Lo que se ha dado este lunes en la Audiencia Nacional es digno de debate sobre la privacidad de los usuarios en las redes sociales, y más concretamente sobre la privacidad en Snapchat.
Resulta que se ha dado un juicio contra Aditya Verma, quien en julio de 2022 tomaba un vuelo desde Gatwick (Reino Unido) hasta Menorca. Mientras se encontraba en el mostrador de facturación, envió un mensaje a través de Snapchat a un grupo de amigos, con una foto de él y el mensaje en inglés "De camino a volar el avión (soy miembro de los taliban)".
Hacemos hincapié en que este grupo era privado, y bajo ningún concepto el mensaje llegó al público, pero, aun así, el mensaje fue captado por los servicios de seguridad de Reino Unido mientras el avión se encontraba volando sobre suelo francés, ante lo cual avisaron a las autoridades españolas.
Después de esto, un caza español escoltó al avión, como se puede ver en el vídeo bajo estas líneas, hasta que en el momento del aterrizaje Aditya Verma fue detenido y ahora se enfrenta a una posible multa de 22.500 euros y una indemnización de casi 95.000 euros para el Ministerio de Defensa por los gastos de hacer despegar el caza.
Aunque las cifras y la historia en sí es para quedarse perplejo, destaca la aparente facilidad con la que los servicios de seguridad británicos pudieron acceder al mensaje dentro del grupo privado, aunque no es la primera polémica relacionada con la privacidad en la que se ve envuelto Snapchat.
A modo de ejemplo, en 2019 saltó la noticia de que se demostró que los empleados de Snapchat podían acceder a los datos personales de los usuarios mediante herramientas internas. Tiempo después, el cifrado de extremo a extremo llegó a la app, y en teoría no deberían haber ocurrido más incidentes relacionados con la privacidad.
Sin embargo, el hecho de que la inteligencia británica haya podido acceder al contenido de un grupo privado de Snapchat despierta muchos interrogantes, aunque la mayoría fueron contestados hace años por Edward Snowden.
Este exasesor de la NSA de Estados Unidos afirmó que los servicios de inteligencia de Reino Unido habían desarrollado tecnologías capaces de obtener acceso a cualquier smartphone. Esto coincide con que el FBI confirmó que espiaba los móviles de particulares.
A este tipo de herramientas se les da el nombre de "Smurf Suite", y son capaces de encender y apagar teléfono, ubicar dispositivos con gran precisión, controlar el micrófono para escuchar conversaciones y acceder a información personal.
En cuanto a si estas "Smurf Suite" son legales, la respuesta es compleja, ya que generalmente están sujetas a regulaciones y supervisión gubernamental, estos a menudo confidenciales.
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Vía: ABC y Motherboard
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