El último movimiento en el mundo de las consolas es la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, que suma muchas franquicias como posibles juegos exclusivos para Xbox, entre ellas Call of Duty, Diablo, World of Warcraft, Overwatch o StarCraft.
Activision Blizzard era una de las mayores editoras independientes, junto a Electronic Arts, Ubisoft y Bethesda, esta última comprada por Microsoft en 2020. Tras la compra, el catálogo de exclusivos para Xbox Series X y S se beneficiará de sagas muy populares y de estudios de desarrollo de primer nivel.
El precio de compra son unos desorbitantes 68.700 millones de dólares, que Microsoft pagará con fondos propios (es decir, no habrá intercambios de acciones). Por ponerlo en contexto, es más del triple de los 22.000 millones que pagó Facebook por WhatsApp en 2014.
Algunos de los juegos que ahora son propiedad de Xbox incluyen:
- Call of Duty.
- StarCraft.
- World of Warcraft.
- Overwatch.
- Diablo.
- Crash Bandicoot y Spyro the Dragon.
- Candy Crush.
Algunos de los estudios que pasan a estar a disposición de Xbox incluyen Infinity Ward, Treyarch, Sledgehammer Games, Raven, King (dedicado a juegos móviles) y los estudios de Blizzard Entertainment, creadores de sagas tan clásicas como Diablo, Warcraft o StarCraft.
Actualmente, Activision Blizzard tiene más de 10.000 empleados, que tras la compra trabajarán para el ecosistema de Xbox. En total, Xbox Game Studios ya dispone de 30 estudios propios tras años de compras frenéticas para acercar la calidad de sus juegos exclusivos al nivel de Sony.
Y es que ahora aumenta la presión para que PlayStation adquiera empresas externas. Sony cuenta con algunos de los mejores estudios del mundo, incluyendo exclusivas de la talla de Uncharted, God of War, Horizon o Gran Turismo, pero hay quien cree que debería reforzarlos con compras como hace su gran rival.
Por otro lado, las compañías destacan que parten de una buena posición para el futuro metaverso de Facebook, y que la experiencia en juegos móviles de Activision Blizzard ayudará a llegar sagas emblemáticas de Xbox a smartphones.
Por el momento, no sabemos cuántos de estos juegos se volverán exclusivos de Xbox y PC (dejando de lado PlayStation y Nintendo), pero el precedente de la compra de Bethesda nos hace pensar que buena parte lo serán.
Además, los títulos de Microsoft siempre están disponibles de lanzamiento en la suscripción Xbox Game Pass. Es decir, que quienes paguen por este servicio podrían disfrutar del nuevo Call of Duty de cada año pagando solo los 9,99 euros mensuales de cuota de Game Pass.
La operación de compra todavía no está cerrada, y es posible que las autoridades de la competencia de algunos países pongan objeciones. Por el momento, se espera que antes del fin de junio de 2023 se pueda dar por finalizado el proceso, si no surgen impedimentos.
Por ahora Activision Blizzard sigue funcionando de manera independiente y, de cara al futuro, Microsoft promete respetar el trabajo de los estudios para que creen los juegos de acuerdo a su visión propia.
En cualquier caso, cuando Activision Blizzard pase a ser propiedad de Microsoft ya se ha confirmado que responderá directamente ante Phil Spencer, el máximo responsable de Xbox Gaming (es decir, la división de Xbox).
Esto es importante porque Activision Blizzard lleva meses envuelta en gravísimas acusaciones por acoso laboral y machismo, dentro de una cultura empresaria tóxica. El liderazgo de Bobby Kotick, actual presidente, estaba muy cuestionado, y no se ha confirmado si tendrá un puesto directivo tras la compra, pero sí seguirá dirigiendo la empresa hasta que pase a manos de Microsoft.
La inesperada compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft supone un golpe de efecto en la lucha de Xbox contra PlayStation. Microsoft quiere poner las cosas muy difíciles a Sony en esta generación, y no ha dudado en invertir una suma multimillonaria para quitar juegos de muy alto nivel a su rival.
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