En un movimiento muy polémico, ahora YouTube insertará publicidad en todos los vídeos, incluso en aquellos cuyos creadores han decidido no monetizarlos, y que no cobrarán su porcentaje de los anuncios que YouTube muestre a los espectadores.
Ya hemos profundizado en cómo pagan por subir vídeos a YouTube, con exigencias que incluyen crear contenido para todos los públicos y tener un mínimo de suscriptores y horas de visualización para entrar en el denominado YouTube Partner Program.
Hasta el momento, solo quienes se apuntaban al YouTube Partner Program tenían publicidad en sus vídeos, que les generaba ingresos, con la posibilidad de desmonetizar alguno si preferían prescindir de ella a costa de no ganar dinero.
Pues bien, YouTube ha decidido de forma unilateral que podrá incluir publicidad incluso en los vídeos no monetizados. Eso sí, aquellos canales que no formen parte del programa de partners no recibirán ingresos, se los quedará YouTube.
Por otro lado, las condiciones para rentabilizar los vídeos no han cambiado, así que habrá millones de pequeños creadores que no podrán cobrar por ellos, y verán que YouTube se "aprovecha" de su trabajo.
A YouTube no le faltan anunciantes, y con esta medida tendrá la posibilidad de vender mucha más publicidad, con una rentabilidad potencialmente superior a la habitual.
La publicidad permite mantener el elevado coste de los servidores de YouTube, y es clave para que los creadores puedan vivir de su trabajo. Sin embargo, también es respetable un uso no lucrativo, que ahora se desincentiva.
Algunos vídeos no se monetizan para no molestar a los espectadores con anuncios, o porque pertenecen a canales muy pequeños, que generarían poco dinero, y prefieren renunciar a él para evitar los requisitos legales para cobrarlo.
YouTube no ha dado muchas explicaciones, y resulta poco probable que los vídeos sin publicidad sean una amenaza para su viabilidad, más bien busca aumentar sus ya elevados beneficios tomando una decisión cuestionable.
Los anuncios en todos los vídeos se incorporan ahora en Estados Unidos, y llegarán el resto del mundo a mediados de 2021, aunque YouTube ha indicado que primero hará pruebas limitadas.
Dado que el precio de YouTube Premium no está generando demasiados suscriptores, parece que incluir publicidad en todos los vídeos es la estrategia de Google para aumentar la rentabilidad, a costa de muchos pequeños creadores que no obtendrán nada a cambio.
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