Seguramente lo usas a diario, pero te has preguntado realmente ¿qué es el WiFi? ¿Cómo funciona? nosotros sí y nos hemos puesto manos a la obra para investigarlo y compartirlo contigo. Lo cierto es que hay mucha tecnología que llega constantemente a nuestras manos, pero muchas veces no nos tomamos el tiempo de saber a fondo qué estamos usando.
Hoy en día es muy normal (y a veces esperado) que en cualquier hogar y oficina haya un router WiFi, de hecho puede sonar extraño cuando no hay donde “conectarse” y la verdad es que se ha incorporado de manera tan nativa en nuestra cotidianidad que no nos detenemos un poco a pensar sobre eso que usamos y cuáles son las consecuencias de tenerlo.
¿Qué es WiFi?
Vamos a comenzar por definirlo. WiFi es un estándar de conexión inalámbrica a Internet que surgió en el mercado en el año 1998. Esta tecnología permite que múltiples dispositivos se puedan conectar a una red a través de un enrutador inalámbrico que emite una señal de radio que es captada por los dispositivos que se conectan.
El dispositivo conectado devuelve una petición de conexión a través de la misma frecuencia de radio y el enrutador lo convierte en una petición a la red por medio del cable, para responder con el paquete de datos solicitado.
Esta conexión tiene límites y dependerá de la potencia de la señal de router utilizado, podrás conectarte a una red inalámbrica entre 5 y 150 metros, según tenga la capacidad el dispositivo.
Tipos de WiFi
Desde su lanzamiento, el estándar de WiFi ha evolucionado, pero siempre teniendo como base el 802.11 y en cada versión ha mejorado la conectividad y la capacidad de velocidad soportada para brindar un mayor ancho de banda, pero también soporte a una mayor cantidad de dispositivos conectados a la misma red.
- IEEE 802.11: Este fue el primer estándar creado y anunciado en 1998, aunque actualmente está fuera de uso. A través de esta conexión se podían conseguir dos Mbps de velocidad máxima, algo que para la época era suficiente, pero que hoy en día sería imposible utilizarlo.
- IEEE 802.11a: En 1999 surge el siguiente estándar que había aumentado su capacidad de velocidad hasta 54 Mbps. Esta versión fue la primera en utilizar la frecuencia de 5 GHz, que tiene la capacidad de bloquear fácilmente los objetos y por ello tiene un alcance un poco más limitado.
- IEEE 802.11b: Este estándar tiene una velocidad de 11 Mbps, pero opera bajo la frecuencia de 2,4 GHz y eso le hace un poco más universal, además de tener un mayor alcance.
- IEEE 802.11g: Cuenta con una velocidad de 54 Mbps como la versión a, pero con la diferencia de que se conecta a través de la frecuencia de 2,4 GHz.
- IEEE 802.11n: Esta versión del estándar logra hasta 300 Mbps y también dispone de una frecuencia de 2,4 GHz, que es mucho más utilizada a nivel internacional.
- IEEE 802.11ac: Este estándar surgió en el año 2014 y se conoce más como WiFi 5, ofrece una velocidad máxima de 1.300 Mbps y opera en la banda de 5GHz.
- IEEE 802.11ax: Llegamos a uno de los más recientes estándares disponibles y es conocido como WiFi 6, surgió en el año 2019 y puede llegar a ofrecer conexiones teóricas de hasta 9,6 Gbps.
Actualmente se encuentra en desarrollo el estándar de WiFi 7, que podrá cuadruplicar la capacidad de conexión que actualmente se tiene en el mercado.
Configurar una red WiFi
Configurar una red WiFi es bastante sencillo y por lo regular no se necesita la ayuda de ningún experto. La mayoría de los routers WiFi que conseguimos en el mercado llegan con una configuración establecida, incluso poseen una contraseña previa, que luego deberás cambiar por mayor seguridad.
Este tipo de dispositivo bastará con conectarlo al cable de Ethernet principal que proviene de la conexión que brinda tu proveedor de servicio y al conectarlo a la red eléctrica debería comenzar a funcionar.
Si deseas modificar la contraseña o cualquiera de los otros valores en caso de ser un usuario un poco más avanzado, deberás ir hasta la dirección de administración en tu navegador que puede variar, pero por lo general es “192.168.0.1” ó “192.168.1.1” sin las comillas y eso te abrirá una pantalla en la que debes colocar las credenciales que están en un sticker del propio dispositivo, como también puedes probar la combinación “admin” en el campo de usuario y contraseña.
¿Es seguro utilizar WiFi?
En general, las redes WiFi tienen problemas de seguridad y privacidad, aunque eso con el tiempo y la evolución de los routers ha mejorado. Lo cierto es que las redes son visibles para que los dispositivos se puedan conectar a ella y eso ya le hace, en parte, vulnerable.
Sin embargo, las redes que se encuentran cifradas son cada vez menos peligrosas, ya que no les es tan fácil a los cibercriminales poder acceder a ellas, pero los peligros se mantienen en las conocidas redes públicas.
Cuando se utilizan redes públicas cualquier persona puede entrar en ellas, así que un ataque de robo de información puede ser perpetrado fácilmente, robando información importante como contraseñas, redes sociales, accesos bancarios y mucho más.
Para disminuir los riesgos que supone una red WiFi podrías seguir algunas de las siguientes recomendaciones de seguridad:
- Cambia la contraseña que viene por defecto en el router y añade una combinación en la que incorpores letras y números, pero también símbolos especiales.
- Selecciona el sistema de encriptación WPA2 como método de seguridad, porque es el más avanzado y seguro.
- Modifica el SSID predeterminado, en ese caso es mejor crear uno nuevo que no tenga relación con la contraseña y que tampoco pueda ofrecer algún indicio sobre el operador utilizado.
- Apaga el router WiFi cuando vayas a estar fuera de tu hogar u oficina por varios días.
- Habilita el filtrado de direcciones MAC, debido a que permitirá acceder a la red a aquellos dispositivos que tengan una dirección MAC concreta.
- Define el número máximo de dispositivos que pueden conectarse a tu red WiFi.
Trucos para mejorar tu red WiFi
La conexión a la red WiFi de manera estable depende de muchos factores, desde el propio router, la red del proveedor, la ubicación del dispositivo, incluso la cantidad de objetos y electrónicos que puedan interferir en la distribución de la señal, sin embargo, existen algunos trucos para que pueda tener la mejor señal posible:
- Coloca tu router en un lugar céntrico: Bien sea en la oficina o en tu casa, coloca el dispositivo en un lugar central al que puedan acceder la mayoría de los dispositivos que se conectan de una manera más efectiva, eso permitirá tener una distribución de la señal más equitativa y así evitar muros y objetos que puedan afectar la red.
- Utiliza un repetidor para mejorar la señal: Cuando el espacio sea demasiado grande y tengas muros que puedan afectar la señal, lo mejor será conseguir un repetidor que ampliará la señal del router principal al resto de la casa. Este dispositivo capta la señal principal y luego la replica en la misma intensidad a otra habitación.
- Conecta una antena direccional: La mayoría de los router vienen con antenas externas de corto alcance, pero existen en el mercado algunas antenas con mayor capacidad llamadas direccionales, que pueden emitir una señal mucho más fuerte y de más alcance, especialmente para conectar ordenadores y televisores que no pueden moverse de su ubicación.
- Modifica el canal del router: Una gran parte de los routers se encuentran configurados de manera predeterminada en un mismo canal y eso hace que todos estén enviando la señal en la misma frecuencia, lo que afecta la capacidad de la red. Para mejorarlo, entra en la configuración del WiFi y cambia a un canal diferente.
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