Si eres fanático de la tecnología, entonces recordarás todos, o algunos, de los modelos en esta lista de los peores smartphones de la historia, esos móviles que vieron la luz del mercado, pero que fueron tan terribles, que han quedado en cajón del olvido y seguramente ni sus fabricantes quieres que recuerdes.
Diseños pocos funcionales, teléfonos que explotan, características sin ninguna utilidad o que simplemente el rendimiento fue tan, pero tan malo, que no duraron ni tres meses en las manos de los usuarios.
Aunque la lista es muy extensa, intentaremos hacer un resumen con los peores modelos de todos los tiempos, esos que se llevan un premio en ser el teléfono no deseado.
Motorola Flipout
En 2010 llegó al mercado un teléfono Android de la mano de Motorola, se trata del Motorola Flipout, un teléfono con un particular diseño que podría lucir muy vanguardista para 2010, año en el que fue anunciado, pero la verdad es que fue una terrible idea.
Su diseño cuadrado, con el teclado QWERTY oculto en la parte trasera con una bisagra giratoria, podía hacerlo ver como el último grito de la moda tecnológica.
Ciertamente, el problema no era la bisagra, sino su forma cuadrada e incómoda, que en la cotidianidad representaba un problema más que una solución, incómodo para guardar en el bolsillo, sin posibles accesorios para protegerle y un diseño que visitaría servicio técnico mucho más rápido de lo que esperabas.
Nokia 9 Pureview
La nominación del Nokia 9 Pureview no viene de su funcionamiento, porque la verdad es que su configuración estaba acorde a lo que el mercado ofrecía en ese momento, el problema está en el elemento que eligieron para hacerlo destacas: su cámara.
El diseño de su cámara principal es un ataque directo a los tripofóbicos. El sistema estaba compuesto por cinco sensores y dos flash, en total cinco agujeros dispuestos en forma de patrón, pero la verdad es que esa cámara no cumplió lo prometido. La calidad de la imagen no se correspondía con la cantidad de sensores y el procesamiento de las imágenes se tardaba demasiado.
LG Wing
No en vano LG decidió desistir, finalmente, del segmento móvil. Sus teléfonos, uno tras otro, fueron acumulando fracasos que el bolsillo del fabricante surcoreano no podía soportar más y uno de ellos fue el LG Wing.
La propuesta de un teléfono con pantalla giratoria parece que no caló en el mercado y por una razón: ¿por qué pagar por algo que se puede hacer con la mano?, lo cierto es que Android cuenta con una función que permite girar la pantalla automáticamente con un botón, así que no necesitas un medio físico para que pueda hacerlo por ti.
Ciertamente, se trataba de un terminal doble pantalla, pero muchas apps al no poder interpretar el funcionamiento, comenzaron a generar errores a los que LG no pudo responder y las ventas de este modelo se fueron al suelo.
Samsung Galaxy Beam
Que hoy Samsung venda miles de teléfonos en todo el mundo de su serie Galaxy S y Galaxy Z, no borra de la memoria varios de sus desaciertos y uno de los más notables fue su teléfono proyector, el Galaxy Beam.
Samsung anunció este modelo con un pico proyector incorporado que permitía activar una función para enviar a la pared la imagen de lo que se hacía en el teléfono. Esta función parecía estar dirigida a estudiantes o al entorno empresarial, porque podías hacer presentaciones escolares y mostrar a tu jefe algún gráfico, simplemente teniendo una pared en frente.
Este terminal incluso llegó a tener una segunda generación, pero su uso era bastante limitado, al tiempo que el componente extra del proyector comenzó a generar problemas de soporte en actualizaciones, fallos que dificultaban la reparación por el componente extra, incluso la reparación del propio pico proyector ante un fallo era casi una tarea imposible.
Energizer Power Max P18K Pop
No es cierto que quieras tener batería en el móvil a costa de lo que sea, pero parece que Energizer sí lo creyó. Por eso anunció un mazo de casi medio kilogramo, el Energizer Power Max P18K Pop, un teléfono cuyo grosor casi alcanzó los dos centímetros.
Ciertamente, ese tamaño y peso dieron oportunidad de incorporar una batería de 18.000 mAh, que equivale a casi cuatro baterías de un teléfono regular, además contaba con la configuración promedio del momento.
El inconveniente es que su peso dificultaba tenerlo en el bolsillo, además era agotador su uso en las manos por lo pesado, incluso tenía algunos problemas de refrigeración que incrementaban su temperatura fácilmente.
Lamborghini TL700
Que un móvil se llame Lamborghini TL700 ya te dice un poco de su extravagancia, pero el diseño de este teléfono fue todavía un poco más allá. Un smartphone recubierto en oro, con trasera de piel de cocodrilo, pero que adentro no destacaba mucho más que cualquier terminal de su momento.
Probablemente, este teléfono fue pensado más por un diseñador, que por un fabricante de tecnología, ya que todo el esfuerzo se hizo en darle lujo en el exterior y como resultado, teníamos en las manos un teléfono de casi 2.000 euros, con una memoria RAM de 512 MB en pleno 2012.
Sharp Aquos R2 Compact
No siempre es buena idea intentar innovar más que los demás, muestra de ello fue el Sharp Aquos R2 Compact, un teléfono que tenía no uno, sino dos notch, con el objetivo de lograr más espacio en la pantalla que cualquier otro modelo.
Pero la verdad, es que este feo elemento que entorpecía la experiencia en pantalla del usuario, que ya tenía que soportar un orificio en la parte superior de la pantalla, no ayudó demasiado. Gracias a la incorporación de este segundo notch inferior para colocar el lector de huellas, lo único que se consiguió fue apenas 0,3 pulgadas extra de espacio en la pantalla.
LG G5
Otro de los grandes fracasos de LG fue el LG G5, un teléfono que vio la luz en el MWC de 2016 y la tumba en octubre de ese mismo año. LG se empeñó en innovar, en un momento que su mayor competidor también aparecía en escena con muchos anuncios, por ello creó su primer teléfono modular.
La propuesta era un poco extraña y era ofrecer a los usuarios actualizaciones en software, pero también en hardware. El teléfono llegó con un ecosistema de accesorios llamados LG Friends para incorporar una cámara profesional, sonido de alta calidad con un altavoz extra, herramientas de realidad virtual y video en 360 grados.
El principal problema tenía que ver con la obligación de tener que comprar estos accesorios de forma adicional, algo que al usuario promedio lo le gustó, pero también lo incómodo que representaba tener un bolso exclusivamente para los accesorios del móvil, como si fueses a la calle con la bolsa de tu bebé.
Lo poco práctico del LG G5 hizo que este teléfono y, en general, el concepto de teléfonos modulares que también abrazaron Google y Motorola con el proyecto ARA, muriera rápidamente.
Amazon Fire Phone
Uno de los problemas que enfrentan algunas grandes empresas es que no tienen claridad sobre el segmento en el que pueden participar y en el que no, muestra de ello fue la existencia del Amazon Fire Phone.
Este teléfono llegó al mercado con una configuración media y fue la propuesta de Amazon para enfrentar a Google y a los fabricantes asiáticos en un terreno que no conocía. El objetivo era claro: plantar cara al sistema operativo Android, sí, como lo hace Apple con iOS, pero en este caso no tenía ni la cuota de mercado, ni el interés del público.
Un móvil que llegó al mercado con un precio de casi 600 euros, con una disponibilidad limitada y una característica que fue la firma de su propia acta de defunción, este teléfono no tenía Google Play Store. En su lugar, Amazon se dedicó a ofrecer las aplicaciones de Amazon App Store, algo que no encantó para nada al público y limitó por completo el interés.
Samsung Galaxy Note 7
Finalmente, entre los peores smartphones de la historia se encuentra el Samsung Galaxy Note 7. Este teléfono era perfecto, tenía una gran pantalla, configuración de punta para el momento, con diseño elegante, ligero, además ofrecía lo último en sistema operativo, entonces… ¿Qué lo hizo el peor teléfono de la historia?, un elemento sorpresa con el que no contaba ni el propio fabricante: era explosivo.
Las noticias no dejaron de saltar con reportes de varios usuarios que señalaron que el teléfono se incendiaba de la nada, incluso muchos videos se lograron ver en las redes sociales. Las aerolíneas comenzaron a prohibir que los pasajeros viajaran con este dispositivo a bordo.
El resultado es que este teléfono fue recogido por Samsung por un fallo en su batería, aunque luego salió una nueva generación y la crisis comunicacional fue resuelta, la letra escarlata quedó sobre esa serie y obligó a la firma surcoreana a eliminarla para siempre.
Estos fueron los peores smartphones de la historia que han salido al mercado hasta ahora, aunque posiblemente la lista pudiera extenderse a varios modelos más.
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