El iPhone, ese smartphone amado por muchos y odiado por otros tantos, pero concretemos más, el iPhone 7, un dispositivo que parece haber causado sensación en silencio, y es que pese a haber sido tan polémico parece ser que no hemos reaccionado aún a su llegada.
Lo tenemos, tenemos finalmente el iPhone 7, ese dispositivo del cual ni había ni hay apenas stock según todos los medios, y es que si bien es cierto que lo tenemos, también lo es que no ha sido fácil conseguirlo.
Pero vamos a lo interesante, con iPhone 7 en mano intentaremos explicar nuestras primeras impresiones sobre este dispositivo, el mejor iPhone de Apple hasta la fecha.
Amor a primera vista
El iPhone nos ha sorprendido con un diseño precioso año tras año, y con el iPhone 6, salvo en algunos detalles, nos enamoraron del todo.
Pues esta vez no iba a ser menos, y es que el iPhone 7 comparte diseño con sus antecesores, el iPhone 6 y el 6s, si bien es algo que nos gusta, también es algo que se le está reprochando mucho a Apple, ya que nos tiene acostumbrados a un cambio de diseño cada vez que el número sube, ¿se le habrán acabado las ideas a Jonathan Ive?
Bromas aparte el diseño del iPhone 7 es francamente precioso, en nuestra ocasión disponemos del Negro Mate, uno de los dos nuevos colores exclusivos del iPhone 7 (junto al Negro Brillante) que vienen a reemplazar al no tan negro Gris Espacial.
El iPhone 7 es por fuera lo que el iPhone 6s debió ser, es Apple escuchando a los usuarios quejarse de las llamativas bandas de las antenas del dispositivo, del Gris Espacial con un color no tan negro como ellos lo pintaban en la web, y del bulto de la cámara, que si bien no han eliminado, al menos esta vez es “justificable” por su interior.
A todo eso le sumamos que el iPhone 7 lleva aquel intento de resistencia al agua que tuvo el iPhone 6s un paso más allá, consiguiendo la certificación IP67 (y en algunos casos avistados por YouTube, consiguiendo llegar a los 6 metros de profundidad sin despeinarse).
De salto generacional a doble S
Casi parece mentira que este iPhone sea el iPhone 7, dadas las mejoras con las que cuenta y la gran cantidad de rasgos del diseño que comparte con sus antecesores, casi sería más justo llamarle… ¿iPhone 6ss?
El iPhone 7 se puede distinguir de sus antecesores, los nuevos colores, la diferente cámara, los dos LEDs más del flash, las bandas reducidas, el botón sensible a la presión, y un montón de diferencias que ya quedan reservadas a los que realmente las conozcan, y es que pese a compartir muchos rasgos con sus versiones anteriores, es digno de llevar el nombre de una nueva generación.
El iPhone 7 es rápido y versátil, es casi todo lo que cabría esperar de una nueva generación, resistente al agua, sonido estéreo, potencia inagotable (no hay ninguna aplicación en toda la App Store capaz de poner al chip A10 Fusión en apuros, aunque tampoco la hay para el chip A9), una batería ligeramente mejorada y una pantalla con mejores colores, prácticamente estas son las diferencias más destacables de esta nueva generación.
El adiós a Jack y el hola al futuro
Con el iPhone 7 hemos perdido a un amigo, un amigo que nos ha acompañado desde muchos años, unos 100 de hecho, hablamos del conector Jack, este conector que permitía la entrada y salida de audio (así como de agua, polvo y demás) ha desaparecido en esta nueva generación, un conector al que sinceramente no echaré de menos.
Y es que el futuro es inalámbrico, quien utilice auriculares con Jack podrá hacer uso del adaptador de Lightning a Jack incluido en el paquete, quien utilice los EarPods dispondrá de unos nuevos en la caja que funcionarán con este puerto, más versátil, potente y delgado, y quien no utilice ningún puerto ni se enterará de la desaparición de este, ya que en mi caso, haciendo uso de auriculares Bluetooth desde hace ya unos meses, he de decir que no echo en falta en absoluto a nuestro viejo amigo Jack.
De hecho, estoy contento por su marcha, y es que a veces hay que decir adiós al pasado para dar paso al futuro, y Apple (pese a no ser la primera, algo innegable), ha tenido el valor de lanzarse a la piscina, quizás por eso se aseguraron de conseguir la certificación IP67.
Pequeños cambios internos
En los días que llevamos utilizando el iPhone 7, he de decir que es casi como utilizar el iPhone 6s, de hecho apagado se parece tanto que Apple decidió imprimir el reverso del iPhone en la caja de este nuevo dispositivo, ya que de haber impreso el frontal nadie sabría diferenciarlos.
Pero los cambios vienen en los pequeños detalles, iOS 10 funciona a las mil maravillas con el iPhone 7, la pantalla hace un trabajo estupendo, sobretodo en los videojuegos o películas de animación, donde más variedad de colores veremos, el nuevo panel con “amplia gama cromática” es una delicia para nuestros ojos.
La cámara, al fin, ya no produce esas fotos movidas cuando la gente que, como yo, no tiene pulso de cirujano, al disponer de estabilización óptica de imagen, permitiendo tomar fotografías con mayor nivel de detalle, sobretodo de noche, y unos vídeos que prácticamente te dejan inmóvil.
Lo más llamativo, o a lo que más cuesta acostumbrarse, es quizás el nuevo botón TouchID, un botón que pasa de ser un pulsador físico a ser un sensor de presión, llevando el 3D Touch a todo el frontal y deshaciéndose de otro punto clave desde donde podría entrar agua al interior.
He de decir, que pese a que me ha tomado un par de días acostumbrarme a no estar pulsando algo (y aún hoy me sigue pareciendo extraño en algunos momentos), la evolución del TouchID ha sido satisfactoria, y es que no solo es un botón más sensible ahora que sabe en todo momento cuando lo presionas, sino que el lector de huellas, por algún motivo, ha ganado mucho en precisión, tanto que me es imposible abrir la cámara sin desbloquear el terminal (salvo que utilice el botón lateral), ya que antes de despertar la pantalla el lector de huellas ya me ha reconocido, y con un índice de acierto sorprendente, incluso teniendo las manos ligeramente húmedas.
Su pantalla, un 25% más brillante según Apple, es un todoterreno, y es que salir al exterior con el sol iluminando directamente la pantalla ya no es un problema para utilizar cómodamente tu dispositivo sin tener que ajustar nuestros ojos como si sospecháramos de el.
A oscuras, sin embargo, en su brillo mínimo, la pantalla sigue teniendo un límite que nos gustaría ver reducido, aunque también es cierto que de hacerlo más perderíamos percepción de colores y detalles, por ahora Night Shift hace el apaño por las noches.
Conclusión
El iPhone 7 es la evolución natural del iPhone 6s, es más potente (de hecho bastante más), más eficiente, tiene mayor autonomía, es resistente al agua, tiene una pantalla más brillante y con mejores colores, un diseño más pulido y una cámara bastante mejorada (muy especialmente en condiciones de baja luminosidad).
El botón es cómodo y moderno, disponemos al fin de audio estéreo (aunque se haga el truco de potenciar el altavoz de llamadas para utilizarlo como segundo), el lector de huellas es mucho más preciso y en definitiva, como dice Apple hace todo lo que tu anterior iPhone hace, pero mejor.
Si tu iPhone es un 6 o anterior, el cambio lo vas a notar mucho, si por el contrario eres poseedor de un iPhone 6s, creemos que puedes aguantar un año más, ya que lo que viene siendo innovar, este iPhone no innova en nada.
Las experiencias, eso sí, son muy buenas, como era de esperar, y vamos a someterlo a usos prolongados, días y días de estrés y pruebas para traeros un análisis más enfocado a sacar sus ventajas y desventajas, y situarlo donde corresponda frente a la competencia.
Y tú, ¿te has comprado el iPhone 7?
Imagen: Marc Colilla / Galería
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