Muchos ordenadores se van a quedar desprotegidos ante el fin del soporte oficial para Windows 7, un sistema operativo que, tras 10 años de vida, Microsoft abandona ya definitivamente, aconsejando a los usuarios migrar a una versión más reciente.
La fecha crítica es el 14 de enero de 2020, a partir de ese día Windows 7 no recibirá ningún tipo de actualización y la compañía creadora no le dará soporte técnico. Lo más grave es que Windows 7 no recibirá parches de seguridad, así que con el tiempo se volverá más y más vulnerable.
Windows 7 fue lanzado en octubre de 2009, tras la mala recepción de Windows Vista, por lo que muchos lo vieron como el sucesor natural de Windows XP. Se estima que más de un 26% de los ordenadores siguen utilizando Windows 7 en pleno 2020.
Eso supone un riesgo de seguridad, pues si se descubren errores o vulnerabilidades, estos equipos no serán actualizados para proteger a los usuarios, al menos en teoría.
En la práctica, hace unos meses Microsoft lanzó un parche para los Servicios de Escritorio Remoto en los Windows fuera de soporte, ante el riesgo de una crisis de ransomware global como fue en su día WannaCry, y podría volver a hacer excepciones.
De cara al usuario, sin embargo, lo mejor sería no confiarse y actualizar a un sistema operativo reciente que mantenga el soporte. Microsoft aconseja Windows 10, como es lógico, pero no solo cambiar el software, sino también renovar el ordenador.
Afirma que tras 10 años el hardware ha avanzado mucho, y que con un nuevo PC no solo estaremos más seguros, sino que la experiencia será superior.
Al final, el nivel de riesgo lo determina el uso del equipo, y si guardamos en él información delicada (archivos personales y contraseñas de servicios). Lógicamente, el riesgo en los PCs desconectados de Internet es mínimo o nulo, pero muy pocos equipos se utilizan offline actualmente.
Windows 7 sigue presente para las empresas
Aunque Microsoft da por "muerto" a Windows 7, no todo el mundo lo considera así. Los principales antivirus seguirán dándole soporte, reduciendo en cierta medida el riesgo.
Google mantendrá Chrome disponible hasta julio de 2021, lo que hará la navegación web más segura, e incluso Office 365 funcionará hasta el 2023, pero eliminando algunas prestaciones.
Por otro lado, las empresas que utilicen versiones Enterprise de Windows 7 tienen la posibilidad de contratar un soporte de pago oficial, que les da un año más de tiempo para migrar.
Esto puede ser clave para las compañías que se hayan retrasado en actualizar sus equipos. Muchas máquinas con las que interactuamos tienen Windows en su interior, siendo los cajeros automáticos de los bancos un ejemplo especialmente delicado por las consecuencias de un posible hackeo.
Al final, no son tantos los usuarios domésticos que siguen usando un PC de hace 10 años, pero en las empresas sí resulta habitual, pues veces los equipos antiguos siguen sirviendo para las tareas ofimáticas.
Si a eso sumamos que los equipos suelen estar conectados en una red local, el resultado puede ser desastroso si una vulnerabilidad en Windows 7 permite la entrada de virus. Solo hay que pensar en las empresas españolas paralizadas por un ransomware en 2017, tan grandes como Telefónica, BBVA, Iberdrola o Vodafone.
De cara a los usuarios domésticos, nuestro consejo es actualizar a Windows 10 en cuanto sea posible, aunque si vamos a renovar el equipo, también un Mac es una opción, o incluso Linux para los más expertos en informática.
Mientras tanto, podemos mitigar los riesgos del fin de soporte de Windows 7 con un antivirus, además de mantener actualizados todos los programas y usar el sentido común para evitar el phishing, los ataques o las estafas que circulan por redes sociales o aplicaciones de mensajería.
¿Qué opinas de que Windows 7 se quede sin soporte? ¿Aún tienes algún PC con este sistema operativo?
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