Te vamos a contar cuál es la peor versión de Windows que ha salido al mercado y por qué. Lo cierto es que el uso de Windows como sistema operativo en ordenadores cubre casi el 80 % de la cuota global de mercado, así que desde su lanzamiento ha ido sufriendo cambios y modificaciones, que no siempre resultaron mejores.
Lo cierto es que el sistema operativo de Microsoft está lejos de ser perfecto, pero su universalidad y su uso abierto en tantas marcas y modelos de ordenadores le permite mantener el liderazgo del mercado, algo que no sucede con MacOS por ser un software más específico, o con Linux que aunque es gratis, no tiene una gran acogida comercial.
Windows ME
Sin medias tintas, si le preguntas a un usuario experimentado de PC o un especialista informático cuál ha sido, a su juicio, la peor versión del sistema operativo de Microsoft, probablemente encontrarás la misma respuesta: Windows ME.
Este software fue anunciado con una gran campaña por su desarrollador, especialmente porque era la versión que llevaría los ordenadores al nuevo milenio, no en vano se presentó en septiembre del año 2000.
Sin embargo, la avalancha de quejas y múltiples fallos hizo que en un año fuese reemplazado la versión que todos amaron y fue Windows XP.
La versión Windows Millennium Edition estaba basado en MS-DOS y fue el último de su tipo, el cambio en concreto era que restringía el acceso a DOS para reducir el tiempo de ejecución.
Lamentablemente, esto fue su acta de defunción, porque fue lo peor entre dos mundos. No se podía sacar provecho a las mejoras que provenían del kernel de Windows NT y tampoco tenía una ejecución correcta de DOS.
En general, fue un sistema operativo con muchos problemas de estabilidad y el soporte de controladores tenía muchos errores de compatibilidad.
Los usuarios reportaban muchos bloqueos, limitaciones de ejecución de programas, fallos en el reconocimiento de periféricos y hasta inconvenientes en la ejecución de procesos, que impedían que el ordenador continuara funcionando.
Probablemente, al Windows ME podemos agradecerle la incorporación de actualizaciones de seguridad de forma automática, soporte nativo de ZIP para comprimir ficheros y la incorporación del sistema de soporte integrado de Microsoft, también se introdujo el soporte de Universal Plug and Play, pero fuera de ello nada más.
El mayor de sus fallos fue la incorporación de la función de “Restauración del sistema” que teóricamente no está mal y hoy en día se utiliza, el problema era que devolvía el sistema hasta un punto con todo lo que ello significaba, es decir, que si habías eliminado un virus de tu ordenador, entonces lo tendrías de vuelta.
Sin embargo, no podemos darle el crédito solamente a Windows ME, porque Microsoft tuvo algunos otros desaciertos, aunque no tan marcados como la de esta versión.
Windows 8
Si pudiéramos definir con una palabra a Windows 8, utilizaríamos miedo. Microsoft necesitaba salir al paso en un mundo en el que el mercado se estaba llenando de tablets y móviles y parecía que los ordenadores ya no eran tan interesantes.
Los de Redmond querían que su sistema operativo para ordenadores ajustara su escritorio a un diseño más dinámico, con más elementos de interacción y reduciendo la rigidez que se conocía, algo que funcionó hasta cierto punto.
El uso de mosaicos y el control de gestos hizo que esto atrajera la mirada de usuarios, pero los equivocados, porque quien continuaba en un PC de escritorio nunca logró moverse de forma intuitiva en esta versión, no era lógico.
Los usuarios tradicionales de Windows no entendían cómo interactuar con este nuevo diseño, todo estaba en un lugar diferente y no había una explicación al respecto. Era una interfaz touch en un equipo en el que se interactuaba con un ratón.
Esto obligo a que Microsoft enviara una actualización de emergencia con Windows 8.1 para ajustar de nuevo la barra de tareas de siempre y el botón de inicio que los usuarios pedían a gritos, pero esto no logró salvarlo.
La tienda de Windows Store quería convertirse en Windows en lo que la App Store era para Apple, pero no lograron y tampoco tuvo gran relevancia el DirectX 11 con lo que intentaban traer a los jugadores de ordenadores.
Windows Vista
En el orden de las versiones, probablemente Windows Vista fue menos desastrosa que las anteriores, pero tiene un lugar en ese escaparate. Probablemente, fue el Windows peor valorado, el que más fallos de ejecución presentó y todo tiene una razón, la enorme cantidad de recursos que demandaba.
Para la época, un ordenador con 1 GHz, 1 GB de RAM y 15 GB de espacio para almacenar era una exageración digna de un PC tope de gama, solamente para poder instalar el sistema operativo.
Otro de los requerimientos era contar con un chip gráfico compatible con DirectX 9 con 128 MB de VRAM. Probablemente, ahora mismo te parecen cifras tontas, pero eso equivalía a 10 veces las exigencias del bueno de Windows XP.
Las quejas no provenían de su interfaz esta vez, porque era una versión muy refinada de lo que se había tenido hasta ahora, con muchos elementos gráficos atractivos, además de incorporar los primeros widgets de interacción real que permitían sacar más provecho a las funciones dentro del sistema operativo, desde el propio escritorio.
Probablemente, la opinión que podemos tener hoy en día es que esta versión estaba muy adelantada a su época o estaba apuntando a un segmento específico, pero al lanzarse como una versión completa comercial, fracasó en un mercado en el que las personas no cambiaban de ordenador cada año.
Esto generó grandes problemas de compatibilidad en controladores viejos, también generó inconvenientes en ordenadores que contaban con los recursos de instalación, pero que estaban al límite de su funcionamiento, que fue en la mayoría de los casos.
Finalmente, la falta de compatibilidad con los periféricos que estaban en casa hizo que mucha gente quisiera salir de esta versión lo más pronto posible.
Windows 1
Aunque no podemos juzgar la primera versión de Windows, porque no hay ningún punto de comparación, al menos dentro de su propia empresa, lo cierto es que, siendo objetivos, fue un sistema operativo verdaderamente limitado.
Fue anunciado en noviembre de 1985 en Estados Unidos, pero llegó a Europa varios meses después, en mayo de 1986. Entre sus requerimientos estaba que el ordenador tuviese un mínimo de 256 KB de memoria RAM, una tarjeta gráfica CGA y una unidad de disquete.
Aquí no había manera de superponer ventanas, tampoco había muchas aplicaciones o herramientas que pudieran ser realmente útiles. Sin embargo, a Windows 1 hay mucho que agradecerle.
La incorporación del ratón, la calculadora, Paint y Notepad, son producto de esta primera versión, aunque con una interfaz bastante pobre. El objetivo de esta primera versión era competir con GUI de Apple, pero las críticas se lo devoraron antes de que pudiera ser considerado por los usuarios.
Su mayor problema era la velocidad y la compatibilidad con los software de la época, algo de lo que no se pudo salvar.
Estos han sido los grandes desaciertos de las diferentes versiones de Windows como sistema operativo.
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