¿Cartucho o depósito de tinta? Después de probar esta impresora Epson, lo tengo clarísimo
Las impresoras domésticas siempre han sido fuente de quebraderos de cabeza. Por eso me ha sorprendido comprobar que una impresora de depósito de tinta supone una mejora clave respecto a los habituales cartuchos que emplean la mayoría de los modelos.
Tras haber probado una Epson EcoTank ET-2870, me he dado cuenta de que imprimir en casa puede ser más cómodo y asequible de lo que pensaba. Porque uno de los grandes problemas de los cartuchos es el disparatado precio por página.
La premisa es sencilla: la impresora tiene un depósito, que rellenamos mediante botellas de tinta de cada color. Parece menos avanzado tecnológicamente que los cartuchos, pero es un claro ejemplo de que, a veces, lo simple es mejor.
Al fin, tinta a un precio razonable
El gran problema de los cartuchos es su precio astronómico, junto a una capacidad limitada, que además hace que se agoten en el peor momento.
Los fabricantes hablan de supuestas ventajas, como que permiten estrenar cabezales de impresión nuevos con cada cartucho, pues van integrados. Algo que suena a una excusa para cobrarnos más, y que aumenta el impacto ambiental de los consumibles.
En la práctica, un juego de cartuchos de marcas como HP puede costar cerca de 30 € por unos miserables 5 ml de tinta, que alcanzan para unas 100 páginas en negro y unas 120 páginas en color.
Por menos de 35 € tenemos un pack con cuatro botellas de tinta EcoTank (una por cada color) que suman más de 250 ml. Alcanzan para unas 4.500 páginas en negro o unas 7.500 páginas en color.
Hablamos de un 90% de ahorro con el depósito de tinta. Por no hablar de que la mayor duración hace mucho menos probable que nos quedemos sin la posibilidad de imprimir en el peor momento.
Un sistema de funciona bien (para variar)
Otro aspecto importante es que las impresoras Epson no acaban con nuestra paciencia en el día a día. Su software está bastante bien, no es muy puntero en ordenadores, pero la app móvil sí nos ha gustado.
Esto contrasta con otras marcas, cuyo software solo da problemas incomprensibles, y nos hace perder el tiempo.
Por otro lado, el sistema para recargar la tinta es intuitivo, limpio y está muy pensado. Se recurre a unos tapones antigoteo, que además impiden que introduzcamos la tinta en el depósito del color incorrecto, o que lo llenemos en exceso.
El único problema de una impresora de depósito de tinta es que el coste inicial es algo superior. Por ejemplo, la EcoTank ET-2870 sale por algo menos de 200 €, pero hay que pensar que incluye tinta para más de 10.000 de páginas (alrededor de tres años de impresión, según Epson).
A medio plazo, ahorraremos en tinta y en quebraderos de cabeza. Mi opinión es clara: las impresoras de depósito de tinta son el futuro, y demuestran que una solución tecnológicamente superior como los cartuchos puede ser bastante inferior en la práctica.
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