Bajo el lema de "Croat, the catalan altcoin" se ha lanzado lo que se podía considerar la alternativa catalana al popular Bitcoin. Una divisa que, por su naturaleza de criptomoneda, se puede considerar neutral, pero que está relacionada con el independentismo.
La catalana Croat, al igual que otras altcoin, funciona de forma descentralizada y sin ningún regulador. Algo que permite evitar la intervención gubernamental y, en casos como el Petro de Venezuela, generar un moneda paralela a las convencionales.
Cualquier usuario puede descargarse el cliente de Croat y comenzar a minarla. No consume mucha electricidad, así que está al alcance de todos. Al menos mientras su valor sea bajo, si alcanza las cifras desorbitadas del Bitcoin la dificultad se elevará.
A día de hoy, un reducido número de comercios en Cataluña permiten pagar con Croat, pero parece dudoso que se establezca como un medio de pago catalán. Debido a su elevada volatilidad, las monedas como el Bitcoin suelen tener fines especulativos.
Sin entrar de lleno en el conflicto catalán, los creadores de Croat afirman que serán los ciudadanos de Cataluña quienes se beneficien de la criptomoneda. Dan por hecho que serán los primeros en minarla (usar sus ordenadores para generarla ellos mismos) y obtendrán beneficios según suba su precio.
A día de hoy, existe la compra-venta de monedas virtuales, y la alternativa catalana ya busca formar parte de ese mercado. Se calcula que el 90% de Croat se emitirá en unos 4 años, y se pone énfasis el anonimato de las transacciones.
Usar el eslogan de "Croat, the catalan altcoin", junto a una página web en catalán, español e inglés, deja claro que esta alternativa catalana al Bitcoin busca una atención amplia.
¿Es Croat una moneda independentista?
Croat, que fue una moneda histórica usada en Cataluña durante más de 500 años, nace al abrigo del conflicto territorial. Más allá de la ideología de sus creadores (que afirman que es diversa), la enorme libertad de una criptomoneda no deja mucho margen a ponerle objetivos.
Si Croat se populariza, será otra divisa virtual con la que se especule a nivel global, sin que ninguna empresa o institución (ni catalana ni de otro lugar) la controle. Eso sí, los Croat pre minados que se han reservado sus creadores sí podrían tener usos concretos.
Los Croat en posesión de los desarrolladores de la moneda se emplearán para mantener fuerte el servicio (aunque realmente es autónomo), y los responsables han prometido financiar acciones coherentes con su causa y realizar donaciones a ONGs.
Croat demuestra que las altcoin, ese pequeñas monedas virtuales que compiten con Bitcoin, están muy de moda, y la propuesta catalana no ha tardado en materializarse.
¿Qué opinas de Croat? ¿Se convertirá en la equivalencia catalana para el Bitcoin, o no le ves tanto potencial al "catalan altcoin"?
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