La Unión Europea quiere que no te veas obligado a cambiar de teléfono cada dos años

La Unión Europea quiere que no te veas obligado a cambiar de teléfono cada dos años, algo que hoy en día ocurre con muchos de los smartphones que podemos encontrar en el mercado, especialmente en el caso de Android. Con el resto de sistemas operativos móviles, aunque el tiempo durante el cual recibirán actualizaciones puede ser mayor, esto tampoco nos asegura que tras actualizarlos sigan funcionando tan bien como antes.

Está claro que muchos usuarios no cambiarán su teléfono móvil aunque este no reciba la última versión disponible del sistema operativo, pero esto puede dar lugar a situaciones de riesgo como el caso del malware Godless para Android, que se aprovechó de la gran fragmentación de este sistema. Y en el caso de terminales muy antiguos, directamente nos quedaremos sin soporte oficial incluso para fallos de seguridad.

Por esta razón el Parlamento Europeo ha instado a la Comisión Europea a que hagan todo lo posible para incentivar la comercialización de productos de alta durabilidad, siendo el principal objetivo los dispositivos electrónicos, aunque no los únicos. Entre ellos también se encuentran artículos textiles como camisetas, siendo este un paso importante a la hora de reconocer el problema existente, en lugar de ignorarlo oficialmente.

Una de las medidas que se impulsarán es la recomendación a los fabricantes de que incluyan una etiqueta voluntaria en sus productos, donde se indique la fecha de caducidad de impresoras, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, lavadoras, camisetas, zapatillas... Se trata de una petición aprobada a principios del mes de julio, aunque este solo es el primer paso, y es posible que acaba afectando incluso a desarrolladores de software como WhatsApp.

Aunque la Unión Europea quiere que no te veas obligado a cambiar de teléfono cada dos años, está claro que de por sí estas medidas son insuficientes, motivo por el que durante los próximos meses y años se seguirá trabajando en llevar a cabo nuevas acciones para revertir los hábitos de consumo actuales. El objetivo final es crear un sistema de competencia más sano, en el que la durabilidad del producto sea una de las razones que justifiquen el precio.

Web: Informe del Parlamento Europeo sobre productos de alta duración