Los televisores de LG son muy populares, y tienen sus atractivos, pero ahora toca repasar las características que les faltan a los televisores LG. Si vamos a renovar nuestra tele, es importante conocer tanto las desventajas como los puntos fuertes.
LG es el segundo mayor fabricante de televisores a nivel mundial, con una cuota de mercado casi idéntica a TCL. Una posición en disputa, pues los televisores de TCL no han dejado de acercarse en cuota a los de LG durante los últimos años, hasta igualarla a finales de 2022.
Este artículo, con algunas características que echamos en falta en los televisores inteligentes (smart TV) de LG, explica en buena parte este declive, y será útil si pensamos un comprar un nuevo modelo para nuestra casa.
Android TV
No podemos negar que webOS es un buen sistema operativo para Smart TV y, junto a Tizen de Samsung, son los únicos que siguen plantando cara a Android TV de manera competitiva.
En cambio, algunos usuarios pueden echar en falta la capa Google TV sobre Android TV, cada vez más completa e interesante. Otras marcas están apostando por Android TV, con o sin Google TV, incluyendo TCL, Xiaomi, Philips o Sony, en vez de software propio.
Mejor integración con asistentes de voz
Los televisores se han convertido en el centro del hogar inteligente, y LG incluye una app para controlar algunos dispositivos, principalmente de la propia marca. El problema surge por una muy mala integración con los asistentes de voz de terceros, que son los más empleados.
Si disponemos de un altavoz Amazon Echo, probablemente no podremos utilizarlo para controlar el televisor. En primer lugar, porque la integración con Alexa en español es limitada, con muchos menos comandos que en inglés. Lo que es peor, esas pocas órdenes básicas fallan en muchas ocasiones.
De hecho, la skill de LG para Alexa tiene una bajísima valoración de 1,5 estrellas por parte de los usuarios, indicativa de lo insatisfechos que están:
Desde luego, es un punto en contra de LG, pues las características relacionadas con el smart home son importantes, y no se deberían descuidar de tal manera.
Gaming en la nube más completo
El streaming de videojuegos cada vez es más popular, lo que permite jugar directamente desde el televisor, sin conectar una consola y un PC. Basta enlazar un mando por Bluetooth y contar con una buena conexión a Internet para disfrutar de una calidad muy digna.
Por desgracia, la exclusiva de Xbox Game Pass con Samsung en televisores deja a LG en una posición débil en cuanto al juego en la nube. Xbox ofrece el mejor servicio, en la tienda de webOS disponemos de Amazon Luna y Nvidia GeForce Now, que siguen mejorando, pero no están al mismo nivel.
Diseños más sofisticados (y con sentido)
Un aspecto en el que Samsung tomó la delantera es detectar que ciertos usuarios dan tanta importancia a la estética del televisor como a la calidad de imagen o sonido. Por ello, vende modelos con marcos intercambiables como un cuadro, con patas al estilo de un caballete, o con pantalla giratoria, entre otros.
LG ha seguido sus pasos, pero no al nivel que se esperaría de una marca de este tamaño. Su propuesta más interesante es LG OLED Evo Posé, un televisor con patas al estilo caballete, acabado en materiales textiles, que realmente se ve atractivo.
El LG OLED Evo Gallery Edition es un modelo pensado para colgar en la pared, pero que no aporta mucho en diseño. Aquí acaba la limitada línea "lifestyle" ("estilo de vida") del fabricante, pues el Evo Gallery Easel, pensado para apoyarse en una pared, solo llegó a algunos mercados.
Actualmente fuera de stock, en 2021 lanzó LG OLED TV R, un televisor enrollable espectacular, pero con un precio de casi 100.000 euros que lo limitaba demasiado.
Mando a distancia más cuidados
Cuando gastamos más de mil de euros en comprar un televisor OLED de gama alta, esperamos que los detalles estén cuidados, y el mando a distancia es importante, porque lo utilizaremos a diario para interactuar con el dispositivo.
El mando a distancia LG Magic Remote no está nada mal para los televisores de gama media, pero se siente fuera de lugar en los modelos de gama alta, como los OLED Evo. A nivel funcional es interesante, con un puntero por movimiento al estilo de Nintendo Wii, pero los acabados son solo correctos, y la disposición de botones no es muy intuitiva.
La marca tiene un Magic Remote Premium, con acabados metálicos, del que básicamente ningún comprador disfruta. Solo viene incluido en los modelos Signature, con precios de decenas de miles de euros, una decisión difícil de comprender.
Otros competidores tienen mandos más interesantes. Por ejemplo, en televisores de gama alta hay modelos con acabados superiores, e innovaciones como la carga solar o mediante radiofrecuencia, que evitan depender de las pilas.
Incluso en la gama media, muchos televisores traen dos mandos. Uno tradicional, con abundantes botones, y otro simplificado, pensando en las modernas Smart TV. Una política que no parece gustar a LG, y que la deja en desventaja.
Formatos innovadores, pero algo extraños
La división de televisores parece haber heredado uno de los puntos más polémicos de la ahora malograda división de móviles: crear productos innovadores con rasgos distintivos, pero que en conjunto no acaban de convencer, y cuyo potencial de ventas es limitado.
La idea de LG StanbyMe es llamativa, un televisor sobre un soporte con ruedas, adaptable en altura, y con una batería de hasta 3 horas. LG StanbyMe Go resulta similar, solo que está pensada para llevar la TV a cualquier lado en un maletín, que cabe en un coche.
Al final, un televisor con batería es un producto muy de nicho, y un tanto extraño, que dudamos que vaya a conseguir establecerse como una categoría popular.
Otro ejemplo es el LG OLED Flex, un televisor para gaming flexible, que puede pasar de curvo a plano con solo tocar un botón. Un sorprendente despliegue tecnológico, con un precio elevadísimo para una función que no aporta mucho en la práctica, pese a ser vistosa.
El OLED pierde ventaja frente al MiniLED
Buena parte del atractivo de los televisores de la marca surcoreana es de LG Display, la división que fabrica unos excelentes paneles OLED de gran formato. De hecho, marcas como Sony o Philips compran paneles OLED a LG, y hay rumores de que Samsung hará lo mismo, insatisfecha con sus diseños propios.
Los paneles OLED ofrecen increíbles contrastes, negros profundos, colores vivos y tiempos de respuesta bajos. Son capaces de ajustar el nivel de brillo de cada pixel, o apagarlo, evitado el blooming o los negros grisáceos de los televisores con retroiluminación LED.
LG ha presumido durante años de liderar en calidad visual gracias al OLED, pero los nuevos paneles MiniLED son una alternativa cada vez más dura. Aunque LG ofrece MiniLED bajo la marca QNED, en este segmento tiene rivales muy duros, sobre todo TCL.
Un MiniLED monta cientos de fuentes de luz en la trasera, lo que no permite un contraste tan preciso como un OLED, pero tiene otras ventajas: el brillo máximo es mayor, no hay problemas de durabilidad y se pueden fabricar televisores muy grandes a precios razonables, mucho mejores que con OLED.
Si sigue la tendencia de años anteriores, los paneles MiniLED de TCL podrían hacer que LG pierda su posición de segundo fabricante mundial de manera definitiva.
En resumen, a los televisores LG les faltan ciertas características importantes, y la marca debería trabajar al respecto. Tras su salida el segmento de los smartphones, no se puede permitir otro fracaso, pues buena parte de su negocio depende de las TVs.
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