Quizá te preguntes qué es con exactitud la carga inalámbrica Qi y, sobre todo, cómo funciona este sistema que permite recargar la batería de un smartphone sin necesidad de conectarle un cable. Qi es un estándar usado por muchas marcas, y que domina la carga inalámbrica a día de hoy.
En realidad, la carga inalámbrica lleva ya bastantes años en el mercado, el mítico Google Nexus 4 de 2012 ya la integraba, pero cuando Apple la adoptó en el iPhone 8 (y modelos posteriores) se popularizó bastante más. En todos los casos se utiliza el estándar Qi, el único que ha tenido éxito a nivel comercial.
Respecto a cómo funciona, el uso de la carga Qi es sencillo para el usuario. Debe colocar un smartphone compatible encima de una base de carga inalámbrica, asegurándose de que las zonas de las bobinas quedan alineadas (normalmente están marcadas).
El smartphone puede llevar una funda delgada (normalmente hasta 5 mm) sin que impida la conexión. Eso sí, la velocidad de carga podría verse afectada. La transmisión inalámbrica Qi es más lenta que un cargador rápido convencional, a pesar de las nuevas bases más potentes.
Inducción electromagnética, el fundamento de Qi
Un cargador compatible con Qi se conecta a un enchufe (o puerto USB) de forma normal, y posee una superficie con una bobina transmisora que genera un campo magnético. El móvil tiene otra bobina, normalmente bajo la carcasa trasera, que funciona como receptora.
A nivel físico, Qi se apoya en la inducción electromagnética. El usuario debe colocar con cierta precisión el móvil sobre la base, algo que podría solucionarse con más bobinas en la superficie. Justo eso prometió Apple con su AirPower, que cargaría a la vez un iPhone, un Apple Watch y unos AirPods con solo situarlos encima.
Por desgracia, AirPower lleva más de 1 año de retraso. En general, la carga inalámbrica es un campo que avanza muy lento. Otra empresas rivales de Qi intentaron implantar alternativas como la carga por resonancia o por RF, pero por ahora no lo han logrado.
Respecto a la tecnología actual, Qi soporta hasta 15 vatios con la actual revisión, y ya hay cargadores de esa potencia. Además, los fabricantes han integrado detección de objetos, de manera que colocar unas llaves o unas monedas sobre el cargador no genera un cortocircuito.
Smartphones como el Huawei Mate 20 Pro proponen usos interesantes de la tecnología: no solo se puede cargar de forma inalámbrica, sino que el móvil sirve como base de carga para otros dispositivos Qi, como unos auriculares.
Qi es solo un punto de partida
Distintas empresas trabajan en la carga inalámbrica por aire, capaz de transmitir energía a distancias de varios centímetros (incluso metros), pero no está claro cuándo se comercializará, y en algunos casos ni han explicado cómo funciona su diseño propietario.
Respecto a Qi, su desarrollo lo realiza el Wireless Power Consortium, una asociación de la que forman parte las principales compañías tecnológicas. El próximo objetivo es una versión de entre 30 y 60 vatios destinada a los portátiles, algo interesante dado el avance que el 5G supondrá en la movilidad de los PCs.
Otro objetivo es una revisión de hasta 65 vatios para aspiradores, robots o herramientas de trabajo y, más a largo plazo, llevar Qi hasta los 2.200 vatios para integrarlo en las cocinas inteligentes.
Ahora ya sabes qué es Qi y también cómo funciona este estándar de carga inalámbrica. Por ahora se integra sobre todo en smartphones, smartwatches y ciertos auriculares al estilo de los AirPods, pero si sigue avanzando puede cambiar de forma decisiva nuestras vidas.
¿Sabías qué es Qi? ¿Te convence cómo funciona la carga inalámbrica actual, o crees necesario que permita más separación desde la base para resultar útil de verdad?
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