Las aplicaciones para ligar cada vez son más utilizadas, y existen muchas alternativas. Ahora compararemos Scruff vs Grindr, ambas orientadas a los hombres gays, con un funcionamiento similar pero diferencias importantes.
Durante un tiempo, Wapo fue una alternativa interesante frente a Grindr en algunos países como España, pero ha ido perdiendo público. Al mismo tiempo, Scruff ha ganado usuarios, y ahora mismo podríamos colocarla en la segunda posición del ranking de apps para ligar entre el público gay.
Grindr, que sigue siendo líder, hoy en día resulta casi inusable: el número de anuncios en Grindr es altísimo, nos asedia para suscribirnos a los planes premium y la cantidad de spam no para de crecer.
Scruff ha aprovechado la ocasión, y ha aplicado mejoras en la aplicación, está regalando 1 año de acceso premium e incluso patrocinando artistas LGBT para darse a conocer.
El problema de fondo es que Estados Unidos no quiere que Kunlun Tech, una firma china, sea propietaria de Grindr. Exige que el servicio cambie de dueño antes de que termine junio de 2020 o lo bloqueará, así que sus actuales dueños quieren generar ingresos a toda costa, aunque sea empeorando la experiencia.
Al menos oficialmente, a Estados Unidos le preocupa el acceso a la ubicación de los soldados de su ejército, algo que ya ocurrió con Strava, una app de running cuyos datos revelaron la localización de las bases estadounidenses en el extranjero.
Grindr, muchos usuarios y muchísima publicidad
Grindr muchas veces se denomina el "Tinder gay", y no es de extrañar dado su éxito. Tiene un número de usuarios muy elevado a nivel internacional, así que también resulta útil en los viajes, que era uno de los problemas de Wapo.
El enfoque es muy directo, pues los perfiles aparecen ordenados por cercanía geográfica, y se les puede hablar directamente, sin necesidad de mostrar interés mutuo antes (hacer "match" en la jerga de las apps para ligar).
Antes de que comenzaran los problemas con Estados Unidos, las mejoras en Grindr eran frecuentes. En poco tiempo añadió los chats de grupo, stickers y GIFs, la posibilidad de enviar audios o de hacer videollamadas, y un filtro basado en la inteligencia artificial que solo muestra las fotos donde se ve la cara de la persona.
También desarrolló funciones para quienes pagan la suscripción Grindr Xtra, incluyendo confirmaciones de lectura (similares al doble check azul de WhatsApp) y frases guardadas para enviar rápido.
A nivel técnico, Grindr es la aplicación más completa y está llena de detalles útiles que no tiene Scruff, como la posibilidad de poner notas privadas en los perfiles favoritos o una serie de filtros avanzados.
El gran problema actual de Grindr es su urgencia por obtener ingresos antes de su venta obligada por Estados Unidos. La excesiva publicidad la hace muy complicada de usar, y hasta ha creado una suscripción Unlimited por encima de Xtra.
Eso sí, en ocasiones podremos encontrar estas suscripciones muy rebajadas. Al igual que ocurre con los precios de Tinder Plus, el plan Xtra es muy caro (sobre 10 euros al mes), pero a veces se rebaja a un precio de solo 99 céntimos al mes.
Con suerte, cuando la app cambie de manos debería volver a la normalidad, pero la situación actual puede dañar su dominio a largo plazo, y Scruff ha aprovechado para tomar posiciones.
Scruff, mejor experiencia, pero menos miembros
Scruff es una app lanzada en 2010, que durante estos años ha estado compitiendo en el sector con alternativas como Wapo, Manhunt, Jack'd o Growlr, sin olvidar que Tinder, Badoo y otras apps generalistas también atraen a muchos hombres gays.
Con los problemas que vive Grindr, se ha colocado como el "número dos" entre estas aplicaciones, aunque muy lejos todavía de ser tan popular.
Scruff es una buena aplicación, tiene una interfaz clara y funcional (aunque no muy bonita), es estable e incluye algunas funciones originales. Por ejemplo, Scruff Match permite indicar si nos gustan o no los perfiles, de forma similar a Tinder.
El modo de viajes está bien diseñado, y además incluye una sección de eventos LGTB que puede sernos útil. Los eventos incluyen fiestas, conciertos o discotecas, que en algunos casos son publicidad pagada, pero que normalmente resultan relevantes o, al menos, no molestan.
El buscador de Scruff es completo, pues permite combinar diferentes condiciones más allá de las habituales de edad, estatura, peso, situación sentimental o intenciones en la app. Trae opciones bastante explícitas, incluyendo preferencias íntimas y las precauciones que tomaremos durante la relación.
Al igual que Grindr, podemos adscribirnos a comunidades con las que nos sintamos identificados, que son bastante variadas. Algunas propias del mundo gay (oso, nutria chaser, queer...), otras son más inclusivas (trans, VIH+, drag...) y también las hay genéricas (geek, "chico corriente", militar...)
De hecho, los perfiles no solo dejan enlazar a Instagram, Twitter y Facebook, también es posible indicar las cuentas de PlayStation Network y Xbox Live, algo que agradará a los gamers.
No todos los aspectos de Scruff son positivos, por ejemplo, en la pantalla de inicio aparecen usuarios de todo el mundo, y no la podremos eliminar. Para muchas personas, comunicarse con perfiles a miles de kilómetros no tiene sentido, y mucho menos recibir mensajes de ellos.
En un intento por ampliar su comunidad, la compañía lleva tiempo regalando 1 año de Scruff Pro, una suscripción de pago que elimina los anuncios, permite ver más perfiles, crear álbumes de fotos privados y usar más filtros en el buscador.
Y es que el gran inconveniente de Scruff es que sigue teniendo muchos menos usuarios que Grindr. Al final, en una app para ligar, encontrar a personas interesantes es siempre lo más importante, y todo lo demás viene después.
¿Qué aplicación debería usar?
Las plataformas para conocer gente y ligar tienen cierta tendencia al "monopolio natural". Al igual que ocurre con WhatsApp, lo más importante es que las personas a nuestro alrededor usen el mismo servicio, sin importar que no sea muy bueno, y es complicado que los usuarios se cambien.
Esto ocurre con Grindr y Scruff, pues la primera sigue teniendo muchos más miembros pese a sus problemas. De todas formas, nada nos impide mantener las dos instaladas, o incluso combinarlas con servicios generalistas como Tinder, pues a veces encontrar a alguien en una plataforma u otra condiciona la relación que puede surgir.
Nuestra recomendación es clara: probar los dos servicios, ver si aparece la misma gente en nuestra zona, y a partir de ahí decidir con cuál nos quedamos, o si preferimos estar presentes en ambas.
Sobre si Scruff logrará posicionarse delante de Grindr dentro de las aplicaciones gays para ligar resulta arriesgado hacer apuestas. Es de imaginar que su nuevo propietario reducirá el número de anuncios para reconducir la situación, pero no sabemos si, llegado ese momento, podría ser demasiado tarde.
¿Qué opinas de la batalla de Scruff vs Grindr? ¿Tienes una app preferida para ligar, o utilizas las dos por igual?
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