La red oscura, además de ser un lugar altamente peligroso con fines corruptos y no autorizados, mueve una cantidad de dinero abismal. Vamos a conocer más detalles sobre la creación de vídeos deepfake, por los que los ciberdelincuentes pueden llegar a cobrar hasta 20.000 euros.
Después de saber que los ciberdelincuentes pueden tener un salario de hasta 4.000 euros por desempeñar su trabajo, siendo el puesto de desarrollador web el mejor valorado, hoy tenemos más datos sobre el funcionamiento de esta oscura "industria".
Los expertos de Kaspersky, la empresa dedicada a la ciberseguridad y la privacidad digital de los usuarios, han realizado una nueva investigación sobre los foros que habitan la red oscura. Este lugar, también conocido como "Darknet", es tan peligroso porque se utiliza con fines ilegales y mantiene el anonimato de las personas que entran en ella.
Por ello, reúne todas las características necesarias para ser el espacio perfecto de quienes desean dañar la imagen de otras personas. Y los motivos para hacerlo pueden ser de lo más variados, desde venganza o acoso hasta manipulación política y fraudes financieros. Y, ¿cómo se puede ejecutar ese daño? Mediante la creación de deepfakes.
Para ponernos en situación, los deepfakes son archivos de vídeo que han sido manipulados mediante inteligencia artificial para aparentar ser totalmente reales, cuando verdaderamente no lo son. Sin embargo, este tipo de contenido no puede ser elaborado por cualquiera, ya que requiere experiencia y disponer de un software concreto.
Pues bien, el estudio realizado por Kaspersky ha constatado que la demanda de estos servicios cada vez es más habitual; y lo más interesante, a la par que preocupante, son las tarifas que piden por su creación. A pesar de que el coste depende de la dificultad y la calidad final del vídeo, el precio por minuto se mueve entre los 300 y los 20.000 dólares.
Además, hay creadores de deepfakes que aprovechan para cometer fraudes con criptomonedas mediante la simulación de streamings, prometiendo a los usuarios una ganancia de monedas virtuales que, evidentemente, nunca llega. De hecho, los usuarios pueden llegar a perder entre 1.000 y 460.000 dólares en los casos más extremos, y aquí puedes ver un ejemplo de su apariencia:
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A pesar de que la mayoría de deepfakes tienen única y exclusivamente el objetivo de estafar a la gente, también encontramos muchos casos que resultan todavía más dañinos: los de creación de falsos vídeos pornográficos. Estos, al margen de suponer una pérdida económica para la víctima del chantaje, también acarrean un daño emocional para dicha persona.
En resumen, esto nos lleva a sacar dos conclusiones. En primer lugar, que los ciberdelincuentes han encontrado una nueva vía para estafar a la gente mediante la creación de deepfakes. Y, en segundo lugar, que cada vez más personas están dispuestas a invertir mucho dinero por adquirir estos vídeos manipulados y dañar a otras personas.
Nadie está a salvo de caer en las redes de los deepfakes, pero al menos podemos tomar algunas medidas para intentar evitar este tipo de amenazas. Por ejemplo, los vídeos de deepfake suelen contener descoordinación, movimientos bruscos, cambios repentinos en la iluminación, parpadeo de ojos extraño y hasta desaparición del propio parpadeo.
Además, es importante consultar fuentes de noticias verificadas para protegernos de todo tipo de bulos o noticias falsas, y desconfiar del contenido ante el más mínimo indicio de sospecha. Por el lado de las empresas, deberían implementar más campañas de concienciación sobre este tema, ayudando así a proteger a sus trabajadores.
Ahora sabes que los ciberdelincuentes pueden ganar hasta 20.000 dólares por la creación de vídeos manipulados de un minuto, los llamados deepfakes. Los motivos para hacerlo son de lo más variados, pero siempre resultan un peligro tanto a nivel económico como para la reputación y privacidad del usuario.
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