Si eres usuario de la popular red social con enfoque profesional deberías revisar tu seguridad. Y es que se han filtrado 117 millones de contraseñas de LinkedIn. Quizá lo más grave no sea la gran cantidad de datos robados, sino que han sido obtenidos en el 2012. Al parecer, en aquel entonces LinkedIn no supo que estas cuentas estaban en peligro, y no pudo actuar al respecto.
Lo peor es que las contraseñas de LinkedIn robadas se encuentran a la venta en la Deep Web, la parte oscura de Internet. Se piden 5 bitcoins por ellas, un poco más de 2.000 euros. Las ha conseguido un hacker ruso, que ya en el 2012 había hecho públicas 6 millones de contraseñas. Lo que se desconocía es que guardaba la mayor parte de ellas.
Con esta información (nombres de usuario y contraseñas) es posible acceder a muchas de estas cuentas. Y es que los datos se encuentran cifrados, pero el 90% han sido comprometidos. Así que el hackeo de LinkedInd resulta muy serio, y puede poner en una posición delicada a un red social que se basa en la seriedad y la profesionalidad.
Por su parte, LinkedIn ha indicado que en el 2012 tomó todas las medidas necesarias para devolver la seguridad a las cuentas afectadas. Creen que las nuevas contraseñas filtradas provienen de aquel entonces, y van a actuar para asegurarse de que el problema se soluciona, lo que incluirá cambios de contraseñas obligatorios para los usuarios.
¿Cómo responder al hackeo de LinkedIn?
Ahora mismo, lo mejor es cambiar nuestra contraseña de LinkedIn sin perder ni un minuto. Si usamos esa contraseña en otras páginas, resultaría buena idea hacer lo mismo. No es algo cómodo, pero representa la opción más sensata. Está claro que la seguridad supone un problemas, incluso empresas españolas como El Corte Inglés han sido hackeadas, con resultados comprometedores.
Así que, ante esta filtración de 117 millones de contraseñas en LinkedIn, debemos extremar las precauciones. Es importante fijarnos en dónde introducimos nuestros datos personales, mantener nuestros equipos libre de software malicioso y evitar compartir contraseñas entre distintos servicios. Aún así, nada evita que sea la propia empresa la que sufra un robo de información.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te preocupa que hayan conseguido tu contraseña de LinkedIn, o no te preocupa el hackeo?
Vía: The Next Web
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