluso ocultas entre los muebles.
Una reciente encuesta demuestra que a los usuarios de Airbnb les preocupa este fenómeno. Hay que pensar que los particulares no tienen siempre los mismos estándares que los hoteles, y eso se percibe en estos datos obtenidos de 2.000 huéspedes de Airbnb:
- 58% les preocupa que haya cámaras ocultas en su Airbnb.
- 25% está de acuerdo con las cámaras en zonas comunes.
- 11% asegura haber encontrado cámaras ocultas en un Airbnb.
¿Airbnb permite instalar cámaras?
La política oficial de Airbnb permite instalar cámaras con grabación por parte de los anfitriones, pero siempre que se cumplan una serie de condiciones concretas. Son las siguientes:
- Están permitidas cámaras en zonas comunes, como salones, pasillos o terrazas.
- No están permitidas cámaras en baños o en habitaciones donde se duerma.
- Si escogemos un sofá como opción para dormir, en esa habitación no puede haber cámaras.
- Las cámaras debe ser visibles, no pueden estar ocultas.
- El anuncio en Airbnb debe indicar la presencia de cámaras.
- Estas normas se aplican incluso aunque las cámaras estén apagadas.
Por desgracia, no resulta sencillo controlar todos estos detalles. Además, muchas cámaras de vigilancia baratas tienen vulnerabilidades, y nada garantiza la privacidad. Aunque es comprensible que el dueño de una casa o un piso desee proteger su propiedad, no resulta cómodo saber que nos vigilan mientras estamos de vacaciones.
Cómo evitar las cámaras de vigilancia
La primera precaución es fijarse que el anuncio no indique que en el piso o casa hay colocadas cámaras de seguridad. Debería ponerlo en el propio texto, aunque algunos anfitriones usan el "truco" de dejarlas ver solo en las fotos, en un segundo plano.
Si nos preocupa la privacidad, no está de más revisar las habitaciones al llegar. Debemos considerar que las cámaras actuales son pequeñas y pueden funcionar con batería, así que es posible esconderlas en muebles o entre la decoración, sin requerir un enchufe cerca.
Si encontramos una cámara oculta tenemos derecho a reclamar, y mucho más si el anuncio no indicaba su presencia. La primero que deberíamos hacer es sacar fotos que demuestren lo que ocurre.
A continuación, podemos comentar la situación al anfitrión, que tal vez esté dispuesto a resolverla de forma amistosa. Eso sí, mejor hablar a través del chat de Airbnb, para que quede constancia de la queja y de su respuesta. También es posible contactar con el soporte de Airbnb, pues en principio debería ponerse de nuestra parte y buscar una solución.
Que 1 de cada 10 usuarios de Airbnb haya encontrado cámaras ocultas en los alojamientos indica que es un fenómeno común, porque muchas otras podrían estar instaladas y no haber sido detectadas. Sin duda, un problema de privacidad que afecta incluso a nivel político.
¿Qué opinas de Airbnb? ¿Vale la pena utilizar esta plataforma aunque implique riesgos como las cámaras de seguridad ocultas?
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