Así se fabrican los móviles de Honor: visitamos una línea de producción y su laboratorio
La automatización de las fábricas de móviles es ya una realidad, y pudimos comprobarlo en la sede de Honor. El fabricante chino de móviles produce un dispositivo cada 28,5 segundos en sus más de 20 líneas de producción, que alcanzarán un 85% de automatización en 2024.
Nos explicaron que se tarda tres días en completar el proceso de fabricación de un terminal, como el Honor Magic 6 Pro. Esta duración puede explicarse por las más de 120.000 pruebas que se realizan a cada móvil. De hecho, es probable que tu dispositivo haya sido sometido a una pequeña caída antes de llegar a tus manos.
Como en cualquier fábrica, se trabaja las 24 horas en turnos rotativos. Sin embargo, lo que más nos llamó la atención, más allá del alto nivel de automatización y la poca intervención humana, es que el ensamblaje comienza con dos placas de móviles, que se separan a mitad de la línea de producción. Además, más de 2.000 componentes se manejan en cada línea de producción, como la que visitamos en Honor.
La fábrica de Honor en Shenzhen, la ciudad por excelencia donde se fabrica gran parte de la tecnología a nivel mundial, ocupa cinco edificios con una superficie total de 135.000 metros cuadrados. También alberga dos importantes laboratorios, que tuvimos la oportunidad de visitar.
El laboratorio de I+D y las pruebas de resistencia
Como cualquier fabricante, Honor realiza exhaustivas pruebas a sus móviles antes de lanzarlos a producción. Ya mencionábamos que cada móvil pasa por una gran cantidad de tests en la línea de producción, pero antes de eso, se prueban varios terminales para asegurarse de que su diseño y construcción son realmente sostenibles.
Entre las pruebas, destaca el test de cambios de temperatura, en el que los móviles se someten durante 30 minutos al día, por 45 días, a temperaturas que oscilan entre -40 y 85 grados, lo que simula cinco años de uso. También se prueban situaciones como guardar el móvil en un bolsillo unas 6.000 veces o pulsar sus botones hasta 500.000 veces.
Otro test relevante es la prueba de resistencia a caídas, donde los dispositivos se dejan caer desde una altura de 1,5 metros en diferentes ángulos, hasta 80 veces. Incluso los cargadores son golpeados hasta 10.000 veces para evaluar su resistencia.
Curiosamente, Honor cuenta en su laboratorio de I+D con una cabina OTA, un entorno de aislamiento perfecto para realizar pruebas de sonido, antenas y otros componentes. Esta cabina, prácticamente única en el mundo, tiene un coste de un millón de euros y solo existen cinco en toda China.
Vale la pena recordar que Honor destina hasta el 40% de su presupuesto a investigación y desarrollo, lo que lo posiciona como uno de los principales fabricantes chinos.
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