Una experiencia de realidad virtual premium parte de una cifra cercana a los 1.000 euros, y no todo el mundo puede (ni quiere) invertir una cantidad tan grande. Sin embargo, nuestra review de las gafas VR Box va a demostrar que uno se puede introducir en este mundo por muy poco dinero. No todos necesitan la última tecnología, así que este producto les resultará interesante.
VR Box es un casco de plástico en el que se mete nuestro smartphone. Por lo tanto, la pantalla, el sonido y el procesamiento de la imagen corren por cuenta del teléfono. Pero las VR BOX llevan unas lentes para adaptar la imagen a realidad virtual, y unos deslizadores para mejorar el ajuste. El dispositivo permite colocar con relativa facilidad el smartphone, y unas cintas lo ajustan a nuestra cabeza.
Además, junto a él se incluye un pequeño mando Bluetooth con el que controlar los juegos de forma más cómoda. Este análisis va confirmar que las VR Box son una mejor opción que las sencillas gafas de cartón Cardboard de Google, pero sin tener que pagar el precio elevado de modelos como las Samsung Gear VR. Así que conoceremos una opción para descubrir de manera económica la realidad virtual.
El catálogo en las plataformas móviles aún no resulta muy grande, pero encontramos bastantes juegos entretenidos, también vídeos para realidad virtual e incluso alguna app. No se trata de contenido tan avanzado como el de propuestas del estilo Oculus Rift, pero resulta bastante aceptable. Eso sí, VR BOX se encarga solo del hardware, las experiencias de realidad virtual las conseguiremos en nuestra tienda de aplicaciones habitual.
VR Box, especificaciones
La verdad es que unas gafas de realidad virtual pasivas como las que nos ocupan no tienen muchos detalles de los que presumir, son un producto muy sencillo. De todas formas, vamos a echar una ojeada a la ficha técnica de VR Box para ver qué nos ofrece:
- Prestaciones: bandeja para introducir el smartphone y cintas de agarre.
- Impresión visual: de pantalla de 1.000 pulgadas a 3 metros.
- Ajustes: distancia interpupilar y distancia de la lente.
- Materiales: lente de resina ABS de 42 mm, cuerpo de plástico y protector de espuma viscoelástica.
- Compatibilidad: smartphones entre 3,5 pulgadas y 6 pulgadas (Android/iOS).
- Extras: mando Bluetooth incluido (cruceta y cinco botones).
- Precio: alrededor de 33 euros.
Un diseño muy cuidado
La verdad es que el diseño de un casco de realidad nunca va a resultará demasiado bueno. Se tratan de dispositivos grandes y aparatosos. Por desgracia, gastar más no nos va suponer mejoras en este aspecto. Teniendo esto en mente, podemos decir que las VR Box cumplen en el tema del diseño. Obviamente, ofrecen un acabado muchísimo mejor que el de una modelo de cartón, y permiten una mayor configuración.
Las VR Box se han construido en plástico de buena calidad. En un lateral tenemos una bandeja en la que introducir nuestro smartphone. Dentro hay un enganche ajustable que agarra el teléfono. Además, se incluyen una almohadillas adhesivas para que la adaptación sea perfecta, sin importar la colocación de los botones de nuestro móvil.
En la parte interior encontramos las lentes, que se pueden mover hacia los lados y hacia el fondo con unos botones superiores. Gracias a esto, resultará más sencillo obtener una imagen nítida. En la zona en las que las VR Box contactan con nuestra cara hay una capa de espuma viscoelástica. Eso vuelve el caso más cómodo de llevar, evita que sudemos en exceso y facilita su limpieza. Desde luego, es un aspecto que nos ha gustado en la review de las VR Box.
Una cinta ajusta las VR Box a nuestra cabeza, de forma que no tengamos que agarrarlas con las manos. El conjunto no resulta especialmente pesado, así que en sesiones cortas no sentiremos cansancio. Por otro lado, las ranuras laterales de las VR Box permiten que el smartphone tenga conectado unos auriculares. Eso sí, como veremos más adelante, deberemos sacar y meter el móvil con frecuencia de las gafas, así que quizá no queramos complicarnos añadiendo un cable.
Respecto al mando incluido, se trata de un controlador muy pequeño, con un stick plano, cuatro botones de acción y uno de pausa. Dado que los juegos en realidad virtual resultan sencillos, se adecuará bien a nuestras necesidades... cuando dispongamos de soporte para accesorios.
Facilidad de configuración
El funcionamiento básico de las VR Box es meter el teléfono en su interior para empezar a jugar o ver vídeos. Por desgracia, resulta un poco incómodo cambiar de una experiencia a otra. Para hacerlo debemos entrar en la interfaz de Android o iOS para elegir la nueva app, lo que supone que habremos de extraer el teléfono durante unos instantes.
Las apps se bajan desde Google Play o la App Store, pero lo más probable es que usemos Cardboard como centro de la experiencia. Se trata de una app gratuita, que controla las gafas y nos ofrece juegos, vídeos y apps de realidad virtual. Te dejamos los enlaces para bajarte la app:
- Descargar Cardboard para Android:
- Descargar Cardboard para iPhone:
El problema es que la app de Google pide un código QR para ajustar su configuración. Al menos en mi unidad, no he encontrado la imagen en la caja. Sin embargo, algunos usuarios han creado su propia versión, y resulta bastante adecuada, así que te dejamos el QR por si quieres usarlo:
Una vez hecho esto, solo tenemos que escoger las apps que nos interesen y empezar a disfrutar. La configuración inicial dura solo unos minutos si tenemos claro lo que hacemos, aunque es posible que los menos expertos en la realidad virtual tarden un poco más en acostumbrarse a su funcionamiento.
Experiencia de uso
La verdad es que las VR Box nos han sorprendido positivamente en nuestro análisis. Son ligeras, cómodas y ofrecen una calidad de imagen aceptable. Disfrutaremos de un efecto 3D profundo, y los ajustes en las lentes nos permitirán mejorar la nitidez. Quizá el punto menos positivo sea el campo de visión, ya que la imagen solo cubre una pequeña parte de lo que vemos.
El control en realidad virtual se basa en el seguimiento de la vista. Allí a donde miremos, la imagen nos muestra lo que ese mundo virtual encierra. Así que la mayoría de los juegos se centran en movernos o disparar siguiendo nuestros movimientos de cabeza, que el smartphone controla por medio del acelerómetro.
Sin embargo, las Cardboard originales disponen de un botón físico que funciona empleando un imán que detecta el teléfono. Las VR Box no lo incluyen, así que algunos juegos no se pueden controlar debidamente. Eso sí, la mayoría se pueden manejar por medio del mando incluido, o sencillamente no necesitan del uso de ningún botón.
En general, la experiencia de las VR Box es buena. Nos consiguen meter de lleno en la acción, ya sea en un juego, un vídeo o una app. Considerando el reducido precio que vamos a pagar, la verdad es que valen la pena.
El software disponible, un punto débil
Está claro que la experiencia de realidad virtual que podemos obtener con un teléfono y un casco de 33 euros no tiene nada que ver con la de otros modelos que puede costar más de 1.000 euros. Las VR Box son para el gran público, para los que quieren descubrir la realidad virtual y divertirse con ella, pero no para los más entusiastas.
Por lo tanto, el contenido disponible en las tiendas de apps es sencillo. Tenemos juegos, vídeos y apps, que en general son correctos, pero no ofrecen una experiencia demasiado profunda. La idea es probar la realidad virtual y entretenerse con ella de vez en cuando, pero no dedicar horas y horas a la semana. Así que las apps disponibles nos sorprenderán, pero no nos tendrán meses absorbidos.
Eso sí, necesitamos un móvil con resolución Full HD o superior, de lo contrario notaremos una apreciable pixelación. Es muy recomendable que la pantalla sea más grande de 5 pulgadas, y un procesador potente también se agradece. A pesar de todo, los juegos serán sencillos a nivel gráfico, porque la realidad virtual avanzada pide mucha más potencia de la que puede proporcionar un teléfono.
La verdad es que no creo que eso se pueda considerar un fallo. Las VR Box son un producto para todo el mundo, de bajo coste, que más bien se trata de una introducción a la realidad virtual. Desde luego, eso lo hacen muchísimo mejor que unas gafas de cartón. No encontraremos grandes películas, juegos de decenas de horas ni apps muy complicadas, pero sí que disponemos de software suficiente para conocer la realidad virtual y entretenernos con ella.
Un sustituto para otros cascos VR
La verdad es que las VR Box nos parecen una alternativa muy interesante. Nadie se va a gastar cientos de euros en un Oculus Rift, PlayStation VR o HTC Vive antes de conocer la tecnología. Además, a muchos usuarios les llega con un acercamiento más sencillo y económico. Pero los modelos de cartón resultan claramente deficientes. Gastando solo un poco más de dinero podemos conseguir las VR BOX y así obtener una experiencia mucho más completa.
Un duro rival para las VR Box son las Samsung Gear VR, que además disponen de aplicaciones propias. Claro que cuestan el triple, y requieren poseer un smartphone de gama alta. Así que, aunque reconocemos que también representan una buena opción, para la mayoría de los usuarios las VR BOX resultan suficiente.
Por lo tanto, las VR Box son un modelo de casco de realidad virtual interesante. No apuestan por el coste ultrabajo para no decepcionar al usuario, pero tampoco nos exigen un desembolso económico grande.
VR Box nos convence en nuestra review
Nuestra experiencia en la review de las VR Box ha sido positiva. Nos parece un correcto accesorio para introducirse en la realidad virtual de forma sencilla y asequible. La configuración es fácil, dispone de contenidos interesantes (aunque no muy profundos) y la calidad de imagen es aceptable. El conjunto ofrece un equilibrio interesante entre prestaciones y precio que interesará a muchos usuarios.
Obviamente, las VR Box son un producto chino, de ahí su buena relación calidad-precio. Sin embargo, podemos comprar las VR Box por 32,99 euros en Geekvida desde su almacén español. De esta forma, tenemos garantizada una entrega en un plazo breve, y no sufriremos los problemas de aduanas tan frecuente en los envíos internacionales.
Desde luego, podemos recomendar las VR Box a quien tenga curiosidad por la realidad virtual. Se tratan de unas gafas VR mucho mejores que las de cartón, que nos durarán más tiempo y nos permitirán disfrutar en mayor medida. Ofrecen una experiencia interesante para los aficionados a la tecnología, así que la verdad es que hemos quedado satisfechos tras analizar las VR Box.
Los puntos fuertes de las VR Box que hemos encontrado en nuestra review son los siguientes:
- Buena calidad a un precio realmente económico.
- Ligeras y cómodas, con protección de espuma viscoelástica.
- Posibilidad de ajustar las lentes.
- El mando es un extra muy interesante.
Los puntos débiles de la VR Box que hemos encontrado en nuestra review son los siguientes:
- Se echa de menos un botón por imán.
- El campo de visión es reducido.
- Debería venir un código QR de configuración.
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