A día de hoy, encontramos aplicaciones fantásticas de todo tipo, prácticamente cualquier necesidad está cubierta por alguna de ellas, ya sea para nuestro smartphone, portátil o equipo de sobremesa. Tenemos aplicaciones de todo tipo, ya sea para temas profesionales o de ocio.
Da igual lo que busquemos, los desarrollares y empresas dedicadas a ello quieren cubrir todas nuestras necesidades para hacernos la vida tecnológica más fácil, y eso es de agradecer.
El problema surge cuando dudamos en elegir una aplicación, si vemos que es de pago, buscaremos una alternativa gratuita, pero, si encontramos la misma aplicación sin que tengamos que desembolsar ni un sólo céntimo, es bastante tentador, aunque eso sí, las apps piratas están llenas de peligros ocultos y no las recomendamos.
¿Qué problema puede haber?
Muy sencillo. No sabemos quien ha subido esas aplicaciones para compartirlas con el resto de usuarios, quien se “esconde” detrás de ellas o si ha modificado del código fuente para algún beneficio ajeno a nosotros. Al no tener la certeza de la legitimidad y origen de esa aplicación, estamos expuestos a cualquier vulnerabilidad, al antojo de la persona que ha decido compartir esa aplicación sin previo aviso a los desarrolladores oficiales.
Con lo cual, todos salimos perdiendo, el desarrollador o empresa que ve como su trabajo no está reportando beneficios y nosotros, como usuarios pudiendo ser víctimas de algún plan manejado por un ciber delincuente.
Este problema se extiende a todos los sistemas operativos, tanto móviles como de escritorio. Tenemos que buscar software con sentido común para no tener un disgusto en nuestro equipo o con nuestra propia privacidad.
¿Cómo evitarlo?
Por ejemplo, cuando buscamos una app en la tienda de Android nos encontramos con varias app prácticamente idénticas, solo diferenciadas por las valoraciones y reseñas de los usuarios que las han descargado. Pero un detalle se nos escapa a primera vista, el desarrollador que ha subido la app a la tienda.
Si nos fijamos en la descripción, en todas las aplicaciones cambian las personas que “firman” esa subida, encontrar la oficial, a veces, puede llegar a ser confuso. Lo mejor es averiguar desde páginas oficiales quien es creador de la aplicación que queremos descargar. Normalmente, desde sus propias páginas ofrecen enlaces para una descarga segura.
Nunca he tenido problemas por ello
Ese ese el verdadero problema, que creas que has descargado una aplicación pirata y que no hay peligro porque no has notado nada extraño. Los mejores ciber criminales son los que no dejan huella o están violando tu intimidad sin que te percates de ello. Desde activar tu webcam, micrófono, infectar tus dispositivos en modo “zombi” para atacar servidores son algunos de los métodos elegidos, y lo peor es que nunca lo sepas que han estado ahí.
Concienciación
Tenemos que concienciarnos sobre este verdadero problema de las apps y software piratas, no se tratan de temas lejanos o ajenos a nosotros como puede llegar a aparecer. Todo tiene un origen y un motivo. En internet todo se paga, aunque lo encuentres de forma gratuita, todo tiene un precio y tú o tus dispositivos podéis ser la moneda de cambio.
Por desgracia, he conocido a personas víctimas con algún tipo de problema por descargar apps o software piratas, desde perder todo el dinero depositado en su cuenta bancaria hasta el manejo remoto de su propio ordenador por alguien ajeno.
Seguramente has descargado alguna aplicación o software pirata, pero ¿has experimentado algo extraño alguna vez o conoces a alguien que lo haya sufrido?
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