El gran avance tecnológico hará que dentro de muy poco tiempo los centros de datos europeos tripliquen su consumo debido a la inteligencia artificial. 2030 será un año en el que el consumo energético sea mucho mayor debido a las necesidades energéticas de la IA.
Actualmente, Europa cuenta con muchos centros de procesamiento de datos para miles de empresas en todo el mundo, como bien sabemos, estos centros de datos consumen una gran cantidad de energía para poder operar. Estamos hablando de que se consumen más de 10 gigavatios (GW) para satisfacer la operabilidad de estos.
Con el incesante incremento de la IA, el consumo energético de todos estos centros de datos llegará a triplicarse, y pasará realmente pronto, puesto que se prevé que, en 2030, el consumo sea de 35 gigavatios. Como consecuencia, según un estudio de McKinsey & Company, se tendrán que invertir más de 250 millones de dólares en mejorar las infraestructuras de estos.
La IA, causante de la demanda energética
La inteligencia artificial nos está ayudando mucho en nuestro día a día para cualquier tipo de trabajo, pero debemos tener en cuenta, lo que hace falta para que funcione, es decir, qué hay detrás de una potente IA, como puede ser Gemini (Google) o ChatGPT (OpenAI), entre muchas otras.
Pues bien, detrás de cada IA existen una serie de requisitos tecnológicos que consume energía, y esta energía que consumen los centros de datos se verá triplicada antes de finalizar la década en la que vivimos, tal y como hemos podido ver en el estudio publicado por la consultora McKinsey & Company.
Los centros de datos almacenan millones de bytes de información y también hacen que los potentes equipos informáticos que hay en su interior puedan soportar todas las operaciones necesarias para que la IA sea útil y eficiente.
Esto se une a un problema mayor, la necesidad constante de mejorar estos equipos con componentes que consumen más energía, por lo que, a su vez, la IA es más potente, pero también más demandante de la energía.
Por otro lado, con la previsión para el año 2030, se genera una problemática mayor, las fuentes de dicha energía, ya que, se desconoce si podremos tener fuentes fiables de energía para poder suplir la demanda constante de los centros de datos europeos.
Se estima que la necesidad de energía suba un 20% al año hasta llegar al año 2030. Lo que ahora son tan solo es un consumo de 10 GW anuales, llega hasta un consumo de 35 GW en pleno 2023. Sin duda alguna, es una cantidad muy importante de energía que debemos tener en cuenta para poder abastecer a los centros de datos de toda Europa.
Claro objetivo de desarrollo: energías renovables
Una vez que hemos visto una previsión para menos de seis años en cuanto a consumo energético se refiere, todo lleva un mismo camino, ir hacia fuentes de energía renovables para poder generar la gran demanda de energía de la IA en los centros de datos europeos. Sin duda alguna, un camino al que debemos unirnos todos.
Por todo esto, la Unión Europea ha establecido una nueva Directiva sobre eficiencia energética y los centros de datos deberán tener en cuenta una serie de factores clave a la hora de desarrollar esa mayor capacidad energética:
- Intermitencia energética: se deben satisfacer al máximo los requisitos de energía con un riesgo cero de interrupción, es decir, reducir lo máximo posible el tiempo de conexión a la red y tener soluciones de respaldo.
- Energía libre de CO₂: sin duda alguna las energías limpias deben ser una máxima para todos los centros de datos, se incluyen los acuerdos de compra de dicha energía (PPA).
- Generación en sitio: los centros de datos europeos deben tener capacidad suficiente para una generación de energía independiente en el caso de que las redes eléctricas se vean saturadas y no puedan suministrar más energía de la demandada.
En gran parte el consumo energético de los centros de datos se centra en uno de los puntos clave, la refrigeración, esto hace que, en los países más fríos de Europa, se construyan más centros de datos. España no es que sea un país frío, pero cuenta con un terreno muy estable y con zonas idóneas para la construcción de estos centros de datos.
La innovación de los centros de datos debe ser más que frecuente, puesto que, cuando la demanda de energía sea muy alta, las redes eléctricas se verán saturadas y estos centros de datos deberán buscar formas de auto suministrarse para así ofrecer servicio las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
La IA generativa es una de las tecnologías que más energía consume y que, a medida que contamos con nuevos modelos de IA generativa, la demanda de energía es mucho mayor, por lo que se necesitan plantas de producción energética más grandes y con capacidad de generación mayor.
En definitiva, Europa podría ser una de las cumbres energéticas más sostenibles del mundo, en la que se podrán crear centros de datos capaces de albergar modelos de IA de lo más potentes y así poder ofrecer un futuro sostenible, limpio y lleno de oportunidades para la inteligencia artificial, la cual está en pleno auge.
La inteligencia artificial (IA) nos sustituirá si dejamos de comportarnos como humanos
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