Un reciente estudio ha demostrado que los móviles de OnePlus, Realme y Xiaomi espían a los usuarios en China, con unas prácticas de privacidad que exponen datos personales, ubicación geográfica e información sobre los dispositivos.
Los móviles de Xiaomi, OnePlus y Realme son muy populares en todo el mundo, así que los fabricantes utilizan versiones diferentes del sistema operativo en su país y a nivel global, y también en cuanto a privacidad hay muchos cambios.
Un grupo de investigadores británicos e irlandeses ha descubierto que estas marcas preinstalan muchas apps que recopilan y envían datos personales, ya sea a los propios fabricantes o a los desarrolladores de las aplicaciones.
Las aplicaciones, que en muchos casos no se pueden eliminar, tienen permisos para funciones de Android que afectan a la privacidad. La ubicación geográfica, perfiles de usuario y diversos datos personales son los problemáticos, además de la información sobre el propio dispositivo.
En algunos casos, ni se informa a los usuarios, ni se les da la posibilidad de no compartir detalles como su número de teléfono, historial de llamadas o redes WiFi cercanas, lo que supone exponerse, como mínimo, a anuncios muy invasivos.
Aparte de los fabricantes, grandes tecnológicas como Baidu (el denominado "Google chino"), la editora de videojuegos Tencent o simples apps del tiempo reciben datos por defecto.
La normativa de privacidad en China es más laxa, y eso lleva a las empresas a espiar a los usuarios a un nivel mucho mayor que en el resto del mundo. De hecho, las versiones globales del software comparten muchos menos datos, básicamente los referidos a los propios móviles.
Además, los móviles de OnePlus, Realme y Xiaomi con versiones globales de Android mandan datos a menos empresas, entre otras cosas porque fuera de China hay menos aplicaciones preinstaladas y de socios diferentes.
Recordemos que las versiones chinas de Android no incluyen las apps ni servicios de Google, así que no les afectan sus normas. Google es muy invasiva con la privacidad de sus usuarios, pero la realidad es que muchas compañías tienen prácticas peores, y este es un claro ejemplo.
Por suerte, las versiones chinas del software de los móviles de OnePlus, Xiaomi y Realme casi nunca llegan a los mercados occidentales, ni siquiera cuando compramos en tiendas internacionales, porque en ellos los Google Play Services no funcionan, limitando mucho sus posibilidades.
En cualquier caso, es un recordatorio de que los fabricantes de los móviles nos espían, y de que las leyes de protección de datos exigentes son lo mínimo que debemos pedir para mantenernos a salvo.
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