La criticada página de Renfe recibirá una gran reforma, que debería mejorar el funcionamiento de uno de los servicios más utilizados en España. No es la primera vez que Renfe intenta poner su web al día, así que esperemos que de una vez cumpla unos estándares de calidad aceptables.
La inversión será de 164 millones de euros, una cifra considerable que debería aportar cambios más profundos que el rediseño de la interfaz de 2020. La principal beneficiada será la compra y reserva de billetes desde la web de renfe.com, que no pocas veces da problema, sobre todo al acceder desde móviles.
La web de Renfe es muy deficiente si la comparamos con plataformas como Google Flights, algo que podría cambiar. Además de la página, las mejoras también llegarán a la app para móviles, las plataformas venta para las taquillas y agencias de viaje, a las máquinas de autoventa y hasta a la app que usan los revisores.
La interfaz de las máquinas para comprar billetes en las estaciones es especialmente desastrosa, lo que muchas veces genera colas innecesarias.
De paso, también los sistemas para acceder a los trenes o las salas de espera VIP (check-in) se actualizarán. En cambio, no parece que los sistemas internos que gestionan las reservas vayan a modificarse, lo que podría impedir que la experiencia de los clientes mejore tanto como se espera.
Estos 164 millones de euros se reparten entre tres empresas: UTE Accenture, Evolutio Cloud Enable y Sqills Products BV. Es bastante habitual que se subcontraten este tipo de desarrollo a consultoras tecnológicas, aunque en no pocos casos los resultados finales son peores que cuando se realizan a nivel interno por empleados que conocen sus propios sistemas.
Renfe afirma que la migración al nuevo sistema no interrumpirá el funcionamiento de la web, un objetivo difícil de creer en su caso, pero que sería lo exigible ante cambios de este tipo.
Un detalle interesante es que Renfe promete que su nueva web se integrará fácilmente con apps y servicios externos. Habrá que ver el resultado, pues sería muy útil que pudiéramos comprar los billetes desde comparadores de precios o planificadores de viajes de terceros, en un único paso, junto a reservas de otros medios de transporte o de hoteles.
La competencia de Ouigo e Iryo obliga a Renfe a ponerse al día, no solo en precios, también mejorando su pobre web. Los fallos en los menús o al confirmar las reservas resultan impropios de una página actual, y hacen perder tiempo a millones de personas.
Por desgracia, no se ha anunciado una fecha para el estreno de la nueva web de Renfe, así que nos quedan meses (o años) sufriendo los problemas del sitio web actual.
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