La tecnología ha ayudado a impulsar muchos sectores e industrias, lo cual es, obviamente, positivo. Sin embargo, resulta especialmente gratificante cuando esta, a través de la domótica, es capaz de ayudar a personas con discapacidad.
Estos usuarios en concreto son los que más desean disfrutar de los últimos avances de la domótica para hacer su día a día más llevadero y cómodo, y esto puede verse en diferentes partes y situaciones del hogar y en edificios en los que la accesibilidad es una prioridad.
Puertas automáticas
Estas puertas se pueden abrir y cerrar sin que sea necesario empujar o tirar de ellas, lo que es de gran ayuda para quienes van en silla de ruedas o no pueden hacer fuerza con los brazos.
Funcionan mediante sensores o cámaras para detectar la presencia de una persona cerca de la entrada. Al detectar movimiento o la cercanía de alguien, un mecanismo automático acciona la puerta para abrirla o cerrarla.
Este sistema puede ser activado por los ya citados sensores de movimiento, pulsadores de fácil acceso, tarjetas de proximidad o incluso a través de comandos de voz. Principalmente, existen cuatro tipos de puertas automáticas:
- Correderas: Se deslizan horizontalmente y son ideales para espacios donde el área frente a la puerta es limitada. Se suelen usar en supermercados y otras tiendas.
- Batientes: Estas puertas se abren hacia adentro o hacia afuera, similares a las puertas tradicionales, pero automatizadas, lo que las convierte en las candidatas perfectas para el hogar.
- Giratorias: Son comunes en entradas de hoteles y grandes edificios y cuentan con varios segmentos que giran alrededor de un eje central.
- Plegables: Se doblan en secciones mientras se abren, lo que las hace útiles en lugares con espacio reducido a los lados.
Está claro que tener puertas automáticas en un hogar con personas discapacitadas minimiza el riesgo de accidentes innecesarios, lo que las convierte en un objeto indispensable.
Asistentes de voz
Los asistentes de voz son la piedra angular de muchos hogares automatizados, ya que son capaces de controlar aparatos del hogar, gestionar tareas personales y acceder a información sin necesidad de usar las manos.
En el caso de personas discapacitadas, pueden beneficiarse de esta tecnología para:
- Encender y apagar luces, ajustar el termostato, o manejar dispositivos, todo por comandos de voz.
- Organizar calendarios, establecer alarmas, y recordar citas o tomar notas sin necesidad de escribir.
- Poder enviar SMS o realizar llamadas simplemente dictándolo al asistente.
- Reproducir música, audiolibros, o cadenas de radio solo usando la voz.
- Buscar noticias, el pronóstico del tiempo, resultados deportivos o cualquier otra consulta.
Los modelos más populares de asistente de voz son Amazon Echo o Google Home, y también el Apple HomePod, con Siri integrado.
Alarmas visuales y auditivas
Estas alarmas están hechas para adaptarse a diferentes necesidades y discapacidades, y pueden ser visuales o auditivas.
En el caso de las visuales, destacan las luces estroboscópicas, que son las más potentes en general, y pueden ser usadas para que se enciendan cuando llaman al timbre y la persona tiene una discapacidad auditiva. Asimismo, también existen las luces LED intermitentes o los paneles luminosos, para mostrar mensajes escritos.
En cuanto a las alarmas auditivas, son populares las sirenas de altos decibelios, que suelen contar con tonos y frecuencias diferentes para que sean escuchadas por la persona en cuestión.
Este complemento domótico es muy importante a tener en cuenta a la hora de adaptar un hogar, ya que pueden ser fundamentales como alertas de emergencia en caso de incendio, fugas de gas u otros accidentes. También pueden servir como aviso en caso de puertas o ventanas que hayan quedado abiertas.
Además, pueden ser útiles para padres con discapacidad auditiva que están cuidando un bebé y no son capaces de distinguir cuando llora, por ejemplo.
Sensores de movimiento
Hay una gran variedad de sensores de movimiento que utilizan diferentes tecnologías para detectar movimiento. Los más comunes son:
- Infrarrojos Pasivos: Detectan cambios en la radiación infrarroja, que es emitida por el calor corporal de personas y animales. Son los más utilizados en interiores.
- Microondas: Emiten ondas de microondas y miden el reflejo que regresa al sensor. Pueden cubrir áreas más grandes y detectar movimiento a través de objetos finos.
- Ultrasónicos: Emiten ondas sonoras de alta frecuencia y detectan cambios en el eco que regresa. Son efectivos en áreas donde los sensores infrarrojos podrían fallar.
Estos sensores de movimiento tienen multitud de usos prácticos, como activar luces al detectar movimiento, activar alarmas o cámaras de seguridad, o incluso detectar la presencia de alguien para ajustar la iluminación o climatización.
Así, las personas con discapacidad no necesitan buscar interruptores o botones, además de que favorecen el ahorro de energía.
Termostatos inteligentes
Los termostatos inteligentes incorporan tecnología moderna para ajustarse automáticamente a las preferencias del usuario, aprender hábitos de uso y mejorar el consumo energético.
Se conectan a Internet, pueden integrarse con otros dispositivos domóticos, y pueden controlarse de forma remota a través de aplicaciones móviles o asistentes de voz.
La mayoría de ellos monitorizan la temperatura y la humedad e incluso integran algoritmos de aprendizaje y sensores de presencia para conocer las rutinas y preferencias del usuario y así ajustar automáticamente la temperatura.
Por otro lado, también pueden ser programados para encenderse a las horas que decida el dueño de la casa o incluso seleccionar qué radiadores de qué habitaciones se encenderán durante ciertas horas.
Cortinas y persianas automatizadas
Algo tan sencillo como abrir o cerrar las cortinas o bajar o subir las persianas puede llegar a ser un problema diario para personas con movilidad reducida, pero la domótica les permite realizar estas tareas sin estrés ni esfuerzo.
Estas funcionan mediante mecanismos motorizados que permiten abrirse y cerrarse a través de controles remotos, aplicaciones móviles, o comandos de voz. Asimismo, algunos modelos incluyen sensores de luz que ajustan automáticamente las cortinas o persianas según la luminosidad exterior. También se pueden programar horarios específicos para su apertura o cierre.
Estas son las principales formas en las que la domótica ayuda a personas con discapacidad, dejando claro que la tecnología no está solo hecha para el entretenimiento, el emprendimiento o la gestión de servicios, sino también para algo tan fundamental como mejorar el día a día de personas con movilidad reducida.
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