¿Qué es un NAS y para qué sirve?

¿Qué es un NAS y para qué sirve?

Los NAS, cuyas siglas hacen referencia en español a "Almacenamiento Conectado en Red", han revolucionado la forma en que almacenamos y accedemos a nuestros datos. Sin embargo, no son pocas las personas que no conocen exactamente su concepto y funcionamiento.

Se trata de un dispositivo de almacenamiento que se conecta a la red de tu casa u oficina para permitir a varios usuarios y dispositivos acceder a los mismos archivos de manera centralizada y remota.

Por ejemplo, puede ser usado para almacenar colecciones de fotos y vídeos en un ambiente más doméstico, o para gestionar bases de datos o servidores de correo electrónico en pequeñas y medianas empresas.

Los NAS modernos están equipados con su propio sistema operativo, el cual está optimizado para tareas de almacenamiento y gestión de datos, ofreciendo una interfaz de usuario que facilita la configuración y el acceso a las diversas funciones del dispositivo.

Además, usa protocolos de red comunes, como SMB o NFS, para permitir que otros sistemas, como Windows, macOS o Linux, accedan a los archivos almacenados.

NAS vs disco duro externo sv almacenamiento en la nube

Es posible que ahora te venga a la mente un disco duro externo, y la principal ventaja de un NAS respecto a este es la ya mencionada capacidad para permitir el acceso simultáneo a los datos desde diferentes dispositivos, gracias a su conexión a una red local a través de cable Ethernet. También ofrece la flexibilidad de poder acceder a los archivos desde cualquier lugar con acceso a Internet.

Pasando ahora a compararlo con el almacenamiento en la nube, a largo plazo, un NAS puede resultarte más económico, especialmente para grandes volúmenes de datos, ya que no tendrás que pagar las tarifas mensuales asociadas con el almacenamiento en la nube. Como ejemplo, a continuación puedes ver los precios de Dropbox a día de hoy.

Imagen - ¿Qué es un NAS y para qué sirve?

Por otro lado, un NAS ofrecerá velocidades de acceso mucho más rápidas que las de la mayoría de los servicios de almacenamiento en la nube. Esto puede llegar a ser un factor muy importante si quieres usar aplicaciones que requieren un alto rendimiento, como las de edición de video en tiempo real.

Además, y aunque los proveedores de almacenamiento en la nube suelen implementar fuertes medidas de seguridad, tener un NAS te da un control completo sobre todos los parámetros de seguridad de tus datos.

Por si fuera poco, tu control sobre el NAS no se limitará solo a la seguridad, sino que, por su propia naturaleza, podrás elegir el hardware y software que mejor se adapte a tus necesidades, cosa que no ocurre con el almacenamiento en la nube, ya que te tienes que limitar a las opciones del proveedor que elijas.

¿Qué NAS elegir?

En el caso de que quieras un espacio donde todos en casa puedan guardar sus fotos, videos y documentos importantes, un NAS con 1 o 2 bahías sería suficiente, como el QNAP HS-453DX o el QNAP TS-233.

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Por otra parte, si tienes una pequeña empresa y buscas compartir archivos entre empleados, realizar backups de trabajo o gestionar correos electrónicos internos, considera un NAS con 4 a 6 bahías.

Modelos como el Synology DiskStation DS923+ o el QNAP TS-453D ofrecen un buen equilibrio entre costo y capacidad, permitiendo además posibles futuras expansiones.

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Por otro lado, la funcionalidad RAID es indispensable en este caso para protegerte contra la pérdida de datos, aunque la veremos más en detalle más adelante en este mismo artículo.

Finalmente, si manejas grandes volúmenes de datos, te convendrá tener un NAS de alto rendimiento con al menos 8 bahías, como el Synology DS1821+ o el QNAP TVS-872XT.

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Estos modelos cuentan con procesadores potentes, una gran cantidad de RAM y la opción de conectar discos duros para caché, mejorando significativamente el rendimiento.

¿Qué disco duro elegir para un NAS?

Teniendo en cuenta que un NAS está pensado para estar en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, no se puede elegir cualquier disco duro al azar.

Para usuarios domésticos que almacenan fotos, videos y documentos personales, e incluso que hacen streaming de películas o música, un disco como el WD Red es ideal.

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Este disco está optimizado para un funcionamiento suave y silencioso y tiene una buena tolerancia a las vibraciones. Además, como no podía ser de otra manera, está diseñado para estar encendido todo el tiempo.

Si tienes un NAS algo más exigente en términos de operaciones, te recomendamos un disco duro como el Seagate IronWolf, ya que está optimizado para manejar múltiples usuarios con acceso simultáneo.

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Subiendo un nivel más de exigencia, para empresas más grandes, considera el Seagate IronWolf Pro o el WD Red Pro, que ofrecen velocidades más altas y mayor capacidad de carga de trabajo.

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Cómo se configura un NAS

Aunque te recomendamos que revises el proceso de configuración específico de cada NAS para evitar errores, la mayoría de ellos suelen tener un proceso similar, el cual te enumeramos a continuación:

  1. Conecta el NAS a tu router o switch mediante un cable Ethernet. Luego, enciende el NAS.
  2. Si tu NAS viene sin discos, necesitarás instalarlos. Asegúrate de que son compatibles y están correctamente insertados en las bahías.
  3. Utiliza un PC conectado a la misma red para acceder a la interfaz de administración del NAS, la cual se suele encontrar en una dirección web proporcionada por el fabricante.
  4. Asigna una dirección IP estática o configura DHCP para que el NAS sea fácilmente accesible dentro de la red.
  5. Configura cómo se organizarán tus datos en el NAS mediante la creación de volúmenes y la asignación de permisos para carpetas compartidas.

Consejos para tener un NAS seguro

Estos son, a nuestro juicio, las características primordiales de un NAS seguro:

  1. Utiliza contraseñas fuertes para las cuentas de usuario y cámbialas regularmente.
  2. Activa el cifrado en tu NAS para proteger los datos almacenados.
  3. Mantén el sistema operativo de tu NAS y sus aplicaciones actualizados.
  4. No olvides crear copias de seguridad regularmente para proteger tus datos contra pérdidas accidentales o amenazas, como pueden ser los ataques de ransomware. Una manera creativa y eficaz de gestionar las copias de seguridad es siguiendo la regla 3-2-1: tres copias de tus datos, en dos medios diferentes, y una copia remota.

Como mencionamos antes, otra manera de proteger los datos de tu NAS es haciendo uso de la tecnología RAID, especialmente si ocurre algún fallo en uno o más discos, dependiendo del nivel de RAID elegido:

  1. RAID 0 mejora el rendimiento al distribuir los datos entre varios discos, pero no ofrece redundancia.
  2. RAID 1 crea una copia exacta de los datos en dos discos, ofreciendo alta redundancia.
  3. RAID 5 y RAID 6 proporcionan un buen equilibrio entre rendimiento, capacidad y redundancia, permitiendo la pérdida de uno o dos discos respectivamente sin afectar los datos.

Otros usos de los NAS

Los NAS modernos ofrecen mucho más que simple almacenamiento de archivos, y a continuación te vamos a dar varios ejemplos de servicios que puedes instalar para hacer de tu NAS un dispositivo más versátil:

  1. Aplicaciones como Plex o Emby pueden transformar un NAS en un servidor multimedia para organizar y transmitir videos, música y fotos a dispositivos compatibles dentro de tu red doméstica.
  2. Los NAS pueden manejar descargas de archivos, torrents, incluso sin tener un PC encendido, lo que ahorra energía y recursos.
  3. Pueden configurarse para realizar backups automáticos de tus dispositivos.
  4. Algunos NAS soportan suites de oficina en la nube, permitiendo la colaboración en tiempo real sobre diferentes documentos.

Con todo esto, seguro que ya tienes más idea sobre qué es un NAS, cómo funciona y otros aspectos interesantes sobre ellos.

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