Se avecina una subida de precio del iPhone por culpa de los aranceles, pero tiene como contrapartida un aspecto positivo que nadie podría imaginar. Y es que podría darse el caso de que el resto de los fabricantes de móviles se beneficiarían de esta situación tan excepcional.
Cuando un país impone aranceles a productos que provienen de otros países, significa que todas las importaciones realizadas desde esas regiones deben asumir un coste extra al entrar en el país que ha impuesto el arancel. Es decir, se les ponen trabas a los productos importados.
Y en las últimas semanas hemos visto una auténtica guerra arancelaria. Por un lado, Donald Trump imponiendo elevadísimos aranceles a China con lo que ello supone (en menor medida a la Unión Europea), y por otro, la situación justamente contraria con China.
Es decir, imponiendo también aranceles a la par de Estados Unidos. Pero para este último país, puede suponer una auténtica catástrofe, como ahora podrás comprobar.
Ya hemos visto las primeras consecuencias de lo que pueden ocasionar los aranceles, una subida de precio en la PlayStation 5 en España, algo inédito. Parece evidente que esta subida de coste está relacionada con esa "barrera fiscal", aunque no lo digan explícitamente.
La clave, las fábricas de China
La clave se encuentra en las fábricas donde se hacen los dispositivos de Apple, que se crean mayormente en China a través de lo que se conocen como socios tipo Foxconn o similares. Allí se fabrican la gran mayoría de iPhone y dispositivos de Apple y esto es un problema.
¿Por qué? Porque al haber altos aranceles, importar toda esa tecnología fabricada en China a Estados Unidos será ahora muy caro. Tendrá unos costes difíciles de asumir que probablemente terminarán afectando a los de siempre, al comprador final que se compre el iPhone.
O cualquier otro dispositivo de Apple. Es decir, podría no solo subir el precio del iPhone en Estados Unidos, sino también en otras partes del mundo, como en Europa. Por tanto, comprar un iPhone en España podría ser más caro.
También hay que tener en cuenta que Europa ha puesto aranceles a productos tecnológicos de Estados Unidos, siendo los smartphones de Apple uno de los más afectados, aunque no los únicos. Pero ahora mismo se encuentran en una situación de pausa de 90 días.
En cualquier caso, Apple no repercutiría esos elevados costes de aranceles, que tendrían que empezar a asumir en forma de subidas de precios de sus dispositivos, solo a los ciudadanos de Estados Unidos, sino también a todo el mundo.
Es uno de los fabricantes más expuestos a este complejo problema de los aranceles y una realidad cada vez más preocupante y cercana.
Se ha hablado ya de subidas significativas en el iPhone, por ejemplo, el iPhone 16 Pro Max que cuesta actualmente $1.599 podría irse más allá de los $2.300. Es una elevación en el precio asombrosa, por lo que ya muchos usuarios se plantearían si comprarlo. Eso en Estados Unidos, imaginemos lo que podrían subir en Europa.
Buenas noticias para otros fabricantes
Pero esta compleja situación que se le avecina a Apple y de la que tendrá que buscar una salida para minimizar ese impacto más que evidente mientras los aranceles sigan en vigor, supone una noticia positiva para otros fabricantes como Samsung, Xiaomi, Realme y otras marcas chinas.
Excepto Samsung, que sí podría estar algo más perjudicada, el resto de las marcas mencionadas no tienen a Estados Unidos como principal mercado. De hecho, Xiaomi no vende oficialmente en este país, aunque sí que es posible conseguir sus terminales a través de importadores.
Ocurre lo mismo con Vivo y con alguna otra marca más, su presencia en Estados Unidos con respecto a Apple es muy baja, así que una subida de aranceles apenas les afectaría. Y es que, además, esas marcas son muy populares en Europa, particularmente en España también.
Y Europa no ha puesto aranceles a China en cuanto a tecnología móvil, así que mantendrían con unos precios más competitivos que los iPhone, incluso aunque subieran un poco por toda esta denominada “guerra arancelaria”, seguirían siendo una gran opción a tener en cuenta.
El caso de Samsung es ligeramente diferente porque, si bien tienen presencia en Estados Unidos y fábricas en China, tiene fábricas en otros países, así que tiene algo más de margen. De subir precios, podrían no ser tan importantes y evidentes.
Solución: exención o eliminación de aranceles
¿Qué terminará ocurriendo? Si la guerra de aranceles sigue recrudeciéndose, está claro que en el algún momento los iPhone sufrirán considerables subidas de precios, y lo mismo podría ocurrir con otros fabricantes de smartphones, pero en menor medida que los teléfonos de Apple.
En cualquier caso, hace algunos días el Gobierno de Estados Unidos anunció una serie de exenciones arancelarias que afectan a multitud de productos de tecnología, entre los que estarían incluidos los smartphones de Apple. Y esto tiene una consecuencia directa.
Supondría básicamente que no subiesen los precios de los iPhone y otros productos, al no haber aranceles por la importación, las compañías no tendrían que asumir esos costes adicionales si los tuvieran. Sin embargo, habrá que ver si es una medida definitiva o temporal. La solución podría pasar por ahí o por su eliminación completa.
Lo que queda claro es que los aranceles son una muy mala noticia para los usuarios, pues las compañías no les quedará más remedio que subir precios. Notarás que comprar un iPhone será mucho más caro, y quizá sea la excusa perfecta para optar por terminales de otras marcas, beneficiándose esas marcas en detrimento de Apple, que puede sufrir bastante próximamente.
Toda esta tecnología podría subir su precio tras el 25% de aranceles de Trump a Europa
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