En los NAS todo gira alrededor de los datos: la capacidad para compartirlos, su seguridad y la velocidad de acceso. Por eso es clave conocer las ventajas de los RAID 0, RAID 1 o RAID 5 y escoger el más adecuado para el uso de nuestro NAS.
Los NAS (sistemas de almacenamiento en red) actuales llevan sistemas operativos muy completos, como QTS de QNAP, pero para sacarles partido antes debemos entender las bases. Los RAID son, sencillamente, formas de combinar discos duros con distintos objetivos.
En el mercado hay NAS con capacidades desde 2 discos duros hasta más de 20, así que decidir el tipo de RAID adecuado es importante para evitar pérdidas de datos si uno de los discos se daña, aparte de que influye en el rendimiento.
Los RAID "básicos"
Las siglas RAID hacen referencia a "grupo redundante de discos independientes". Es decir, que los datos se reparten entre los discos de manera que el fallo de uno (o varios de ellos) no supone pérdida de datos, pues en los otros discos hay bloques con información "repetida" para sustituirla.
Primero vamos a ver las combinaciones más sencillas, que no tienen redundancia. Se suelen considerar tipos de RAID, aunque les falte el requisito de ser tolerantes a fallos en los discos. Estas son las posibilidades:
- JBOD: este sistema une a nivel lógico los discos, de modo que se presentan como una única unidad. Los datos no se estructuran de una forma que beneficie el rendimiento, ni tampoco hay protección ante los fallos de los discos, por lo que es una alternativa poco interesante.
- RAID 0: en este caso tampoco hay redundancia de la información, pero los datos se reparten entre los discos de manera que el rendimiento aumenta, tanto la lectura como la escritura de información, así que el RAID 0 está orientado a quien busque más velocidad.
Los RAID con redundancia
Entramos en los "verdaderos RAID", aquellos que evitan perder datos en caso de que alguno de los discos falle. Porque los discos duros, tanto los mecánicos (HDD) como los sólidos (SSD), tarde o temprano dejan de funcionar, y debemos estar preparados. Estas son las alternativas más frecuentes:
- RAID 1: también denominado "espejo", en esta configuración los datos del primer disco se copian en el segundo (o más, si los tuviéramos). Por lo tanto, evita perder información si un disco se daña, y aumenta la velocidad de lectura al acceder a los dos a la vez, aunque la velocidad de escritura es la misma.
- RAID 5: usa el modelo "distribuido con paridad", que básicamente significa que no se pierden datos ante el fallo de un disco, pero se aprovecha mejor el espacio. Por ejemplo, en un RAID 5 de cuatro discos solo se desaprovecha el espacio de uno de ellos, y además la velocidad de lectura es más alta.
- RAID 6: esta opción amplía la resistencia ante fallos de los discos, requiriendo un mínimo de cinco, aunque normalmente se usa en NAS más grandes. No se pierden datos incluso con el fallo de dos discos a la vez. Desaprovecha más espacio que un RAID 5, si bien este efecto se reduce al aumentar el total de discos.
Un RAID para cada tipo de NAS
Los NAS son dispositivos muy diversos, que lo mismo sirven para potenciar la inteligencia artificial en las grandes compañías como para permitirnos disfrutar de películas y series en nuestra TV.
De cara al usuario doméstico quizá el RAID 0 sea de los más atractivos. Hace posible una tasa de transferencia de datos elevada y, aunque sacrifica la seguridad en caso de fallo de uno de los discos, no suele ser un aspecto decisivo en un NAS multimedia.
RAID 0, alto rendimiento para el multimedia
El RAID 0 puede ir bien, por ejemplo, en el QNAP HS-453DX, que tiene un diseño elegante, perfecto para ponerlo junto al televisor. Además, no hace ruido (pues no necesita ventiladores) e integra una salida HDMI 2.0 que permite reproducir vídeo 4K conectándolo directamente al televisor.
Si nuestro NAS, aparte del uso multimedia, es empleado para guardar datos de importancia, un RAID 1 o un RAID 5 tienen mucho sentido. Por ejemplo, si trabajamos desde casa, hacemos mucho vídeo o fotografía, estamos en una pequeña oficina...
RAID 1 o RAID 5, datos protegidos ante fallos
Con estas configuraciones los datos estarán a salvo ante el fallo de uno de los discos. Si optamos por un NAS de dos bahías el RAID 1 es la elección, pero si usamos tres discos o más para almacenar los datos deberíamos optar por un RAID 5, que ofrece redundancia desaprovechando menos espacio.
Un ejemplo de un NAS con RAID 1 sería el QNAP TS-251B, que tiene 2 bahías para discos duros, aparte de una ranura PCIe, por si queremos ampliarlo con caché SSD o añadir más puertos. Resulta adecuado para tener nuestros datos asegurados ante fallos en el disco duro y, además, incluye salida HDMI 4K, por lo que admite también un uso multimedia.
De cara a montar un RAID 5 podemos optar por el QNAP TS-328 con 3 bahías, que lo hace una gran opción como NAS para el hogar o pequeñas oficinas, pues salvaguarda los datos aprovechando mejor el espacio de los discos gracias al RAID 5.
Esperamos que con este tutorial veas más claro el concepto de RAID, y que puedas escoger entre RAID 0, RAID 1 y RAID 5 (los más ventajosos) cuál se adapta mejor a tu NAS. Cada uno tiene unas las necesidades de rendimiento y redundancia, siendo siempre importante que no se pierdan datos ante el fallo de un disco duro.
¿Qué opinas tú? ¿Te interesa más un RAID 0, RAID 1 o RAID 5 para el NAS que usas habitualmente?
- Ver Comentarios