Lo que era impensable años atrás, cuando no existían ni los móviles, ya hoy es una realidad. Ya no hace falta llevar dinero encima, ni físico ni ninguna tarjeta de crédito porque los smartphones permiten realizar pagos móviles fácilmente. Pero ¿es seguro pagar con el móvil?
Esa es una de las preguntas que seguramente se haya hecho mucha gente con la llegada de la tecnología de pago móvil, y no es para menos. De hecho, es uno de los aspectos por lo que muchos usuarios todavía no se deciden a pagar con sus terminales.
La seguridad es un aspecto muy importante y se cree que pagar a través del móvil no es seguro, pero lo cierto es que no es del todo así. Es incluso más seguro que pagar con una tarjeta por algunos motivos muy interesantes que posiblemente desconozcas.
Sin embargo, el hecho de que se tenga que configurar la tarjeta en el móvil para realizar pagos a través de este, es una acción que echa hacia atrás a muchos porque creen que no es seguro ofrecer datos tan confidenciales, como es nuestra información bancaria, a una app móvil.
Paso previo al pago
Uno de los motivos por el cual es seguro pagar con el móvil es que siempre existe un paso previo antes de efectuar el pago en el TPV con tecnología contactless. Es decir, hay una acción en la que debe intervenir el usuario para hacer efectiva la transacción.
En las tarjetas, dígase las de crédito o débito, si realizas una compra de 20 € o menos dinero, podrás pagar con ella solamente pasándola muy cerca del TPV y se efectúa el pago sin pedir nada más.
No se pide PIN ni ningún otro método más, por lo que ya simplemente esto puede ser un importante fallo si te roban tu tarjeta que otras personas pueden aprovechar, aunque afortunadamente algunas entidades bancarias permiten desactivar el pago sin PIN de menos de 20 €.
En cambio, si la compra tiene un coste superior a los 20 €, te habrás dado cuenta que siempre el responsable de TPV te pedirá que introduzcas el PIN para confirmar la transacción, ya sea deslizando la tarjeta por encima del dispositivo o mediante el lector del chip.
Eso con el pago móvil no ocurre, cada vez que haces una compra, independientemente de la cuantía de esta, existe un paso previo que debe ejecutar el usuario, lo cual es más seguro. Tenemos que autorizar a la app a confirmar el pago, ya sea a través de un PIN, huella digital u otro sistema.
Aunque nos roben el móvil, para cualquier pago siempre se necesitará la acción del usuario con el objetivo de hacerlo efectivo mediante cualquiera de los sistemas que hemos mencionado anteriormente. Además, no se tiene acceso a nuestros datos bancarios.
Hay que activar el NFC
Aunque esto no ocurre en el iPhone, otro de los motivos por los cuales es seguro pagar con el móvil es que en los teléfonos Android hay que tener activado el NFC para poder pagar a través del smartphone en cualquier TPV de un establecimiento.
El NFC es precisamente la tecnología que permite poder realizar pagos móviles, un chip que no tienen muchos teléfonos, como muchos de Xiaomi por un motivo muy concreto, pero del que si disponen smartphones de gama alta, media y baja de muchos fabricantes.
En Android, se trata de una opción que hay que activar o desactivar como harías con el WiFi, por ejemplo, aunque casi siempre viene deshabilitada. Debe quedar claro que con el NFC desactivado no se puede pagar con el móvil.
Eso conlleva que haya que habilitar el NFC del teléfono y posteriormente pasarlo por el TPV para hacer el pago, por lo que si nos roban el móvil será imposible que utilicen nuestra tarjeta a su antojo ya que, aparte de pedir un PIN o cualquier otra cosa, el NFC debe estar “encendido”, si está apagado ya tenemos una doble protección.
No hay datos a la vista
Los datos de nuestro monedero electrónico están a buen seguro porque están totalmente encriptados. Si desafortunadamente se nos pierde alguna tarjeta, todos esos datos están visibles (nombre, número, fecha, CVV, etc.).
En cambio, si nos roban el teléfono, nuestra tarjeta seguirá siendo invisible a otras personas porque deberán acceder al móvil mediante algún sistema de desbloqueo (huella, PIN, patrón, contraseña, etc.) y eso ya nos da un extra de “seguridad”.
Vamos, que el ladrón de nuestro móvil o alguna persona que encuentre nuestro móvil perdido no tiene acceso a esos datos si no conoce el PIN de desbloqueo del smartphone, y peor aún se lo ponemos si usamos huella u otro sistema de seguridad.
Privacidad asegurada
Más motivos por los que es seguro el pago móvil, la privacidad. En el pago con el móvil está asegurada porque ni la compañía responsable de la app para pagar ni el establecimiento no conocen ningún tipo de dato de nuestra tarjeta (titular, número, fecha de caducidad o CVV). Además, todo está encriptado.
¿Qué evita esto? Que alguien pueda clonar nuestra tarjeta u obtener acceso a toda esa información tan sensible. Este es un aspecto muy importante para tener en cuenta, por lo que podrás estar seguro de que nadie puede tener acceso a dichos datos.
Para que conozcas un ejemplo, el sistema de pagos por móvil de Apple, denominado Apple Pay, hace uso de número y código de transacción único virtual (no usa el número de tarjeta real, sino uno ficticio) que no queda nunca almacenado en los servidores de la compañía ni tampoco se comparte con los establecimientos.
Cómo puedes ver, existen varios motivos para afirmar que es más seguro pagar con el móvil que con una tarjeta, pero posiblemente todavía haya muchos reticentes a probar y usar este moderno sistema de pagos debido a que creen que su información bancaria puede estar en peligro, algo que hemos demostrado que no es así.
¿Tú que crees, es seguro pagar con el móvil o no? ¿Tienes configurada algunas de tus tarjetas en tu teléfono para pagar con el terminal?
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