Comparativa: PlayStation 5 vs Xbox Series X, ¿cuál es más potente?

Comparativa: PlayStation 5 vs Xbox Series X, ¿cuál es más potente?

El hardware de las consolas de nueva generación se ha revelado, y ya podemos comparar PlayStation 5 y Xbox Series X, para determinar en base a su ficha técnica cuál resulta más potente, aunque ya adelantamos que es un tema con cierta complejidad.

Por un lado, tenemos las especificaciones de PlayStation 5, que parecen un poco inferiores, y por el otro está la ficha técnica de Xbox Series X, cuya potencia bruta es superior en gráfica y procesador, pero quedándose muy atrás en la velocidad de transferencia del SSD.

Sony y Microsoft tienen acceso a los mismos proveedores, y sus componentes clave son muy parecidos: un procesador AMD Zen 2 semipersonalizado, y una gráfica basada en la arquitectura AMD RDNA 2, que cada fabricante ha adaptado a sus preferencias.

Por lo tanto, antes de comenzar la comparativa, hay que pensar que la mayor potencia de PS5 o Xbox Series X no es una cuestión de que Microsoft o Sony estén una por encima de la otra a nivel técnico.

Más bien se trata de una decisión de diseño consciente, donde cada marca ha buscado equilibrar el rendimiento, precio de los componentes y el calor generado (que impacta en el diseño), en busca de la fórmula que convenza a los consumidores.

Teraflops: primer punto de choque

Imagen - PS5 vs Xbox Series X: comparativa de especificaciones

Medir la potencia de un equipo informático es complejo, pues depende de la tarea a realizar, y comparar entre distintas plataformas implica un margen de error incluso mayor. Una unidad utilizada habitualmente son los "flops", siglas en inglés de "operaciones de coma flotante por segundo".

Resumiendo mucho, las operaciones de coma flotante con un tipo de operación matemática usada mucho en aplicaciones multimedia, como los videojuegos.

En las consolas, se suelen usar teraflops para medir la capacidad de la tarjeta gráfica (dejando de lado el procesador), y los datos para la próxima generación son los siguientes:

  1. PlayStation 5: 10,28 teraflops.
  2. Xbox Series X: 12 teraflops.

La tarjeta gráfica o GPU de Xbox Series X va a ser un 16% más potente de acuerdo a estas cifras. Además, Microsoft afirma que la velocidad de la gráfica y el procesador son fijas en su consola, así que no habrá merma en la potencia en ningún momento.

En cambio, en PS5 la gráfica y el procesador reducirán su frecuencia si el calor generado supera un límite. Sony afirma que la pérdida de rendimiento no será muy grande, pero a falta conocer más detalles, parece que sus 10,28 teraflops serán un máximo que no siempre se alcanzará.

Procesador y gráfica: parecidos, pero no iguales

El "corazón" de las consolas de nueva generación es un SoC (System-on-a-Chip) fabricado por AMD, es decir, un chip donde van el procesador principal, la tarjeta gráfica y otros circuitos que manejan las memorias y periféricos.

Sony y Microsoft han trabajado con AMD para adaptar el diseño a sus necesidades y preferencias, pero básicamente han tenido acceso a la misma tecnología, a pesar de lo cual han tomado caminos algo diferentes.

Ambos procesadores se basan en la arquitectura AMD Zen2, fabricados en un proceso de 7 nm, y tienen las siguientes características:

  1. PlayStation 5: 8 núcleos/16 hilos hasta 3,5 GHz (frecuencia variable).
  2. Xbox Series X: 8 núcleos/8 hilos a 3,8 GHz o 8 núcleos/16 hilos a 3,6 GHz (frecuencias fijas).

Caben pocas dudas de que la CPU de Xbox Series X es más potente, da igual el enfoque de la comparativa. Usando la misma arquitectura, la velocidad es mayor, y es algo que no sabemos si se podrá compensar con la superior velocidad de lectura de datos desde el SSD en PlayStation 5.

Debemos recordar, de nuevo, que PlayStation 5 reducirá la frecuencia del procesador si genera demasiado calor, al contrario que su rival. Nos faltan datos de cuánto baja el rendimiento para una comparativa exacta, pero es una clara desventaja.

Imagen - PS5 vs Xbox Series X: comparativa de especificaciones

Respecto a la GPU (unidad de procesamiento gráfico), ya hemos visto que la comparativa de 10,28 contra 12 teraflops perjudica a Sony. Es interesante ver que, usando las dos la arquitectura AMD RDNA 2, difieren considerable en la cantidad de unidades de computación (CU) y su velocidad.

Así es la configuración de la tarjeta gráfica de las consolas:

  1. PlayStation 5: 36 CUs a 2,23 GHz (frecuencia variable).
  2. Xbox Series X: 52 CUs a 1,825 GHz (frecuencia fija).

PS5 arrasa con su SSD

Imagen - PS5 vs Xbox Series X: comparativa de especificaciones

Hace tiempo que sabemos que los discos SSD serán la gran novedad de la próxima generación, haciendo las cargas más rápidas, permitiendo reanudar los juegos al instante y abriendo nuevas posibilidades en los títulos de mundo abierto.

Pues bien, Microsoft ha apostado por un disco SSD rápido, y Sony ha ido mucho más allá, pues su tasa de transferencia es más del doble.

  1. PlayStation 5: 825 GB SSD NVMe a 5,5 GB/s (hasta 8-9 GB/s con compresión)
  2. Xbox Series X: 1 TB SSD NVMe a 2,4 GB/s (hasta 4,8 GB/s con compresión).

El almacenamiento de PS5 va a ser menor en tamaño, pero a cambio será más fácil de ampliar, pues cualquier stick SSD de tipo M.2 de terceros resultará válido, siempre que alcance la velocidad del disco original. Llegado el momento, el fabricante analizará los M.2 disponibles en el mercado para indicar cuáles sirven.

Microsoft venderá una tarjeta de ampliación propietaria, de 1 TB de capacidad, que ha creado en colaboración con Seagate. En principio, no permitirá tarjetas de terceros.

Imagen - PS5 vs Xbox Series X: comparativa de especificaciones

La elevada tasa de transferencia de PlayStation 5 podría ser su secreto para compensar su falta de potencia en otras áreas. Según Mark Cerny, arquitecto jefe de la consola, la transferencia del disco a la RAM es tan rápida que podría cambiar la forma de diseñar los juegos, y sacar un partido mucho mayor al resto del hardware.

Los juegos actuales suelen cargar los niveles a fragmentos: según el jugador avanza, se cargan nuevas partes del escenario, lo que a veces ocasiona esperas (una puerta que tarda en abrir, un largo pasillo, un ascensor innecesario...)

En PS5 surgirían opciones como cargar las texturas de los niveles según el jugador mueva la cámara en una dirección u otra, lo que permitiría sacar mayor partido de la RAM.

Claro que deberemos comprobar en qué medida esto se implementará realmente en los juegos, sobre todo aquellos multiplataforma, que se crean pensando en varias consolas y en PC.

Misma RAM, diferente organización

Ambas consolas llevan 16 GB de memoria RAM de tipo GDDR6, que comparten tanto el procesador como la gráfica, lo que facilita el trabajo de los desarrolladores. GDDR6 es una memoria muy rápida, que normalmente utilizan las tarjetas gráficas.

  1. PlayStation 5: 16 GB GDDR6 a 448 GB/s.
  2. Xbox Series X: 16 GB GDDR6 (10 GB a 560 GB/s + 6 GB a 336 GB/s).

Respecto a la memoria RAM resulta difícil la comparativa de potencia, pues que Xbox Series X la divida en dos bloques con velocidad diferente podría penalizar el rendimiento, y es una decisión un tanto extraña.

Además, sabemos que Xbox Series X tendrá 13,5 GB de RAM dedicados a los juegos (los 2,5 GB restantes los reserva al sistema operativo), pero en PlayStation 5 ese dato no se ha confirmado, complicando aún más la comparativa directa.

Precio y tamaño, dos claves que ignoramos

Imagen - PS5 vs Xbox Series X: comparativa de especificaciones

En principio, todo apunta a que Microsoft llevaría la delantera en potencia de esta generación, excepto que el SSD escogido por Sony depare sorpresas. Pero quizá PlayStation 5 se quede atrás de forma premeditada.

Si el coste de fabricación de PS5 es más reducido, permitiría poner un precio de lanzamiento más bajo (o sacar más beneficios de cada unidad). No olvidemos el hecho de que PS4 saliera 100 euros más barata supuso una de sus grandes bazas para ganar la generación actual.

Por otro lado, las dimensiones de Xbox Series X son muy grandes, lo que ha obligado a utilizar un formato vertical que la acerca más a un PC que a una consola tradicional, y la principal razón es que su elevada potencia exige un sistema de refrigeración reforzado para disipar el calor.

Por desgracia, no conocemos el diseño de PlayStation 5, pero una posible explicación para su menor potencia es que Sony prefiera limitarla, generando de ese modo menos calor y logrando una consola más compacta.

En cualquier caso, nos falta ver los juegos de PS5 y Xbox Series X para que la comparativa cobre sentido pleno, pues las especificaciones son importantes, pero hay que ver cómo son aprovechadas en la práctica por la primera generación de títulos diseñados para las nuevas consolas.

¿Qué opinas de esta comparativa? ¿Crees que PlayStation 5 se quedará atrás en potencia frente a Xbox Series X?

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