La tecnología de las telecomunicaciones está en constante evolución, y tras el paso del 2G y el 3G, la tecnología que ahora impera es el 5G, sin dejar atrás aún al 4G. Es por ello que resulta interesante comentar las diferencias entre el 4G y el 5G para que las conozcas a fondo.
Ya vimos recientemente cómo Amazon se adentró en el 5G europeo tras un acuerdo con Telefónica, y es que las compañías no están dudando en invertir en tecnología 5G y todo lo relacionado con ella.
Características del 4G
La tecnología 4G se lanzó en 2009, y sus velocidades de descarga suelen oscilar entre 5 y 12 Mbps, con picos que pueden alcanzar hasta 100 Mbps en condiciones ideales.
Por otro lado, su consumo de batería es moderado, ya que sus tecnologías de transmisión y recepción de datos mantienen un equilibrio entre velocidad y eficiencia energética. Por tanto, el gasto de batería dependerá mucho del uso que le des al dispositivo.
En cuanto a la latencia del 4G, que es el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde el emisor al receptor, esta es de aproximadamente 50 milisegundos, lo cual es adecuado para la mayoría de aplicaciones, pero puede no ser suficiente para juegos en línea y apps más exigentes.
Por otro lado, el 4G puede manejar una cantidad considerable de dispositivos conectados, pero con el creciente número de dispositivos del Internet de las Cosas, se está alcanzando su límite de capacidad, por lo que las redes con esta tecnología pueden congestionarse fácilmente en áreas densamente pobladas, resultando en una lentitud excesiva a la hora de usar apps o navegar.
Características del 5G
Por su parte, el 5G promete velocidades de descarga que van desde 50 Mbps hasta 10 Gbps, lo que supone una mejora exponencial respecto al 4G.
Las bandas de frecuencia más altas, como las ondas milimétricas, son buena causa del aumento de la velocidad de conexión en las redes 5G. Estas bandas operan en el rango de 30 a 300 GHz, mucho más altas que las frecuencias utilizadas por 4G, que generalmente oscilan entre 600 MHz y 2.5 GHz.
Esta mayor frecuencia permite un mayor ancho de banda, por lo que puede transportar más datos simultáneamente.
Por otro lado, estas bandas milimétricas pueden ofrecer hasta 100 MHz por canal, en comparación con los canales de 20 MHz utilizados en la red 4G. Explicado de forma sencilla, esto significa que más datos pueden transmitirse a través de un único canal, lo que aumenta también la velocidad.
Igualmente, las frecuencias más altas tienden a tener menos interferencia porque no están tan congestionadas como las bandas de frecuencia más bajas.
Por si fuera poco, el 5G usa técnicas avanzadas de transmisión de datos, como la Massive MIMO, que es una evolución de la tecnología MIMO utilizada en la red 4G. Básicamente, esto significa que en lugar de usar unas pocas antenas para transmitir y recibir datos, Massive MIMO emplea decenas o incluso cientos de antenas.
Otra técnica para optimizar la conexión es el "beamforming", mediante la cual se dirigen las señales inalámbricas directamente hacia los dispositivos en lugar de dispersarlas en todas direcciones. Con esto se reduce la pérdida de energía, se mejora la calidad de la conexión y se extiende la cobertura.
Por último, la técnica conocida como "Network Slicing" puede crear múltiples redes virtuales dentro de una única infraestructura física de red 5G. Cada "slice" o segmento de la red puede ser optimizado para diferentes servicios. Por ejemplo, uno puede tener menos latencia y otro tener una mejor capacidad para transmisión de vídeo.
Sin embargo, bien es cierto que las ondas milimétricas tienen un alcance menor y son más susceptibles a verse obstruidas por objetos y edificios. Es por ello que las redes 5G hacen uso de una red de pequeñas celdas, que son estaciones base de baja potencia ubicadas a corta distancia entre sí, para así poder garantizar una cobertura más amplia y consistente.
En cuanto a su consumo de batería, al principio de su recorrido el 5G se vio con una menor eficiencia energética. Sin embargo, con el paso de los años se han visto mejoras centradas en el ahorro de energía, como el uso de bandas de frecuencia más bajas para tareas menos exigentes.
Por último, el 5G reduce drásticamente la latencia a menos de 10 ms, y en algunos casos incluso a 1 ms, lo cual es ideal para vehículos autónomos y dispositivos del Internet de las Cosas.
Con estas diferencias entre el 4G y el 5G se puede ver el gigantesco paso adelante que se está dando en las telecomunicaciones a nivel mundial.
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