Es muy probable que la iSIM sea la sustituta de la SIM, así que es conveniente que conozcas las diferencias entre la SIM y la iSIM porque precisamente las ventajas que ofrece esta última son bastante más atractivas como para que los fabricantes de móviles planeen quitar la ranura SIM.
Seguramente estés pensando en otro sustituto de la SIM como es la eSIM, que ya está presente en algunos móviles como en los nuevos iPhone 13, pero lo cierto es que la iSIM irá un paso más allá como podrás comprobar a continuación y esta sí podría ser la sustituta definitiva.
A pesar de que la eSIM lleva ya tiempo con nosotros, los móviles que ya vienen con ese componente electrónico de pequeño tamaño siguen trayendo la clásica bandeja para tarjetas SIM, en ese caso, generalmente para poner una MiniSIM o una NanoSIM física.
Algunos operadores ya ofrecen la eSIM como una opción más, por ejemplo, O2, Movistar y otras compañías. Esto permite que un usuario pueda tener dos líneas móviles en un móvil, por un lado, una tarjeta nanoSIM con un operador y por otro lado la eSIM para tener otro teléfono.
Va integrada en el procesador
Las ventajas de la iSIM frente al resto de opciones son evidentes. Frente a la SIM, la MiniSIM, nanoSIM e incluso la eSIM, la iSIM tiene una importante diferencia, esta tecnología va integrada en el propio procesador del dispositivo, de modo que deja libre un espacio interno que puede ser utilizado para otra cosa.
Esto permite que los fabricantes dispongan de un espacio libre que ahora pueden aprovechar, por lo que las bases del diseño interno de sus teléfonos pueden cambiar y se pueden abrir nuevas posibilidades para añadir algún componente más, ampliar las capacidades de otro, etc.
Esto de vital importancia, sobre todo, en relojes inteligentes que también ofrecen la posibilidad de una conectividad 4G o 5G, la iSIM implementada en los procesadores dejará un hueco libre muy necesario en este tipo de dispositivo tan pequeños en el que cada espacio cuenta.
Tecnología virtual más segura
Como la eSIM, aquellos operadores que pronto sean compatibles con la tecnología iSIM, no enviarán al usuario ninguna tarjeta física para ponerla en el móvil como ocurre con las actuales tarjetas SIM, miniSIM o nanoSIM, solamente las instrucciones para activar la línea móvil.
Esto es una ventaja que también ofrece la eSIM, pero es que además la seguridad es otro punto clave porque se dificulta el posible clonado de la SIM, así el usuario puede estar más seguro de que pueda ocurrirle algo así, una práctica que puede llegar a ser peligrosa.
Las diferencias y ventajas que ofrece la iSIM son evidentes, si bien todavía tendremos que esperar un poco de tiempo hasta que comience su despliegue, aunque el operador Vodafone ya ha hecho las primeras pruebas con un teléfono que ya está disponible en el mercado.
Vodafone ha colaborado con Qualcomm y Thales para lograr implementar la iSIM en el procesador de un smartphone, el afortunado ha sido el Samsung Galaxy Z Flip 3. El plegable dispone del chip Qualcomm Snapdragon 888 que tiene una SPU que dispone del sistema operativo de Thales para ofrecer la iSIM.
Las dos cuestiones que ahora se plantean dos sencillas, por un lado, es difícil conocer cuándo comenzará a estar disponible la iSIM y por otro lado habrá que ver si esta nueva tecnología podrá convivir junto a la eSIM y tarjetas SIM físicas, seguramente la respuesta sea que sí.
Probablemente la iSIM esté enfocada a teléfonos de gama alta, aunque no es algo que esté confirmado, pero quizá sea más complicado integrarlas en otros procesadores menos avanzados que el Snapdragon 888, de ahí que igual esta tecnología esté destinada a móviles más top.
En un par de años posiblemente la iSIM sea la sustituta perfecta de la tarjeta SIM, pero para eso todavía habrá que esperar bastante ya que la adaptación por parte de los fabricantes no será de un día para otro, aunque lo que seguramente termine ocurriendo es que todas las tecnologías, tanto las físicas (tarjetas SIM, nanoSIM y miniSIM) como las virtuales (eSIM e iSIM) puedan convivir.
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