Este listado de las peores consolas de historia incluye plataformas que han fracasado por su mal hardware, falta de juegos interesantes o problemas de concepto. Hablar de peores consolas supone una cierta valoración subjetiva, pero la mayoría de estas máquinas han tenido ventas muy bajas.
Las peores consolas y juegos suelen tener un elemento de unión: durante su desarrollo han surgido problemas, sean tecnológicos o del propio concepto de la plataforma, dado lugar a productos incompletos o con carencias.
En unos pocos casos, han fracasado consolas que no eran malas, ni mucho menos de las peores de la historia, solo que se quedaron atrás frente a su competencia. El mercado de los videojuegos es grande, pero mantener un ritmo de lanzamiento de juegos en una consola exige muchos millones de unidades en el mercado para que sea sostenible.
Virtual Boy de Nintendo
Virtual Boy fue una pionera en el campo de la realidad virtual, lanzada en 1995, más 20 años antes que la primera versión de Oculus Rift. Por desgracia, la tecnología todavía estaba muy inmadura, y fue uno de los peores fracasos de Nintendo en ventas y en cuanto a reputación.
La principal culpable fue la pobre pantalla monocromo en tonos de rojo, dentro del visor, cuyo efecto en 3D era convincente, no permitía buenos acabados visuales. Por desgracia, una pantalla a color hubiera supuesto un coste imposible de asumir en ese momento.
Virtual Boy no era cómoda usar porque debía estar sobre una mesa, el visor requería un soporte adicional a las correas que lo sujetaban a la cabeza. Por si fuera poco, el catálogo que juegos era muy discreto, y solo salieron 22 títulos, pues solo tras un año se asumió el fracaso, y se dejó de vender Virtual Boy.
En realidad, desde Nintendo ya habían rebajado las expectativas respecto Virtual Boy antes del lanzamiento, y el mítico Shigeru Miyamoto (creador de Mario Bros.) apenas se implicó en ella. Cuando un proveedor ofreció a Nintendo la tecnología de pantalla 3D (que Sega había rechazado antes), la consideró una oportunidad para crear una plataforma única e innovadora.
Durante el desarrollo se encontraron limitaciones tecnológicas, y se comenzaron a desviar recursos al proyecto de Nintendo 64, mucho más prometedor. El resultado no solo fue el mayor fracaso de la compañía, sino una de las peores consolas de toda la historia.
N-Gage de Nokia
Nokia lideraba el floreciente mercado de los teléfonos móviles en 2003. Con N-Gage fusionaba consolas portátiles y móviles en un diseño que recordaba bastante a estos últimos, una de las razones de su fracaso.
La pequeña pantalla de 2,1 pulgadas en vertical no tenía sentido en una videoconsola, y realmente se heredaba de los móviles de la marca. Tampoco era cómodo que parte de los botones de control estuvieran mezclados con el teclado numérico.
Por si fuera poco, en la primera versión de N-Gage había que colocar el canto de la consola contra la oreja para hablar por teléfono, generando un efecto bastante cómico.
El mayor problema es N-Gage funcionaba con Symbian Series 60, el sistema operativo de los móviles de Nokia. Esto limitaba las posibilidades de los juegos, aunque algunos títulos sorprendieron, como la adaptación del Tomb Raider original.
Incluyendo la revisión N-Gage QD, que mejoraba el diseño, Nokia vendió apenas unos 3 millones de unidades. Con la llegada de PSP y Nintendo DS en 2004, se certificó que la incursión de Nokia en los videojuegos fue una de las peores decisiones de su historia.
Sega Saturn
Saturn fue la consola que acabó con Sega, pese a que posteriormente lanzó Dreamcast con bastante más acierto. Por desgracia, Saturn dinamitó la reputación de la empresa fuera de Japón, justo cuando la primera PlayStation de Sony recibía toda la atención del público.
Sega Saturn estaba bastante menos preparada para el 3D que PlayStation o Nintendo 64, y a los jugadores les interesaban sobre todo novedosos gráficos tridimensionales. Además, el desarrollo de juegos era complicado, lo que impedía sacar todo el partido a sus capacidades.
Sega apostó mucho por conversiones de juegos de recreativas, como Virtua Fighter, Daytona USA o The House of the Dead. Pero el catálogo era pobre en otros géneros, y ni siquiera recibió un gran título de Sonic, la mascota de la empresa que rivalizaba con Mario de Nintendo.
El recibimiento de Sega Saturn en Japón no fue malo del todo, con bastantes juegos adaptados a su gusto, pero el mercado internacional la rechazó, y se vendieron menos de 10 millones de consolas, cifras mucho peores de lo esperado.
En esencia, Sega Saturn no era mala, pero la irrupción de PlayStation en el mercado la dejó en una muy mala posición, e hizo imposible para la empresa seguir en el segmento del hardware, pese al intento posterior con Dreamcast.
CD-i de Philips
La idea del Philips CD-i (siglas de "disco compacto interactivo") era aprovechar las enormes posibilidades del formato digital del CD más allá de la música. El CD-i era un reproductor para conectar al televisor que permitía ver fotos, usarlo como karaoke, mostrar presentaciones, ver vídeos (con ciertas limitaciones), ejecutar programas educativos y disfrutar de juegos.
Quizá sea un poco injusto colocar al CD-i entre las peores consolas. Es cierto que tuvo poco éxito, pero tampoco los esfuerzos de Philips respecto al gaming fueron muy elevados. Lo sorprendente es que hubo tres juegos de la saga Zelda en CD-i, y uno de Mario Bros.
Los juegos de Zelda tuvieron una calidad paupérrima, y estuvieron a cargo de equipos externos a Nintendo. En realidad, Philips solo obtuvo esta licencia como parte de un infructuoso proyecto que debería haber dotado a la SNES de un lector de CD.
CD-i vendió diversos modelos de reproductores, pensados para segmentos como el entretenimiento, agentes comerciales (para realizar presentaciones) o videojuegos. En total, colocaron poco más de 1 millón de unidades, lo que solo se puede considerar un desastre absoluto.
Nintendo 3DS (modelo original)
Nintendo DS Supuso un enorme éxito, algo que atestiguan los 75 millones de consolas vendidas. Sin embargo, el modelo original de 2011 tenía muchos problemas, hasta el punto de que merece una mención en esta lista de peores consolas.
Hemos repasado todos los modelos de Nintendo 3DS, que gracias a las revisiones como de la 3DS XL o New Nintendo 3DS se volvió una plataforma atractiva, pero en un primer momento no fue así.
Para empezar, la Nintendo 3DS de 2011 montaba una pantalla muy pequeña con un efecto 3D poco estable, que obligaba a mirarla desde un ángulo muy concreto. La portátil recibió un increíble catálogo a lo largo de su vida, pero el catálogo de lanzamiento era mediocre, sin ninguna exclusiva destacada.
A estos hay que sumar el elevado precio de 249 euros/dólares, que obligó a rebajar 80 euros tras solo 6 meses la consola. La bajada de precios y los modelos posteriores salvaron la plataforma, pero el lanzamiento inicial de 3DS fue de los peores de la historia de Nintendo.
Nintendo Wii U
El descomunal éxito de la Wii de Nintendo (101 millones de unidades vendidas) derivó en el inesperado descalabro de Wii U (13 millones). La propia presentación generó dudas sobre si era una nueva consola o un accesorio para Wii, evidenciando problemas en la comunicación de Nintendo.
Al contrario que Nintendo Switch, el mando con pantalla táctil solo se podía separar unos metros de la consola donde estaba todo el hardware. Además, la potencia de este hardware era reducida, así que el salto visual no sorprendió mucho frente a Wii.
Además, la máquina tardó demasiado en conseguir un buen catálogo de juegos. Cuando llegaron sus mejores lanzamientos incluso Nintendo había asumido el fracaso, y centraba sus esperanzas en el desarrollo de Nintendo Switch.
Por un lado, los juegos de terceros necesitaban adaptaciones para aprovechar realmente el mando táctil, y Wii U no logró el apoyo de editores externos que deseaba. Por otro lado, a los estudios internos de Nintendo les costó adaptarse a los gráficos HD (resolución 720p), y los juegos realmente interesantes de Wii U tardaron demasiado en salir.
Wii U acabó con menos de 14 millones de consolas vendidas, uno de los peores fracasos comerciales de la historia de la empresa. Sin embargo, tuvo bastantes juegos buenos en su última etapa, que por suerte han sido adaptados a Nintendo Switch.
Google Stadia
Tal vez sea un poco atrevido situar a Stadia entre las peores consolas de la historia, porque es un servicio en la nube que ejecutaba los juegos en diferentes dispositivos. En cambio, sí merece destacarse la pésima ejecución por parte de Google de un concepto sólido en lo técnico, y que en los primeros meses resultaba prometedor.
La opción de jugar en streaming, desde un servidor remoto, requería de una buena conexión de fibra, limitando el público objetivo. Pero el problema de fondo es que había que pagar por cada juego y también una cuota mensual para disfrutarlos a 4K, un modelo de negocio que no gustó demasiado a gamers.
Como tantos de los servicios que Google ha cerrado, en Stadia se hizo una enorme inversión inicial, pero pronto se recortaron los recursos. Los títulos exclusivos se cancelaron, y las adaptaciones de terceros requerían que Google pagase a los desarrolladores, pues el público potencial era reducido.
Al final, entrar a competir contra PlayStation, Nintendo y Microsoft era un reto atrevido, y Stadia no perseveró lo suficiente. Sorprenden que un gigante como Google no analizase bien el mercado, y pensara que podría hacerse un hueco de manera sencilla.
La plataforma funcionó desde finales de 2019 hasta principios de 2023, y su cierre fue una de las mayores decepciones recientes de Google.
Esta lista de las peores consolas de la historia demuestra lo difícil que es el mundo de los videojuegos. El éxito de una plataforma depende del complejo trabajo conjunto de ingenieros, artistas y gestores de los proyectos, que no siempre consigue la aprobación de la comunidad gaming.
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