Los móviles plegables de Samsung no han parado de evolucionar desde su estreno en 2019, y los nuevos Samsung Galaxy Z Fold 3 y Samsung Galaxy Z Flip 3 incluyen entre sus mejoras un diseño reforzado y unas pantallas resistentes que garantizan su durabilidad.
Hablamos de unas pantallas basadas en cristal Ultra Thin un 80% más resistentes que en la generación anterior, gracias a las capas optimizadas del panel plegable Dynamic AMOLED 2X, junto a una nueva película de protección fabricada con material PET flexible.
Las pantallas han superado una prueba de 200.000 plegados, controlada por Bureau Veritas, que asegura que están preparadas para mantener una buena experiencia de uso durante toda la vida útil de los Samsung Galaxy Z Fold 3 y Z Flip 3.
Por supuesto, hablamos de pantallas internas de una muy alta calidad, con refresco adaptativo a 120 Hz, color HDR10+ y un brillo de hasta 1.200 nits que asegura una óptima legibilidad en exteriores.
En el Samsung Galaxy Z Flip 3 podemos desplegar una generosa pantalla Infinity Flex de 6,7 pulgadas (2.640 x 1.080 px) en un diminuto teléfono que apenas mide 7,2 x 8,6 cm y tiene un grosor máximo de 17,1 mm cuando está cerrado.
Respecto al Samsung Galaxy Z Flip 3, en el tamaño de un smartphone estándar podemos llevar una pantalla propia de una tablet: 7,6 pulgadas (2.208 x 1.768) con soporte para el lápiz táctil S Pen y con la cámara selfie oculta bajo el panel.
Construcción resistente a juego con las pantallas
Samsung no solo ha reforzado las pantallas de sus plegables, sino que ha aumentado la resistencia en todos los frentes. Para empezar, el cuerpo se ha fabricado con Armor Aluminum, un aluminio un 10 % más fuerte que en anteriores modelos.
El exterior está recubierto con Corning Gorilla Glass Victus, la última generación del vidrio reforzado, con mayor aguante frente a arañazos e impactos, que incluso llega a sobrevivir caídas desde 2 metros de altura.
A eso se suma la resistencia IPX8 al agua, presente por primera vez en los plegables, lo que evita problemas ante la lluvia o inmersiones accidentales, ya que aguanta hasta 30 minutos bajo 1,5 metros de agua dulce.
También la bisagra gana en estanqueidad frente al polvo y suciedad, pues las fibras del interior la protegen de la entrada de partículas, de modo que garantiza la durabilidad.
La bisagra permite fijar la pantalla en cualquier ángulo, el denominado Modo Flex, ofreciendo una mayor comodidad en el uso de las aplicaciones en diferentes situaciones. Incluso podremos colocar los plegables sobre una mesa para realizar videollamadas sin necesidad de aguantarlos con la mano.
El Modo Flex se aprovecha especialmente gracias a las optimizaciones de software presentes en la capa One UI de Samsung. Por ejemplo, utilizando una aplicación en la zona superior y otra en la inferior, lo que potencia la multitarea.
Sin olvidar que la pantalla interior del Samsung Galaxy Z Fold 3 ha sido optimizada para utilizar tres aplicaciones al mismo tiempo, toda una ventaja a nivel de productividad y también en el tiempo de ocio.
En resumen, las pantallas flexibles de Samsung han evolucionado mucho en los Samsung Galaxy Z Fold 3 y Z Flip 3, manteniendo otros puntos fuertes como las cámaras de alta calidad, una elevada potencia o un diseño atractivo, al tiempo que se reduce el precio frente a la anterior generación de plegables.
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