A lo largo de 2023 veremos una subida del coste del canon digital, que pagamos al comprar la mayoría de los productos electrónicos. Una subida que en el caso de los móviles sería de un llamativo 200%, en un momento en que el canon digital ha perdido casi por completo su razón de ser.
Un canon que es una cantidad fija, así que supone un mayor porcentaje en los móviles baratos, los más afectados por la inflación. Las tarifas del canon, congeladas desde 2017, afectan también a ordenadores, tablets, discos duros, ebooks, impresoras y fotocopiadoras.
El canon se dedica a los artistas y creadores, a través de las sociedades de autores como la cuestionada SGAE. En teoría, busca compensar los derechos de autor por la copia privada de obras protegidas que realicen los usuarios en los dispositivos y medios de almacenamiento que compren.
En la práctica, fue una solución que se dio en su momento ante las quejas de la industria del entretenimiento y cultural por los elevados niveles de piratería. El problema es que la piratería está bajo mínimos, así que la subida del canon digital tiene muy difícil justificación.
Actualmente, el canon digital de un móvil es de 1,10 euros, que son la subida del 200% superaría los 3 euros por smartphone vendido. No es el único producto que sube, aunque algunos también bajan:
Canon 2017 | Canon 2023 | |
---|---|---|
Smartphones | 1,10 € | 3,25 € |
Tablets | 3,25 € | 3,75 € |
Smartwatches | 0 € | 2,5 € |
Ordenadores | 5,45 € | 5,32 € |
Impresoras | 5,25 € | 4 € |
Los smartwatches se unen a la lista, pese a que muy rara vez almacenan obras artísticas, pues no es habitual usarlos para reproducir música. Ahora los pendrives USB y las televisiones no pagarán canon, al igual que tecnologías antiguas como el fax o el minidisc.
Las nuevas tarifas del canon digital deberían suponer un alza considerable de los ingresos, sobre todo por la parte de los móviles, que no es compensada con la bajada del resto de dispositivos.
En la realidad, actualmente apenas se realizan copias privadas, porque el streaming domina el entretenimiento. Netflix, HBO Max y Disney en películas o series, y Apple Music o Spotify en música nos permiten acceder al contenido online, al tiempo que redujeron la piratería.
En el contextual actual, el canon digital debería desaparecer, no subir de precio. Por no hablar de que el sistema siempre tuvo problemas, pues muchas veces se paga por dispositivos cuyos usos no incluyen reproducir contenido multimedia.
La subida del canon digital que prepara el Gobierno parece simplemente recaudatoria, pero lo grave es que el dinero no va destinado al Estado, como los impuestos. El canon se destina a los artistas, para compensar un daño por la piratería que ya no sufren, y es gestionado por sociedades privadas poco transparentes.
Aunque la subida de precios de Netflix podría aumentar la piratería, por ahora es solo una posibilidad, así que la subida del canon digital parece bastante injusta, y carga a los compradores de tecnología con un coste que no les corresponde.
Vía: The Objetive
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