Snapchat se vislumbra como la nueva red en la que podemos enviar nuestras fotos a conocidos y que éstas no se guarden ni sean compartidas por los demás.
Las imágenes que se envían a través de esta aplicación se auto-destruyen a los segundos de abrirse, por lo que se usa como remedio en una sociedad donde todas las fotos se distribuyen y almacenan.
Este servicio que cuenta con 2 años de antigüedad no ha parado de ganar adeptos. Sus creadores, Evan Spiegel y Bobby Murphy de 22 y 24 años, afirman que “Compartir momentos que no viven para siempre tiene mucho valor”.
Snapchat se ha popularizado especialmente entre los adolescentes por el sexting, enviando fotografías de contenido lascivo. Sin embargo, sus fundadores niegan que su éxito se deba a este tipo de prácticas ya que su servicio pretendía ser “una herramienta digital para pasarse notas en clase”, declara Murphy.
Aunque se ha visto contaminado por la mala fama del Sexting, la visión de Snapchat nunca se vio apartada del intercambio de información más personal entre amigos o conocidos de forma efímera. Según Micht Lasky, Snapchat pretende ser “El verdadero yo, a diferencia del yo proyectado”.
Esta versión más personal de uno mismo ha llamado de atención de Mark Zuckerberg. El consejero delegado de Facebook se reunió con su compañía en diciembre tras conocer los 3,4 millones de usuarios que atrajo Snapchat durante este mes. Posteriormente nació Poke, una aplicación de Facebook similar a Snapchat que da fuerza a la demanda de información fugaz y personal.
Snapchat se muestra como nuestra salvación ante una mala foto o un estado que queremos que desaparezca. En torno a la privacidad, esta aplicación se vuelve nuestra aliada.
Web: Snapchat
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Vía: El País
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