Fitbit sigue renovando sus dispositivos wearables intentando seguir una línea propia y un tanto diferencial. Esta vez es el turno de la Fitbit Charge HR que pasa a ser Fitbit Charge 2 en su nuevo modelo.
Se trata de una pulsera fitness que esta vez apuesta por diseño más que otra cosa. Aun así, sus funcionalidades son realmente interesantes y sigue ofreciendo una autonomía increíble, que llega a los 5 días mínimo.
A continuación, analizamos en una review del Fitbit Charge 2, el último wearable de la compañía.
Diseño renovado
El diseño de la Fitbit Charge 2 se pone al día, siendo uno de los wearables con más estilo dentro de gama de productos. A pesar de no ser el producto más top con el que cuentan, sí que en diseño vemos un importante salto respecto a otros como el actualizado, en software, Fitbit Blaze.
La Fitbit Charge 2 cuenta con el diseño de una pulsera metálica y con correa de plástico de serie, aunque intercambiable. La frontal es de color negro, ocupando la pantalla prácticamente la totalidad, mejorando así el diseño notablemente. Por los laterales encontramos un gris metálico. Como decimos, el chip podemos extraerle la correa y cambiarla en cualquier momento.
Fitbit ofrece correas como la clásica en colores negro, azul, ciruela o turquesa (de momento), versiones metálicas en colores negro o gris, en oro y colores rosa o lavanda, y cuero en color marrón, añil o rosa palo. En definitiva, contamos con correas para todos. Tampoco podemos pasar por alto que la Fitbit Charge 2 se puede adquirir en tamaños S, L o XL. Asimismo, su peso es realmente reducido, siendo muy cómoda con cualquier correa (de la que dependerá el peso).
Por su parte, la Fitbit Charge 2 cuenta con un solo botón en el lado izquierdo, que tendremos que usar para la mayoría de las funciones. Ciertamente su funcionamiento es un tanto extraño al principio, y dependerá todo de si lo dejamos pulsado o solo un toque. Se nos explica en un primer momento, pero aun así vemos una importante falta de usabilidad para el día a día. La solución pasaba por otro tipo de control, apoyándose en la pantalla táctil, o añadir otro botón.
Otra vez nos encontramos con otro producto de Fitbit que es resistente al agua a medias. La Charge 2 soportará la transpiración, la lluvia y las salpicaduras, pero no podremos nadar o ducharnos con el wearable puesto.
Pantalla al 100%
La pantalla de la Fitbit Charge 2 no es una gran maravilla, pero ocupa el 100% de la parte frontal del dispositivo, lo que supone que estéticamente queda muy bien, sobre todo cuando está apagada.
Hablamos de una pantalla OLED de 1,5 pulgadas en formato rectangular. Eso sí, es en blanco y negro y un tanto resistente el panel táctil, además de que su uso queda muy limitado.
La pantalla se apaga y enciende automáticamente cada vez que giramos la muñeca, como todo wearable, para ahorrar energía.
Como comentamos, la calidad de la pantalla de la Charge 2 no es sobresaliente y los gráficos no han sido tampoco cuidados, quizás por limitaciones precisamente técnicas.
Asimismo, tenemos la posibilidad de configurar el aspecto de la pantalla principal, la que funcionará básicamente como un reloj para mostrarnos la hora. Contamos con 7 diferentes pantallas con diferentes estéticas y datos a mostrar por defecto. Dentro de las capacidades de la pantalla son correctos, pero no estéticamente sorprendentes.
Pulsera fitness completa
La pulsera es capaz de contar el número de pasos, medir el pulso, la distancia caminada, las calorías quemadas, las plantas subidas, los minutos de actividad, el ejercicio que hacemos y el sueño.
Asimismo, tenemos pruebas de nivel de capacidad aeróbica, sesiones de respiración guiada y aviso para moverte. También podemos recibir notificaciones básicas de llamadas, mensajes y calendario.
Todo esto lo puede realizar sin necesidad de conectarse al smartphone, aunque no tenemos GPS, por ejemplo. Para sesiones deportivas de precisión necesitaremos asociar la pulsera con el smartphone para el uso de la geolocalización.
Desde la propia Fitbit Charge 2 no podemos ver gran cantidad de datos, aunque suele ser así en el software de Fitbit, por lo que tendremos que recurrir a la completa app en el móvil. Desde la misma podemos ver todos nuestros movimientos y actividad, así como configurar objetivos y cualquier otro tipo de opción.
Aun así, en la pulsera contamos con funcionalidades como el cronómetro, la sesión de respiración guiada o visualización del pulso o la próxima alarma. Por supuesto, podemos iniciar cualquier actividad como correr desde la propia pulsera.
Como todo wearable de Fitbit, contamos con el registro del pulso continuo sin afectar a la batería y con una precisión bastante buena.
La realidad es que la parte fitness de los wearables de Fitbit va perfectamente, es precisamente el aspecto más destacable y donde realizan importantes innovaciones como la sesión de respiración guiada o los avisos para moverte.
Respecto a las notificaciones no tenemos grandes opciones, ya que solo podemos recibir notificaciones de llamadas, mensajes y calendario. Estas se borran automáticamente y no tenemos más opciones, pero es que, en todo caso, hablamos de una pulsera y no de un reloj.
Autonomía de 5 días
Como una pulsera, la Fitbit Charge 2 nos ofrece una autonomía bastante aceptable. A pesar de una pantalla OLED de 1,5 pulgadas alcanzamos sin problema los 5 días y con un poco de suerte un poco más. Esto hace que sea un wearable realmente interesante que no tengamos que cargar cada día.
Por su parte, el proceso de carga es realmente sencillo. Necesitamos el cargador propio de Fitbit que funciona como una pinza y que, sin necesidad de más, tan solo conectarlo al dispositivo y a un puerto USB, conseguiremos que cargue la batería.
Fitbit Charge 2, pulsera de diseño
La apuesta de Fitbit en este caso va por diseño más que por otra cosa. Realmente contamos con un wearable básico, es decir, una pulsera. Sigue siendo una propuesta diferente y muy enfocada al fitness, donde la compañía intenta innovar con funciones como la sesión de respiración guiada o los avisos para moverte.
La Fitbit Charge 2 destaca por su diseño especialmente y la sencillez en un wearable, con funciones fitness para todos. Por su parte, contamos con un precio todavía lejos de todos y la falta de la calidad de la pantalla precisamente en este caso.
Los puntos fuertes de la Fitbit Charge 2 son los siguientes:
- Funciones fitness de serie
- Registro continuo del ritmo cardíaco
- Diseño elegante
- Correas intercambiables
Los puntos débiles de la Fitbit Charge 2 son los siguientes:
- Pantalla de calidad mejorable
- Precio elevado
- Control un tanto complejo
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