Una reciente condena de cárcel por vender dispositivos IPTV demuestra que la acción policial contra este tipo de televisión por Internet no deja de intensificarse. Las plataformas y canales a los que se accede irregularmente mediante IPTV suelen ser los denunciantes, y cada vez consiguen más condenas.
Hemos visto que las apps de IPTV no son ilegales de por sí, depende del contenido al que veamos. En este caso, el problema es que los vendedores ofrecían reproductores con acceso a contenidos de pago, e incluso suscripciones a los servidores para ver los canales de manera no oficial a un coste menor.
Los condenados viven en Irlanda del Norte, y realmente fueron detenidos en 2018, pero hasta ahora no hubo condena. Fue el canal británico Sky quien los denunció, y la policía identificó a los responsables para llevarlos ante la Justicia.
Es poco probable que nos vayan a multar por ver canales IPTV piratas por ahora, al menos no es el principal objetivo de los propietarios del copyright. El enfoque actual está en quienes venden reproductores o el acceso a listas de IPTV con ánimo de lucro, pues de esta manera es más sencillo obtener condenas ejemplarizantes.
Uno de los condenados deberá realizar 175 horas de trabajo para la comunidad. El otro ha recibido una pena más dura, con condenas de 8 y 6 meses de cárcel por los delitos de los que se ha encontrado culpable, si bien las cumplirá a la vez. Otra condena de 8 meses no será ejecutada si no vuelve a delinquir.
El fútbol y otros deportes en directos suelen ser los contenidos que más se emiten ilegalmente en IPTV, junto con canales de televisión premium. Eso sí, recordemos que hay servicios como TDTChannels que son legales, pues solo enlazan a las fuentes oficiales en abierto.
Los movimientos de los grandes grupos de medios se vuelven cada vez más agresivos, y LaLiga tiene identificados a miles de usuarios de IPTV, aunque las denuncias y multas no parecen la primera opción. De hecho, LaLiga pretende borrar las apps de IPTV de Android instaladas en los móviles de los usuarios, una petición atrevida que parece poco probable que Google acepte.
Lo que está claro es que la cárcel y multas para los vendedores de reproductores y listas de IPTV es una realidad, y que va a ir a más. Si a eso unimos los nuevos medios técnicos para frenar las emisiones, y las presiones a los gobiernos para que faciliten los bloqueos, el IPTV ilegal cada vez se complica más.
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Vía: Belfast Telegraph
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