Las impresoras son dispositivos poco sospechosos de suponer un riesgo para la privacidad, y quizá por eso pasa desapercibido que muchas impresoras dejan patrones de puntos secretos con su número de serie y quizá otra información.
Esta idea puede parecer incluso una leyenda urbana, pero es un hecho comprobado y que la Electronic Frontier Foundation (EFF) lleva años denunciando. Es una de las organizaciones más activas para proteger la privacidad en Internet, y los "puntos amarillos" de las impresoras es solo una de sus batallas.
El funcionamiento es sencillo: cada impresora genera unos imperceptibles puntos amarillos junto a los textos e imágenes del usuario. Como mínimo, esta marca de agua oculta permite identificar esa impresora concreta, lo que podría llevar a su dueño.
No todos los modelos hacen esto, en general se considera que solo aquellas basadas en tecnología láser en color aplican los puntos secretos, o algún otro sistema de identificación similar.
En 2015 la EFF pidió detalles acogiéndose a la Ley por la Libertad de la Información que rige en los Estados Unidos, y los datos facilitados le hacen pensar que existe un acuerdo confidencial entre fabricantes de impresoras y agencias de inteligencia en este país.
Por lo tanto, las sospechas recaen sobre todos los modelos láser a color y, aunque no existen evidencias, podrían afectar a otros. Por su parte, los fabricantes no han desmentido estas prácticas, lo que genera incluso menos dudas de su existencia.
Estos puntos, u otro tipo de marcas, son descifrados por las agencias gubernamentales de Estados Unidos (y tal vez de otros países), ayudándoles a descubrir quién ha imprimido un determinado documento.
Considerando los diversos escándalos de privacidad que han vivido la CIA, la NSA, el FBI y otras instituciones de diversos países, siempre es preocupante cualquier sistema de control.
En muchas impresoras, sobre todo antiguas, se pueden ver los puntos secretos. Con un microscopio o lupa potente se suelen percibir, y muchas veces también a simple vista bajo una luz azul LED brillante, con el resto de la sala a oscuras, pues de esta forma aumenta el contraste.
Es importante que la página de pruebas lleve texto y alguna imagen en color para que la comprobación resulte más fiable. La EFF tiene una lista de impresoras con el problema, si bien ya no la actualiza, y da por hecho que cualquier láser en color se ve afectada.
Estamos ante una nueva prueba de los riesgos de la tecnología para nuestra intimidad, que a veces ni siquiera conocemos. De hecho, el cifrado en Internet se encuentra en peligro, pues hay quien considera que sus posibilidades para cometer delitos justifican reducir la privacidad de los ciudadanos.
La capacidad de descubrir al autor de un documento en papel sin duda sería útil en las investigaciones policiales, pero es una posibilidad que se presta fácilmente al abuso, sobre todo porque no existe un marco legal que determine los derechos de los ciudadanos al respecto.
En general, debemos pensar que al imprimir cualquier documento puede tener puntos que nos identifiquen, y que no serán anónimos si caen en manos capaces de descifrar el código utilizado.
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Web: Impresoras con puntos de identificación (EFF)
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