Lo que James Cameron dejó entrever en 1984 con Terminator, podría acabar siendo una realidad. Y es que según el medio japonés NTT la IA podría acabar con la democracia y provocar además guerras. Un escenario que no pocos expertos apoyan.
Si bien todos estamos de acuerdo en que la IA es una revolución que puede permitirnos desde crear una página web fácilmente a asistir a una reunión de trabajo por nosotros, el medio Nippon Telegraph and Telephone Corporation ha realizado una reflexión muy interesante... y bastante menos halagüeña.
Acorde a este medio japonés y a dos de sus redactores, la IA podría acabar siendo bastante más perjudicial que beneficiosa para la humanidad y podría ser la causante de guerras y de la desaparición de la democracia.
¿Es la IA una tecnología incontrolable?
Uno de los puntos más interesantes que mucha gente se pregunta acerca de la IA es si es una tecnología "controlable" en varios sentidos. Y la respuesta no es fácil de determinar.
Para empezar, la IA generativa resulta tan fácil de usar y, sobre todo, es capaz de proporcionar resultados tan "reales" que cada vez es más difícil determinar si dicha IA ha vulnerado los derechos y la propiedad intelectual de centenares de creadores externos mediante el robo de datos, ideas, melodías, etc.
Pero lo más preocupante es el siguiente punto. Si la IA generativa no se regula adecuadamente, existe el riesgo de erosionar la confianza en la sociedad en su totalidad. Y esto podría resultar en un aumento de la desconfianza entre las personas y la disminución de los incentivos para mantener la autenticidad y la fiabilidad vigentes en la actualidad.
Y si damos por supuesto que dicho escenario puede acabar siendo una realidad, en situaciones extremas esta situación podría desembocar en el colapso de la democracia y del orden social, desencadenando incluso conflictos armados.
Considerando todo esto, es necesario implementar acciones que permitan mantener un equilibrio entre el control y la utilización de la IA generativa, abordando tanto sus aspectos tecnológicos como institucionales. Esto implica adoptar nuevas perspectivas y conseguir que la tecnología sirva únicamente como una herramienta beneficiosa para la sociedad.
Nuevas medidas y cambios de legislación
Debido a todo esto, NTT considera que los gobiernos deberían reflexionar y amoldarse a esta nueva situación, algo que en el caso de la Unión Europea ya ha sucedido gracias a las nuevas regulaciones establecidas vinculadas a la IA y al mundo digital en general.
Pero dado que la revisión de la legislación lleva tiempo, es necesario llevar a cabo ciertas acciones con carácter más inmediato. La primera sería la implementación de normativas y regulaciones colaborativas, especialmente por parte de los medios de comunicación y de varias industrias.
Otra sería la promoción y la adopción de tecnologías eficaces y, la tercera y última, efectuar un esfuerzo por revisar la legislación vigente para reajustarla debidamente en consonancia al surgimiento de las nuevas tecnologías relacionadas con la IA.
Pero lo más importante sigue siendo proteger la dignidad y la libertad de las personas para lograr la autonomía individual. Y es fundamental que la sociedad y los diferentes gobiernos realicen un esfuerzo para conseguir tal finalidad.
Para el medio NTT, es crucial implementar acciones que aseguren un entorno de debate saludable, algo fundamental para la seguridad humana y social, que constituye la base del orden democrático.
Pero para que esto suceda, se requiere de una legislación rigurosa, especialmente para establecer áreas de aplicación de la IA generativa con restricciones sólidas, tanto en términos de funcionamiento como de seguridad.
A pesar de que supone un gran avance en multitud de áreas, los riesgos que puede traer consigo la IA como el hecho de provocar guerras o incluso acabar con la democracia actual es algo que debemos tener siempre en cuenta. Una situación que hace unas décadas parecía mera ciencia ficción pero que, a día de hoy, no es un escenario tan sumamente ficticio.
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