Seguramente, en algún momento habrás escuchado hablar de la Web 3.0 o Web3 y aunque en una definición general podría decirse que se trata de la tercera generación de servicios de Internet para páginas web y aplicaciones, ciertamente va más allá.
El concepto de la Web 3.0 es el de la “Web Semántica” un término que lleva más de cinco años en existencia. Fue acuñado por Berners-Lee con el propósito de explicar que esta nueva red tendría la capacidad de darle a las máquinas las herramientas necesarias para procesar el contenido de forma similar a la humana.
En esta nueva generación de la Internet, todos los datos estarían conectados y se entenderían de manera contextual y conceptual.
Cómo funciona la Web 3.0
La Web 3.0 se concentra en el uso de una comprensión de datos basada en máquinas, permitiendo que los usuarios puedan tener acceso a esa web semántica y con un mayor aporte de datos interpretados, con el único fin de poder desarrollar, cada vez más, páginas más inteligentes, conectadas y abiertas.
Por ahora, la Web 3.0 es un concepto abstracto, debido a que no está implementada. Sin embargo, no debemos esperar que su funcionamiento sea de la noche a la mañana, de hecho, el paso de la Web 1.0 a la Web 2.0 se tomó al menos 10 años para conseguir una transición completa. Posiblemente, este sea el mismo período que nos tome llegar a la Web 3.0.
En el día a día ya hemos visto algunos ejemplos de lo que será la Web3 en todo su esplendor. Los dispositivos IoT impactan en el día a día de muchas personas, porque son máquinas interpretando datos de una forma “más humana” lo que facilita todavía más la comunicación y la adaptabilidad de muchos sistemas en procesos de automatización.
De esta forma, podemos entonces ver claramente la evolución:
- Web 1.0: es una Internet estática en la que las personas recibían contenido sin interacción.
- Web 2.0: es una web interactiva en la que los usuarios estableces relaciones sociales y colaboración.
- Web 3.0: en esta web habrá colaboración de las máquinas con el usuario, interpretando datos como lo haría un humano.
Primeros pasos de la web 3.0
Los asistentes virtuales como Siri de Apple o Alexa son ejemplos de Web 3.0, porque en una combinación de un sistema de reconocimiento de voz, junto a la Inteligencia Artificial, logran dar respuesta e interactuar entre máquina y persona de una manera más natural.
Uno de los mayores retos de la Web 3.0 es la automatización de procesos y tareas, a través de la comprensión semántica de las máquinas. Veremos como la inteligencia artificial, el big data o el blockchain podrán entonces dar respuestas a las necesidades o el pensamiento humano.
Por ahora, estas nuevas tecnologías requieren habilidades más avanzadas que están en desarrollo y todavía no son compatibles.
El procesamiento y almacenamiento de datos será crucial en la Web 3.0, por ello se avanza en el desarrollo de una tecnología y una arquitectura de almacenamiento que sean apropiadas.
Características de la Web 3.0
Desde ya se han identificado algunas características importantes en la Web3:
- Garantías y fiabilidad: Los usuarios y creadores tendrán más libertad en esta nueva web. Todos tendrán mayor control sobre sus datos online y la seguridad estará cada vez más garantizada gracias a las redes descentralizadas. Este esquema de conexión ofrecerá mayor seguridad a las personas y además disminuirán los fallos gracias a la múltiple disponibilidad.
- Sin censuras: Dado que la Web3 será descentralizada, no tendrá el control de gobernanza por una única entidad y eso asegura que todos puedan tener acceso. Dado que las grandes empresas y proveedores de servicio no tendrán el control, las restricciones y censuras serán cada vez más imposibles en contenidos y aplicaciones.
- Web personalizable: La experiencia de navegación con la web 3.0 es mucho más personalizable, dado que las propias páginas podrán comprender nuestras preferencias. La navegación será mucho más productiva y adaptable.
- Mejores experiencias de ventas: Debido a que la web podrá interpretar tus intereses, los procesos de ventas serán mejor dirigidos, llegando los productos y la información directamente a quienes estén interesados, gracias a la Inteligencia Artificial.
- Mayor estabilidad: Los datos de la Web3 estarán descentralizados, eso asegura una mayor disponibilidad y así se podrá garantizar que sea más estable, evitando así, depender de un único servidor para las peticiones de un contenido.
Básicamente, la Web 3.0 vuelve a los inicios de la Internet, convirtiéndose en un lugar donde no se necesita el permiso de una gobernanza para poder publicar, ya que es una red descentralizada.
En este sentido, la Web 3.0 permitirá que estas aplicaciones descentralizadas puedan superar a las redes sociales como Facebook, manteniendo el control y la propiedad de sus datos personales.
Finalmente, la Web3 comienza un futuro que se cimienta sobre las bases de la blockchain, la automatización de procesos y la Inteligencia artificial. En este sentido, La Web 3.0 será una versión actualizada y mejorada de Internet como lo conocemos hoy en día, teniendo como punto de partida la descentralización.
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