"Alexa, ¿podrías ser más lista?" Gracias a la IA, los asistentes de voz pueden tener sentido
El estreno de los asistentes de voz en 2011, con Siri de Apple haciendo de avanzadilla, nos dejó a todos asombrados... hasta que empezamos a probarlos más a fondo, y descubrimos sus considerables limitaciones.
Sin embargo, la inteligencia artificial puede volver increíblemente útiles los asistentes de voz. Hablamos de la IA que emplea modelos de lenguaje natural grandes (LLM, por sus siglas en inglés), como los de ChatGPT, Copilot o Google Gemini.
Actualmente, asistentes como Siri, Alexa o Google Assistant dejan mucho que desear. Se confunden en órdenes simples para controlar nuestro smart home, no reconocen una canción poco popular cuando se la pedimos, y cualquier error de pronunciación les impide entendernos.
Por su parte, si pedimos consejos, información general o ideas a los asistentes, la cosa es muchísimo peor. En estos casos, recurren a bases de datos un tanto genéricas, y rara vez nos ayudan en lo que les preguntamos.
Los modelos de lenguaje natural permiten respuestas mucho mejores en la mayoría de los casos. Es cierto que la IA sigue dando respuestas fantasiosas o inexactas a muchas preguntas, incluso con consejos peligrosos, pero el avance frente a los asistentes actuales es claro.
En esencia, la IA es capaz de usar todo el conocimiento de Internet para sus respuestas (muchas veces sin permiso de los creadores), a una velocidad propia de la contestación de una persona real.
Siri y Google Assistant ya están evolucionando
La evolución de los asistentes de voz tiene bases sólidas, porque los comandos de texto natural de las herramientas de IA son muy sencillas de adaptar. ChatGPT ha apostado desde el principio por un formato de conversación y, tras su lanzamiento, tardó poco en que ser utilizable mediante comandos de voz.
Es posible hablar con la app de ChatGPT de manera natural. No es lo que sus creadores están potenciando más, pero tampoco se olvidan de esta posibilidad, como demuestra el nuevo modo de voz avanzado de ChatGPT.
Las grandes tecnológicas han reaccionado rápido a la revolución de la inteligencia artificial. En iOS 18 se ha mejorado de manera considerable la respuesta de Siri, y sabemos que Apple Intelligence es la gran prioridad de la empresa de cara al futuro, pese a que ahora mismo está por detrás de sus rivales.
Por su parte, el modo conversación de Gemini Live es una realidad hace meses. Dado lo amplio del ecosistema de Google, probablemente será el primer encuentro de muchas personas con un asistente de nueva generación, sea en Android, o en dispositivos que lo incluyan más adelante, como Smart TV, altavoces inteligentes o incluso coches.
Por su parte, también Meta AI está avanzando, aunque sea menos visible. Por desgracia, los problemas de Meta para cumplir las regulaciones europeas de privacidad lo han retrasado en España, así que aún no lo podemos emplear en WhatsApp ni Facebook.
Copilot está menos centrado en la voz, y... ¿Remarkable Alexa?
Por su parte, Microsoft Copilot se basa en ChatGPT, así que crear un asistente de voz avanzado no les supondría un problema. De hecho, en la app de móviles funciona muy bien el control por voz, pero en los ordenadores Windows lo habitual es interactuar con texto.
Desde el desastre del asistente de voz Cortana, la apuesta de Microsoft en este segmento se ha diluido, pero tiene la tecnología para volver con fuerza cuando desee.
Hay rumores de que Remarkable Alexa será la versión potenciada por la IA. El nombre no es definitivo, ni tampoco parece claro el modelo de negocio, pues las filtraciones apuntan a que Amazon querría cobrar un extra por esta versión, a modo de suscripción mensual.
Desde luego, el asistente de los altavoces y pantalla inteligente Amazon Echo necesita mejoras, pero no está claro que los usuarios las valoren tanto como para pagar por ellas.
En cualquier caso, es cuestión de poco tiempo que los asistentes de voz se vuelvan mucho más inteligentes y útiles. Con los modelos de lenguaje natural en plena efervescencia, pronto hablar con ellos será igual de cómodo que emplear comandos de texto.
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