Existen muchas discusiones alrededor de si los teléfonos nos escuchan en las conversaciones cotidianas, y si usan estas grabaciones para enseñarnos publicidad personalizada en base a los intereses que hemos mostrado.
A casi todo el mundo le ha ocurrido algún caso de este tipo: tras hablar de que le gustaría hacer un viaje a determinado país con otra persona (por ejemplo), le han aparecido anuncios de vuelos o alojamientos para el viaje.
La publicidad personalizada lleva muchos años presente en páginas web y redes sociales, gracias a uso de cookies, unos archivos que se guardan en nuestro navegador, y permiten a los anunciantes saber en qué páginas hemos estado antes.
Además, asociadas a nuestras cuentas de Google o Facebook hay muchísima información que sirve para mostrar publicidad basada en nuestros intereses. Ahora bien, que los teléfonos nos escuchan para elegir los anuncios de manera personalizada es algo sobre lo que hay bastantes más dudas.
Aparte de que supondría un ataque a la privacidad, hay motivos para pensar que una escucha continua de los teléfonos no sería un sistema óptimo a la hora de escoger los productos que enseñarnos.
Supondría millones de horas de grabaciones diarias, que habría que procesar de forma remota, y sobre ellas utilizar algún sistema de IA para conocer nuestros intereses. Si bien podría activarse mediante palabras claves secretas (como un "Oye, Siri"), hay dudas de que este sistema sea el más eficaz.
Google y Facebook ya recopilan muchísimos detalles de nosotros: las webs que visitamos, las compras que hacemos, los lugares a los que vamos y las personas con las que estamos, tanto a nivel virtual como en el mundo real.
Todos esos datos se estudian, y permiten generar una publicidad personalizada muy completa. No solo en base a lo que hemos hecho en el pasado, a veces también permiten hacer predicciones sorprendentemente precisas.
Volviendo al caso del viaje, si hace dos veranos fuimos a París, y hace un verano fuimos a Roma, no sería extraño que en nuestro perfil de publicidad estemos marcados como "viajeros", y en las próximas vacaciones nos salga publicidad de vuelos a Londres o Berlín.
Es decir, la idea de teléfonos que nos escuchan 24 horas al día sería viable, pero los anunciantes probablemente tienen herramientas más eficientes para crear los anuncios personalizados.
Instagram dice que es "casualidad"
A mediados de 2019, la presentadora Gayle King entrevistó en la televisión estadounidense a Adam Mosseri, el máximo responsable de Instagram, y le preguntó sobre si los teléfonos nos escuchan, concretamente sobre los anuncios de Instagram.
Mosseri atribuyó esta sensación, por un lado, a la "pura suerte" ("dumb luck" en inglés), y también a que a veces hablamos de cosas vistas en Internet, pero no somos conscientes. Parece que nos escuchan, pero realmente habíamos visto el tema anteriormente en el teléfono.
Mosseri asegura que Instagram no accede al micrófono, ni lee las conversaciones para seleccionar la publicidad personalizada.
Es una respuesta interesante y, aunque el comportamiento de Facebook (propietaria de Instagram) ha sido muy poco ético en el pasado respecto a la privacidad, posiblemente sea cierto. Por supuesto, no menciona los diversos los sistemas de seguimiento que utilizan para la publicidad personalizada.
De todas formas, habiendo tenido de testificar Mark Zuckerberg (fundador de Facebook) ante el Senado de Estados Unidos por presunta manipulación en las elecciones presidenciales, parece poco probable que la empresa se arriesgue el escándalo que supondría descubrir que escuchan los teléfonos de millones de ciudadanos.
Las apps que escuchan otros sonidos
Aunque la posibilidad de escuchar conversaciones y extraer palabras clave usando reconocimiento de voz resulta dudosa, está más que confirmado que las apps graban sonidos para otros propósitos, eso sí, bastante menos sofisticados.
Un ejemplo cercano lo tenemos en la app de LaLiga, que detectó fútbol pirata en los bares, combinando la localización del GPS y el micrófono, que captaba una "marca de agua" (señal de sonido oculta) en las emisiones de los partidos.
En 2018 se acusó a una compañía llamada Alphonso de realizar escuchas secretas en apps de Android y iOS, incluyendo juegos, donde las grabaciones no tenían justificación. El objetivo era identificar los programas de televisión que veía el usuario, y también recogía datos del GPS.
Con esta información no mostraba directamente anuncios personalizados, pero la vendía a otras empresas.
¿Y si alguien quiere saber lo que digo?
Aunque parece que los teléfonos no nos escuchan con fines publicitarios, muy diferente sería que alguien tuviera interés en saber lo que decimos. No faltan los casos de espionaje gubernamental o industrial donde se hackean los teléfonos de los objetivos y se graba lo que dicen, entre otros muchos datos recogidos.
Claro que esto se enfoca más a personas concretas, como activistas, periodistas, políticos o empresarios. Eso sí, hemos visto casos como la introducción de malware a un programa de Asus, en millones de ordenadores, para robar datos de una pequeña cantidad de altos cargos surcoreanos.
Por no hablar de programas de espionaje masivos realizados con la excusa de la seguridad nacional, como ocurrió con PRISM en Estados Unidos.
En estos entornos, es más que factible encontrar una vulnerabilidad para acceder al sonido del micrófono pero, obviamente, nada tiene que ver con la publicidad personalizada.
La conclusión es que, por el momento, las pruebas no confirman que los teléfonos nos escuchan de forma continua, y, por lo tanto, no usan nuestras conversaciones para la publicidad personalizada. Aunque a nivel técnico sea posible, es un sistema demasiado complejo y polémico, así que resulta dudoso que esté siendo utilizado.
¿Qué opinas de este tema? ¿También tienes la impresión de que Facebook, Instagram o Google te escuchan para mostrar una publicidad personalizada en base a los temas que hablas con otras personas?
- Ver Comentarios