Está claro que los wearables se han puesto de moda, porque nos aportan diversas ventajas en nuestro día a día, y también nos ayudan a expresar nuestra personalidad. Por un lado encontramos las smartbands, o pulseras de fitness, y por el otro tenemos los smartwatches, o relojes inteligentes. Más de uno se preguntará si para él resulta más adecuado una smartband o un smartwatch, y ahora vamos a intentar responder a esa cuestión.
Se tratan de accesorios con muchos puntos en común, pero también con importantes diferencias. Una smartband es más pequeña, por su formato de pulsera no lleva una pantalla o es reducida, y se centra en funcionalidades específicas. Por el otro lado, un smartwatch suele ser más grande, monta una pantalla en color de un cierto tamaño y ofrece bastantes prestaciones adicionales.
La verdad es que existen muchas opciones en el mercado, y no podemos negar que algunos dispositivos concretos difuminan la línea entre un smartwatch y una smartband, pero eso no impide que podamos decidir fácilmente lo que nos conviene. Aquí te dejamos un listado de argumentos a favor de cada tipo de wearable.
¿Para quién es una smartband?
Las smartbands o pulseras fitness se han ido popularizando en los últimos tiempos. A pesar de que siempre se han mantenido en un segundo plano frente a los smartwatches, en realidad son un producto muy exitoso, que ha conquistado a millones de consumidores. Estos son los perfiles de usuario para los que resulta perfecta una smartband:
- Para quien le preocupe su forma física, y quiera un dispositivo que controle las pasos que da, la distancia que recorre, las calorías que consume y que mida la calidad del sueño.
- Para quien prefiera llevar una accesorio pequeño y ligero en la muñeca, pues las pulseras fitness son más compactas y ergonómicas que un smartwatch.
- Para quien adopte un estilo más informal al vestir, dado que las smartbands suelen optar por un diseño más bien deportivo.
- Para quien no necesita consultar muchos datos en su muñeca, ya que las smartbands no tienen pantalla, o es pequeña... pero tampoco todo el mundo la necesita.
- Para quien no quiera invertir demasiado en un wearable, puesto que el precio de las smartbands suele ser inferior al de los smartwatches.
- Para quien le dé gran importancia a la duración de la batería, dado que la sencillez de las pulseras fitness les permite ofrecer una considerable autonomía.
Un ejemplo de smartband avanzada es la SPC Fit Pro, que dispone de una pequeña pantalla OLED, monitoriza hasta 24 deportes y es capaz de recibir notificaciones de nuestro smartphone. Incluye función de despertador silencioso y aviso de sedentarismo.
En el tope de la gama se sitúa la SPC Fit Pulse, también con pantalla OLED, que añade a lo que ofrece modelo anterior un sensor de pulso, realmente útil a la hora de controlar nuestro rendimiento en los entrenamientos, y además destaca por su delgado diseño.
¿Quién debería optar por un smartwatch?
Los smartwatches son los wearables más avanzados, y está claro que nos aportan ventajas importantes. Resultan algo más caros, y han recibido bastante atención últimamente, así que muchos consumidores estarán interesados en hacerse con uno. Vamos a explicar el perfil de usuario que debería pensar en comprar un smartwatch en lugar de una smartband:
- Para quien, aparte de las capacidades de una smartband, quiera más funcionalidades, como notificaciones avanzadas, poder realizar llamadas de teléfono, controlar la cámara del móvil...
- Para quien desee un accesorio que exprese su personalidad, ya que los smartwatches ofrecen distintos diseños, desde un estilo deportivo a uno formal, pasando por un aspecto desenfadado.
- Para quien necesite más posibilidades, pues un smartwatch da pie a modelos con características especiales, como GPS o pantalla de tinta electrónica de bajo consumo y alta visibilidad.
- Para quien combine el deporte con el ocio, dado que un smartwatch controla la actividad, pero también es un accesorio de moda, con modelos tanto para hombre como mujer.
- Para quien aspire a un dispositivo avanzado, los smartwatches ofrecen más prestaciones, sin que el precio suba en exceso.
Un ejemplo de smartwatch completo pero asequible es el SPC Smartee Slim, que hace gala de un delgado diseño metálico en distintos colores y con pulseras intercambiables, muy cómodo para usar en el día a día.
El SPC Smartee Watch Circle se trata de un modelo que gustará a los que quieran marcar tendencia. Su pantalla es circular, lo que le da un toque sofisticado, y ofrece cuatro colores para la caja y distintas correas de cuero o goma. Además, también dispone de un sensor de pulso.
Para los más deportistas tenemos el SPC Smartee Sport, diseñado para resistir el agua y el ajetreo de los entrenamientos. Dispone de GPS para controlar nuestras rutas y pulsómetro. El SPC Smartee Training incorpora una pantalla de tinta electrónica fácil de leer en cualquier situación, y ofrece unos 7 días de autonomía. Incluye sensor de pulso y es resistente al agua.
Esperamos haberte ayudado a decidir si para ti es más adecuada una smartband o un smartwatch, pero tampoco nos tenemos que limitar. Estos dispositivos se han vuelto asequibles, así que quizá prefieras una pulsera fitness para el día a día, y ponerte un elegante reloj inteligente cuando la ocasión lo merezca. Desde luego, los wearables resultan realmente útiles, ya que nos permiten controlar nuestra forma física y acceder a información de nuestro smartphone.
¿Qué te han parecido estos argumentos? ¿Has decidido ya si prefieres una smartband o un smartwatch?
Web: Wearables SPC
- Ver Comentarios