Grindr es una app para ligar destinada al público gay, una especie de Tinder, muy popular entre su comunidad. El problema es que Grindr comparte con terceros si los usuarios tienen VIH, a pesar de lo delicado del tema.
Justo tras estallar el escándalo de privacidad de Facebook llega una investigación de la ONG noruega SINTEF, que indica que Grindr comparte el estado de VIH de sus usuarios con Apptimize y Localytics, dos servicios para optimizar aplicaciones.
Grindr indica que estos los datos nunca fueron vendidos, solo se transmitieron de forma segura cuando fue necesario para mejorar la app. Pero es poco responsable compartir datos sobre el VIH, incluso para una aplicación gay.
¿De dónde saca Grindr los datos del VIH?
Grindr permite contactar con otros usuarios, ordenados por proximidad geográfica. Aunque es tan popular que hay quien la usa para buscar pareja o amigos, tiene bastante enfoque hacia las citas rápidas, y permite indicar muchos detalles para asegurar la compatibilidad.
Alternativas como Tinder dejan escoger cualquier género, pero Grindr lleva la diversidad más allá, y también da visibilidad al VIH. Los usuarios pueden indicar si son positivos, negativos o no rellenar este campo.
Grindr también permite mostrar la fecha de la última prueba de VIH (y establecer un recordatorio para la próxima) o indicar si se toma PrEP, un tratamiento preventivo contra el VIH usado en la comunidad gay.
Aunque muchos usuarios incluyen estos datos con naturalidad, no les gusta la idea de que se compartan y formen parte de ficheros de otras empresas, donde el control de la información se pierde. Otras apps de ligar sufrieron polémicas por casos mucho menos graves.
Demasiados datos compartidos
Junto a los detalles que comparte Grindr hay direcciones de email, el identificar de cada móvil y la ubicación geográfica. Todos esto permite identificar a los usuarios, como demostró Uber en su momento, incluso aunque en su perfil opten por no indicar su nombre ni añadir fotos.
Dado que siguen existiendo prejuicios respecto a ser gay y al VIH, esta información podría resultar perjudicial para quien la haya añadido a Grindr confiando en su privacidad. Además, todo apunta a que la transmisión no está cifrada, así que hackearla no sería complicado.
Grindr ha confirmado que ya no comparte información de si los usuarios tienen VIH, pero su trono de la app gay más popular podría verse afectado tras estos problemas, dado que existen otras alternativas en el mercado.
¿Qué opinas del tema? ¿Una app gay puede tratar los datos del VIH con mayor libertad, o esa clase de información debe recibir siempre una especial protección?
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