Hoy en día los smartphones han dejado de ser simples teléfonos móviles, acercándose más al concepto de un ordenador de bolsillo, ofreciendo múltiples funcionalidades y características en un dispositivo que cabe en el bolsillo. Sin embargo, ¿conoces todos los sensores que tiene tu teléfono y para qué sirven?
Muchas veces hacemos uso de múltiples funciones sin saber exactamente qué elementos intervienen para lograr que todo vaya correctamente, como detectar nuestra ubicación, o activar el brillo automático del teléfono. A continuación, repasamos los sensores presentes en muchos teléfonos móviles, aunque lógicamente no todos están presentes en todos los modelos.
GPS
Es uno de los más utilizados hoy en día, demandado por múltiples aplicaciones, servicios y juegos; gracias a él los engorrosos mapas impresos han quedado en un segundo plano, dando paso a dispositivos que exclusivamente sirven para orientarnos en nuestro viajes. Y todo se lo debemos a los satélites que se mantienen en órbita alrededor de la Tierra.
El funcionamiento de los sensores GPS se basa básicamente en permanecer "escuchando" lo que los satélites le transmiten, y a diferencia de lo que podríamos pensar, no consumen ningún dato de la conexión a Internet. Es por ello que aunque hayas perdido la señal del teléfono, la ubicación por GPS puede seguir activa.
Lo que sí consume, y bastante, es batería, motivo por el que en muchos tutoriales sobre cómo ahorrar batería una de las cosas que se suele aconsejar es desactivarlo si no lo utilizamos. Esto es debido a que el sensor GPS está constantemente activo si lo permitimos, recibiendo información de múltiples satélites con los que posicionarnos sobre un mapa.
Por lo general, es necesario recibir la información de tres satélites para realizar una triangulación de nuestra posición, un cálculo que se realiza en base a los ángulos de intersección de estos tres respecto a nuestro teléfono. Pero, lógicamente, si nuestro terminal no encuentra ningún satélite, el servicio de GPS no estará disponible.
Aunque es el método más recomendado, en ocasiones nuestro teléfono móvil puede hacer uso de otros métodos para calcular nuestra ubicación, por ejemplo según la distancia actual a las diferentes torres de telefonía móvil. De hecho, generalmente estos dispositivos combinan los datos recibidos por el GPS con los obtenidos por el método comentado, para tratar de ofrecer una ubicación todavía más precisa.
Giroscopio
¿Alguna vez has ido caminando por calle guiándote con Google Maps u otra aplicación de navegación ? Si es así, seguramente hayas visto que frente al marcador de tu posición actual aparecía una especie de cono que indica hacia dónde estás mirando exactamente. Esto solo es posible gracias al giroscopio, aunque interviene en muchos más aspectos de los que pensamos.
El concepto original de giroscopio se basa en un dispositivo mecánico que sirve para medir o mantener la orientación de un aparato o vehículo como un avión antiguo, aunque lógicamente la versión que integran los dispositivos electrónicos actuales es bastante diferente. Esta última, conocida como giroscopio MEMS, es una versión reducida al máximo e integrada en una placa electrónica para que quepa dentro de un teléfono móvil.
Los giroscopios modernos hoy en día están presentes en teléfonos móviles y tablets, pero también en consolas portátiles como la Nintendo 3DS y derivados, o mandos como el de la Wii U. También los encontramos en los altímetros de los aviones, y en cámaras profesionales para mantener la estabilidad incluso aunque su portador esté corriendo.
Acelerómetro
El acelerómetro, como su nombre indica, es el nombre que recibe cualquier dispositivo destinado a mediar aceleraciones, y se basa en un conjunto de sensores que detectan el movimiento en los tres ejes diferentes. Podemos encontrarlos en pulseras cuantificadoras, productos de fitness en general, y en la mayoría de dispositivos móviles modernos.
En combinación con el giroscopio, es capaz de determinar la posición hacia la que estamos apuntando con el teléfono, algo crucial cuando queremos hacer uso de aplicaciones como Pokémon Go y su realidad aumentada. El sensor acelerómetro, está formado por múltiples sensores internos que trabajan en conjunto para detectar pasos y movimiento en general.
Uno de los elementos internos de un acelerómetro son las estructuras de cristales microscópicos, que se ven afectadas con las fuerzas de la aceleración. Cuando dichos cristales reciben una aceleración, generan voltaje que sirve para medir a qué velocidad nos estamos desplazando y hacia qué dirección lo estamos haciendo.
Magnetómetro
El magnetómetro, como ya podemos deducir, es el encargado de medir los campos magnéticos terrestres, y para lograrlo varía su voltaje para realizar diferentes mediciones y ubicar la posición de los puntos cardinales. El resultado de su presencia es básicamente como el de tener una brújula en nuestra mano, que sirve para hacer funcionar las aplicaciones de brújulas.
El ejemplo más práctico del uso de un magnetómetro es el modo brújula de las aplicaciones como Google Maps o Apple Mapas, que nos permiten pasar al mencionado modo de forma fácil. Por ejemplo, en la alternativa de Android, si pulsamos el botón de posición cambiaremos al modo brújula, que provocará que el mapa gire en todo momento para orientarse hacia nuestra dirección actual y facilitar la navegación.
Como ya hemos visto anteriormente, el magnetómetro es otro sensor que tampoco trabaja solo, ya que se apoya en el acelerómetro y el GPS para, en conjunto, proporcionar datos útiles para las aplicaciones y el usuario. Esta unión es la que nos proporciona la casi perfecta precisión cuando abrimos nuestra aplicación de mapas, incluso sin conexión a Internet.
Sensor de proximidad
El sensor de proximidad, por lo general, está ubicado en la parte superior del teléfono móvil y es el producto de una combinación de un sensor infrarrojo y de un sensor de luz. Su función es simplemente la de detectar cuándo tenemos el teléfono pegado a la oreja, para apagar la pantalla e impedir pulsaciones accidentes en el panel táctil con nuestro rostro.
Dicho sensor emite un haz de luz, invisible para el ojo humano, que rebota cuando encuentra un objeto a pocos centímetros de él, proporcionando la información de que hay un objeto cercano. Podemos hacer la prueba llamando a algún número y poniendo el dedo sobre la parte superior del terminal, momento en el que veremos cómo se bloquea la pantalla.
Sensor de luz ambiental
Si sueles tener activada la opción de brillo automático, o alguna vez la has utilizado, todo tienes que agradecérselo al sensor de luz ambiental. Su función es la de medir la cantidad de luz ambiental, ya sea en una habitación o en el exterior, para ajustar el brillo del teléfono en función de los datos registrados.
Lógicamente, si tenemos el brillo automático desactivado y hemos escogido un nivel manualmente, el sensor de luz ambiental no tendrá ninguna función. Por lo general el brillo automático es la opción por defecto, aunque si queremos ahorrar batería seguramente nos interese ajustarlo a un nivel bajo, especialmente en juegos para que nos dure más tiempo.
Barómetro
Este último sensor no es tan común como el resto de los mencionados, aunque varios iPhone lo incluyen desde el iPhone 4. Su función es básicamente la de medir la presión del aire, algo útil para detectar cambios climáticos o a qué altitud estamos.
Ahora ya conoces todos los sensores que tiene tu teléfono y para qué sirven, y aunque claramente algunos son más utiles y les sacaremos más partido que a otros, al fin y al cabo la mayoría intervienen en nuestras actividades diarias sin que nos demos cuenta.
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